Si el deber principal de los gobernantes es lograr la felicidad de sus gobernados, observar los rostros de decenas de campesinos oriundos de Los Montes de María con claras muestras de satisfacción por los positivos resultados de una acción de su gobierno debe tener al gobernador de Bolívar, Dumek Turbay Paz, saltando en un solo pie.
Y si además es consciente de que esa acción logró lo que pocas veces sucede: que con contadas excepciones los medios de comunicación del país se habían sumado a su iniciativa, logrando a su vez que miles de personas provenientes de los más disímiles barrios de Cartagena y del norte de Bolívar se solidarizaran con el campesinado montemariano y les compraran gustosos sus productos, el mandatario debe estar doblemente feliz, ya que bien podría en lo que resta de su gobierno, utilizando similares estrategias comunicacionales, promover campañas en pro de otros grupos poblacionales que requieren también el respaldo de todos.
Para varios analistas, además de los plausibles resultados del Ñametón (como se bautizó la exitosa campaña que, en principio, lo que buscaba era propiciar la compra masiva de ñame y sus disímiles derivados como una respuesta a la superproducción del producto, pero que habría de convertirse -asimismo – en un ejemplo a imitar en otras latitudes), se impone analizar, para el aprendizaje de la dirigencia local, la forma estratégica como la Administración departamental comunicó su convocatoria.
En concepto del periodista, experto en comunicación pública y exasesor de comunicaciones estratégicas de la Gobernación de Bolívar, Juan Diego Perdomo, el Ñametón «es un caso de éxito de cómo a partir de un buen ejercicio estratégico de comunicación de gobierno se logra tender puentes con la ciudadanía, conectar con los medios, crear tendencia multimedial y poner en la agenda pública un tema ignorado por el gobierno central» (leer ‘El ñametón en pro del campesinado de Bolívar, a replicarse en otras regiones del país‘).
Para conocer cómo se planeó el exitoso evento, Revista Metro dialogó con varios funcionarios de la Gobernación de Bolívar, entre ellos el director de Desarrollo Agroindustrial y de Asistencia Técnica, Danilo Contreras Guzmán, quien, entre otras cosas, señaló que «el lunes 11 de septiembre, bien temprano, el secretario general de la Gobernación, Johan Toncel, convocó a un Consejo de Gobierno extraordinario que debía realizarse ese mismo día a las 6 de la tarde. Al llegar a la cita observamos que el punto uno decía escuetamente: «Ñametón«, lo cual al menos a nosotros no nos extrañó, ya que el señor gobernador venía preocupado por el represamiento de la sobreoferta de ñame en la zona rural de El Carmen de Bolivar y del municipio de San Juan Nepomuceno, que tiene contra las cuerdas a los humildes campesinos de la región que tienen ese cultivo como una verdadera expresión cultural».
«Lo que sí nos sorprendió a todos», continuó su relato el funcionario, «según la expresión generalizada en algunos rostros, fue el anuncio que hizo a continuación el gobernador Turbay: que el evento sería en menos de 72 horas; pero fue soltando una a una las perlas de un plan detallado que había concebido en la madrugada de aquel lunes, según nos habría de comentar el mismo mandatario a un pequeño grupo de funcionarios que aún permanecíamos en el Parque Espíritu del Manglar a las 12 de la noche del día anterior al evento, ultimando lo que sería el ñametón. Así se gestó esta actuación del gobierno departamental, para no entrar en mayores detalles».
«Un primer análisis al evento», respondió Contreras Guzmán a una pregunta de este reportero, «nos lleva a decir que su éxito se debe, en gran parte, a la gran capacidad de reacción y trabajo coordinado del equipo de gobierno frente a las situaciones que amenazan crisis, como esta que, al menos por el momento, hemos podido manejar ofreciendo salidas prácticas a un sector poblacional que padece por el represamiento de sus cosechas». Según el funcionario, «el gobierno departamental ya ha demostrado estar en condición en otros eventos, y rogamos a Dios que esto pueda seguir siendo así hasta el final del periodo».
A otra pregunta de este portal, Contreras señaló que «frente al desamparo del Gobierno Nacional frente a los problemas más sentidos de nuestras comunidades rurales, que según el discurso oficial constituyen el centro de los acuerdos de paz, es claro que el enfoque territorial debe ser construido desde el territorio, con las comunidades, escuchándolas, sintiendo sus padecimientos y marcándoles un liderazgo de orientación desde el gobiernos en momentos de desesperanza».
Lo que viene
Preguntado sobre lo que viene en cuanto a la producción de ñame pero también otras productos que podrían pasar por similares crisis, el director de Desarrollo Agroindustrial y de Asistencia Técnica de Bolívar respondió que hay «muchas ideas por las cuales el equipo viene trabajando con el liderazgo de un gobernador serio», pero reconoció que «a veces no es fácil concretar los objetivos», no obstante lo cual «siempre debemos persistir en alcanzarlos, contra viento y marea».
«Hay que cambiarle el chip al cultivo y a la comercialización del ñame en Bolívar», contestó sobre el caso concreto de este producto; «tenemos que ser imaginativos para ampliar sus mercados y de todos nuestros productos, para que el campo sea de veras una alternativa que aporte conforme a sus potencialidades al PIB bolivarense. Los actores relacionados con el desarrollo rural deben pensar el ñame y todas la oferta agropecuaria con perspectiva de mercados locales modernos y sobre todo pensando en los mercados globales».
«Debemos fortalecer a las organizaciones para que sean ellas las que directamente negocien con las grandes cadenas, con los exportadores y con los consumidores en general su producción, y para eso hay que promover un programa que masifique el crédito, la asistencia técnica y la capacitación de nuestros productores. Vamos a seguir implementando programas como el ñametón, mejorando la oferta de productos y acercando al campesinado bolivarense con los habitantes de nuestras ciudades», manifestó Contreras; «el gobernador ya impulsa los mercados campesinos en Cartagena».
«Con imaginación y audacia»
«Con esta experiencia del ñametón quedaron patentizadas unas conclusiones que nos permitan construir un discurso ético que resalten diferentes valores», señaló Danilo Contreras; «el primero es la audacia y la imaginación que deben caracterizar los liderazgos en los tiempos modernos. El gobernador Dumek Turbay demostró que su preocupación por los padecimientos de los cultivadores de ñame podía convertirse en una propuesta imaginativa, inteligente y a la vez práctica, que no los dejaría en el desamparo en que el paquidérmico Estado Nacional los había dejado al rechazarle una parte del producto que días antes había prometido comprarle. Igualmente, el gran sentido de solidaridad del pueblo cartagenero para con nuestros hermanos del campo montemariano, pero igualmente la lección de solidaridad que nos dejó Aroldo Canoles en una narración que expuso en el conversatorio que clausuró el evento, cuando dijo que se le insistía en vender por bultos con el afán de agostar las existencias, pero, sin embargo, él comprendía que si vendía por bultos dejaba de venderle a los cartageneros más humildes, que venían por uno o dos kilos de ñame para mitigar el hambre que camina por los barrios de Cartagena, tal cual como ellos la conocían en sus montañas y sabanas montemarianas, de modo que el ritmo de la venta fue impuesta pacientemente por los campesinos que preferían vender por kilos a quienes seguramente lo buscaban para mejorar la dieta a bajo precio que por bultos a quienes podían hacerlo. Ahí se estrecharon lazos de solidaridad y hermandad entre regiones que estando tan cerca están tan gravemente desconectadas en muchos aspectos. Entonces estos campesinos amenazados por el hambre vinieron a calmar el hambre de muchos paisanos cartageneros. Vaya lección».
Hernando Paternina Lara
Por todos estos emprendimientos y muchos más que vendrán es porque le manifesté a varios colegas que nuestro amigo provinciano será uno de los gobernantes que pasará a la historia , así que siga adelante mi gran jefe.