Todo indica que el nuevo presidente de Colombia, Gustavo Petro Urrego, tiene claro que, a pesar de su victoria -legal y legítima – el pasado domingo, aún hay personas que tienen dudas sobre su talante.
En su concepto, por “las campañas de odio y de mentiras que han infundido por tantos años» en su contra, el líder del Pacto Histórico debió grabar y difundir un video en el cual se compromete a no buscar la reelección, a respetar la Justicia, a superar la crisis económica y social del país sin sacrificar a la ciudadanía, a garantizar el derecho a la propiedad privada y a luchar decididamente contra la corrupción. Y todo ello, dijo, para despejar las inquietudes que aún muchos colombianos tienen sobre él y así reestablecer la debida confianza.
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No obstante, aún hay quienes niegan que haya razones para tener dudas sobre si -finalmente – Petro podrá cumplir todas sus promesas de campaña.
Y, más grave aún, que algunos de los más entusiastas seguidores del presidente electo se resistan a admitir que por el entonces candidato votaron no solo ellos sino también innumerables líderes políticos de diversos partidos y movimientos.
Todo indica, por lo visto, que así como se ha documentado durante décadas la existencia de ‘furiuribistas‘ (fanáticos seguidores del expresidente Álvaro Uribe Vélez, que son capaces de negar hasta hechos sobre los cuales sobre los cuales se han proferido hasta condenas judiciales), así mismo hay ‘furipetristas‘ que niegan absolutamente todo lo que crean podría afectar la imagen de Gustavo Petro.
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