Mirando con asombro el exuberante bosque de graves problemas y escandalosos hechos de corrupción en Cartagena retomados por el periodista Mauricio Gómez en un documentado reportaje emitido en cuatro entregas por el Canal Uno, ni gobernantes ni gobernados observaron -al parecer – los bosques representados por un importante anuncio del fiscal General de la Nación, Néstor Humberto Martínez, que agravaría la crisis política que padece la Ciudad Heroica desde cuando se ordenó la captura de su alcalde titular, un concejal, la contralora del Distrito y un primo del mandatario, y se convocó a casi la mitad del Concejo a una audiencia de imputación de cargos.
Tras mirar el bosque de los hechos revelados, algunos políticos, periodistas y ‘veedores’ cuestionaron lo que, según dicen, no fue más que un refrito, ya que ellos y casi toda la ciudad conocían desde hace años lo informado por el afamado periodista y abogado.
Pero -por lo que se ha podido establecer – no apreciaron que el fiscal anunciara que, tras la ejecución de las fase I de la llamada Operación Heroica, que hoy tiene privados de la libertad al alcalde Manolo Duque Vásquez, a su primo José Julián Vásquez, a la excontralora Nubia Fontalvo Fernández y al concejal Jorge Useche Correa, y de una segunda fase «donde se han involucrado hasta nueve concejales en total de los 14 que intervinieron», bautizada Operación Heroica II, vienen ahora las fases III y IV del sonado caso.
«Tenemos 70 mil registros telefónicos y esto permitirá hacer una fase III, que tiene que ver con la Administración en la vida local de Cartagena, las Alcaldía Locales, lo que pasa allí» en esas dependencias, declaró el fiscal General al periodista Mauricio Gómez; «y tenemos una fase IV, que es el de la contratación con la Alcaldía, porque esta investigación es tan compleja y tan completa que debe llegar hasta el fondo del fondo».
Sobre las primeras dos fases, Néstor Humberto Martínez señaló que «han permitido descubrir esa relación promiscua entre los intereses privados y la política, en la medida en que la designación del contralor estuvo presuntamente intermediada de recursos económicos, de contratos, de asignación de puestos, y eso es lo que deteriora la Administración Pública como ha estado deteriorada en Cartagena en los últimos años».
Sobre las anunciadas Operaciones III y IV, el fiscal dejó ver que serán involucrados nuevos actores, particularmente los relacionados con el funcionamiento y las acciones de las Alcaldías de las Localidades Histórica y del Caribe Norte o Número Uno; de la Virgen y Turística o Número Dos; e Industrial y de la Bahía o Número Tres, «con el objeto de que el país y sobre todo los cartageneros conozcan la dimensión de la corrupción en la ciudad».
Como se sabe, durante cuatro días, de la mano del afamado periodista y abogado Mauricio Gómez, el país fue impactado con imágenes y abundante información sobre el problema más serio y grave de Cartagena: la creciente brecha económica y social que dividió literalmente a la capital de Bolívar en dos ciudades antagónicas; sobre la forma en que se deterioran el Centro Histórico y las playas de la ciudad; sobre la manera desordenada, sin planeación ni control de ninguna naturaleza, como se siguen construyendo enormes moles a lo largo y ancho de sus tres Localidades; y sobre la galopante corrupción que ha socavado la institucionalidad local.
Reacciones de la dirigencia local
Para conocer qué conceptos les merecieron los reportajes de Mauricio Gómez, Revista Metro contactó a varios dirigentes locales. Y de acuerdo con varios de ellos, lo que se mostró fueron imágenes ya conocidas en la ciudad y de lo que se habló fue de problemas ya debatidos en diversos escenarios locales; para otros, el lunar negro del reportaje fue el desconocimiento de los cosas buenas que también tiene Cartagena para mostrar; y para otros más, lo curioso es que muchos de los entrevistados hayan pertenecido a un gobierno anterior: el de Judith Pinedo Flórez.
«Como cualquier ciudad en el mundo Cartagena tiene una fase socialmente inequitativa y vulnerable que debe ser atendida; somos conscientes, también, de la problemática política y de corrupción que atraviesa la ciudad, pero no puede ser que se desconozcan los grandes esfuerzos que hacen los empresarios y algunos líderes para que la ciudad se mantenga y continúe avanzando, especialmente desde lo económico», opinó sobre el Reportaje la presidenta ejecutiva de la Cámara de Comercio de Cartagena, María Claudia Páez, mencionada por este en una de las cuatro entregas.
Mónica Fadul Rosa, directora ejecutiva de la Federación Nacional de Comerciantes -Fenalco – capítulo Bolívar, señaló sobre el Reportaje que «ante todo expresamos nuestro respeto absoluto frente al ejercicio libre del derecho a la información», ya que «el periodista siempre tiene la facultad de decidir qué informa, cuándo y cómo, con la única obligación de no faltar a la objetividad y a la integridad de los hechos», y expresó que lo más valioso es que ella ayude a transformar procesos de cambio positivos y puntuales, capaces de generar situaciones sostenibles para el bienestar colectivo. Siempre preferiremos que los asuntos más valiosos para la sociedad se publiquen por dura que sea la realidad, porque el periodista y los medios que le sirven son los catalizadores del derecho que nos asiste a recibir esa información y contribuyen con su trabajo a profundizar la democracia y a hacerla tangible».
En general, la dirigente gremial conceptuó que Mauricio Gómez «realizó un compendio de las realidades políticas, sociales y económicas que se reflejan en la ciudad»; sin embargo «creemos que no recogió las visiones de otros actores del territorio que sin duda le habrían otorgado una más amplia comprensión a la audiencia del estado de las cosas» y «quedó en el ambiente que frente a muchas de las situaciones divulgadas nadie hizo nada para evitarlas, y sí se han hecho».
«Los más importante», señaló Fadul Rosa, es que «la ciudad demanda una acción conjunta, desde las más simples, para su mejora y su defensa. Seguirá siendo una incoherencia social esperar que todo nos sea dado. Todos tenemos que ofrecer nuestro esfuerzo y entendimiento a la reconstrucción de nuestro pacto social territorial».
Al dirigente político y exprocurador Delegado para la Moralidad Pública, Fabio Castellanos Herrera, el Reportaje de Mauricio Gómez «le pareció una mirada no imparcial sino veraz de la situación social, política y económica de Cartagena, que se suma a muchos análisis anteriores. Quizas sirva para que propios y foráneos comprendan las verdaderas causas de la exclusión social en la ciudad, y por ende de la mayoría de nuestros males. Cartagena es una ciudad gobernada y dirigida de forma excluyente y al no haber movilidad social, la ilegalidad es el camino que les queda a miles».
Para el cibernauta y líder juvenil Víctor Gómez Cajar, «el reportaje es un fiel reflejo de nuestra trágica-comedia; nada para asombrarnos, pues la corrupción, la burocracia y el clientelismo por parte de nuestra clase política siempre ha estado presente en nuestra democracia local, y todo ello ha ocurrido ante la mirada pusilánime de los órganos de control, que en contuberbio con nuestra clase política ha permitido que se roben los recursos de los cartageneros. Hoy, más que nunca, los ciudadanos debemos alzar nuestra voz de protesta en contra de nuestros verdugos, y la mejor forma de hacerlo es en las urnas. Sumemos nuestras voluntades, para ejercer un control ciudadano».
En concepto del abogado y asesor electoral Euclides Castro, «el director llevó a cabo un informe muy general de una situación que está sobrediagnosticada, e incurrió en el error de tomar una sola fuente que además tuvo participación directa en los destinos de esta ciudad; me refiero a que se evidencia que hay una sola fuente y es la exalcaldesa Judith Pinedo y sus respectivos secretarios; no está mal consultarle, pero es una sola; y las respuestas de estos fueron desde una perspectiva de superioridad moral y política».
Y el ambientalista y exconcejal Germán Zapata Vergara manifestó que «el especial periodístico, en su entrega sobre corrupción, muestra que, aunque esta se da día a día en el país, en Cartagena pasó de ser algo preocupante a algo que ya los ciudadanos queremos aceptar y sobrevivir con la premisa de que roben pero que hagan; solo que cada día que pasa son más desvergonzados los hechos y debemos parar ya mismo con un rechazo profundo, aprovechando la peor crisis político administrativa de la ciudad».
«Sobre la nota de Serena del Mar», agregó el dirigente político, «parecía un publirreportaje, y a mi modo de ver lo que hizo fue quitarle peso y seriedad al resto del trabajo periodístico, ya que dejó una seria suspicacia y dudas sobre la neutralidad del trabajo y debilita las luchas de los habitantes de La Boquilla».
Néstor
Aqui en la «Heroica» en la plaza de la Aduana,debe ponerse un caldaso. De esa forma. Nadie osaria delinquir:ni la delicuencia común ni los de cuello blanco, ya que el que viole la ley sabrá a que se expone.En indonesia ya no hay bandidos,ahorcaron unos cuantos y san se acabó el problema.,cero delicuencia.