El pasado 13 de octubre, el gerente general de las Empresas Públicas de Medellín -EPM, Jorge Carrillo Cardoso, en declaraciones a Blu Radio, informó que “de manera voluntaria y acogiéndonos al Pacto por la Justicia Tarifaria vamos a reducirla a $799 para los meses de noviembre y diciembre. Esto se hace con una preparación que llevamos días y no como respuesta a nadie que nos amenace con guerra, porque la guerra de EPM y Afinia es contra la pobreza”.
Lo que se supo es que, en efecto, por petición del alcalde de Medellín, Daniel Quintero Calle, las directivas de EPM habían decidido disminuir la tarifa de $822 a $799 por kilovatio entre noviembre y diciembre de este año, es decir, bajar $23 por kilovatio entre un mes y otro (leer ‘Por decisión de directivas de EPM, tarifas de Afinia se reducirán $23 por kilovatio entre noviembre y diciembre‘).
Lo que no dijo Carrillo Cardoso es que tal decisión fue el resultado de un diálogo que tuvo Quintero Calle con su homólogo de Cartagena, William Dau Chamat.
Al menos, eso fue lo que informó, mediante un comunicado de prensa, el gobierno de ‘Salvemos Juntos a Cartagena’, que aseveró que Dau Chamat «sostuvo una conversación con el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, luego que el gerente de Afinia, filial de EPM, confirmara que no se acogerían a lo solicitado por el gobierno (…) con respecto a la rebaja de las tarifas de energía«, y que, tras dicho diálogo, Quintero reveló que «el próximo sábado se anunciará, en conjunto con la Presidencia de la República, la rebaja de las tarifas de energía en Afinia”.
Ni tampoco dio detalles el gerente de EPM del porqué, inicialmente, la empresa se negó a rebajar la tarifa, ni por qué, un día después, reversó su decisión. Varias de esas razones las habría de informar tres días después el diario El Colombiano en su nota ‘La historia de por qué EPM no rebajó la tarifa de energía‘ (hacer click).
Ni la Gerencia de EPM ni la Alcaldía de Medellín han dicho tampoco qué acordaron Quintero y Dau.
Quien sí lo dijo fue el alcalde de Cartagena, quien reveló -de acuerdo con el remitido – que fueron tres los acuerdos logrados (leer ‘Tres acuerdos se concretaron entre el Alcalde de Cartagena y el Alcalde de Medellín respecto al tema de las tarifas de energía‘).
Lo que no se ha dicho, ni en Medellín ni en Cartagena, es por qué el anuncio oficial de lo pactado, que se pensó realizar en la Ciudad Heroica, con bombos y platillos, este sábado 15 de octubre, no se llevó a cabo.
De acuerdo con fuentes estrictamente confidenciales, no se realizó el evento donde se les iba a informar a los cartageneros lo que pactaron Quintero y Dau porque las revelaciones de El Colombiano inquietaron a altos funcionarios tanto nacionales como de Medellín y Cartagena.
Según dichas fuentes, ni en Bogotá ni en las capitales de Antioquia y Bolívar cayó bien que se filtrara que la decisión de EPM se debió, entre otras razones, a las afugias de la Alcaldía de Medellín por el atraso de la entrada en operación de las turbinas 1 y 2 de Hidroituango.
Y, además, a los ‘ruidos’ que han comenzado a oírse en torno a la instalación de 15 mil paneles solares por parte de Afinia, una de las filiales de EPM.
El hecho es que, de acuerdo con un trabajador de planta de la Alcaldía de Cartagena que pidió reserva de su nombre, tras la conversación de los alcaldes Quintero y Dau «este le ordenó a varios de sus colaboradores más cercanos que organizaran una reunión con por lo menos 500 personas, para que el anuncio de la rebaja de las tarifas tuviera impacto en la opinión pública local y nacional«.
Lo que no dijo la fuente es si la reunión que comenzó a organizarse, y que finalmente no se realizó, era además una plataforma para eventuales aspiraciones políticas, teniendo en cuenta que, de acuerdo con lo que se asegura en corrillos y otros escenarios, al alcalde de Medellín le suena una eventual candidatura a la Presidencia de la República, pero además, conjuntamente con el senador Álex Flórez Hernández, tendría un alfil para una posible aspiración a la Alcaldía de Cartagena.
El hecho es que, así como se han conocido otros hechos relacionados con EPM y su filial Afinia, debería saberse por qué la anunciada reunión en Cartagena, prevista para el pasado sábado, se debió cancelar. O si solo fue aplazada ‘hasta nueva orden’.
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