El 1 de enero de 2016, en su discurso de posesión como nuevo alcalde de Cartagena elegido por más de 126 mil ciudadanos, el comunicador social Manolo Duque Vásquez manifestó con determinación que «la corrupción es el enemigo número uno del progreso» y, tras asegurar que su gobierno «no patrocinará la corrupción», expresó con vehemencia: «¡que tiemblen los corruptos!».
Ayer, 23 de febrero de 2018, en declaraciones a varios medios de comunicación, el politólogo Sergio Londoño Zurek, designado mediante decreto alcalde de Cartagena hasta cuando se posesione el mandatario que resulte elegido el próximo 15 de abril, envió un mensaje «a los corruptos» advirtiéndoles que «se van a joder».
En el parqueadero del Coliseo de Combate de Chiquinquirá, Manolo Duque, hoy recluido en la Cárcel de Sabanalarga acusado por la Fiscalía de varios actos de corrupción, advirtió a «los corruptos» en medio del aplauso de los asistentes que «se cosan los bolsillos o se los llenen de piedra», ya que durante su gobierno «la plata del Estado se utilizará para proveer los bienes públicos que la gente requiere» (leer ‘«¡Qué tiemblen los corruptos!»: Manolo Duque‘).
Y ayer, en su despacho del Palacio de la Aduana, a escasos días de cumplir su encargo en medio de cuestionamientos por el manejo dado a temas como la suspensión del proyecto Aquarela, la desconfianza de la ciudadanía en las obras ejecutadas por Edurbe y la licitación de la vigilancia de los colegios públicos, entre otros, Sergio Londoño expresó que «a los corruptos, a los que esperan que Cartagena se rinda, a aquellos que durante años se han lucrado de este Distrito, de esta ciudad, de la esperanza de todos los cartageneros, hoy les digo: se van a joder».
En enero de 2016, las palabras del alcalde titular, Manolo Duque, fueron interpretadas como una forma de enfrentar los señalamientos que pesaron sobre su campaña por presuntas malas compañías.
En febrero de 2018, la advertencia del mandatario interino, Sergio Londoño, pareciera ser una estrategia para desmarcarse, aunque fuese mediáticamente, de la serie de situaciones adversas que ha debido enfrentar en los últimos días, entre ellas la revelación de una encuesta que lo muestra como el tercer alcalde con peor imagen del país y el hecho de que un sector del empresariado, que en principio respaldó su Administración, manifieste ahora que “atravesamos por uno de los momentos más críticos” de la historia reciente de Cartagena.