“Morillo entró el 6 de diciembre a una ciudad cuyos defensores más decididos la habían abandonado desde el día anterior. Encontró a Cartagena sembrada de muertos de hambre, con una atmósfera corrupta que hacía difícil respirar”. El Sitio de Cartagena por el General Pablo Morillo en 1815, de Rodolfo Segovia Salas.
Por Danilo Contreras Guzmán *
MACROPROYECTO DE PROTECCIÓN COSTERA DE CARTAGENA
El breve pero dramático fragmento del relato de la introducción nos sirve para rememorar el origen del macroproyecto que nos ocupa en esta nota, pues por razón de la conmemoración de aquellos acontecimientos históricos, el Congreso de la República promulgó la Ley 1784 de 2016, “Por medio de la cual la Nación se asocia a la conmemoración del bicentenario del sitio de Cartagena de Indias – Ciudad Heroica y exalta la memoria de los cartageneros que resistieron 105 días”.
En esta ley se enumeraron una serie de iniciativas e infraestructuras que deberían ser gestionadas financieramente por la Nación, entre los cuales se menciona la Protección Costera que en la actualidad cobra mayor importancia estratégica ante la inminente amenaza que significan los efectos del cambio climático para una ciudad como Cartagena de Indias.
La obra, cuyo valor asciende a unos $160 mil millones en sus dos fases, tiene por objetivo “aunar esfuerzos técnicos, operativos, logísticos, administrativos y financieros para realizar las acciones conducentes y necesarias para mitigar y prevenir la erosión costera en la zona del litoral del distrito de Cartagena de indias, entre la UNGRD/FNGRD y el distrito Turístico y Cultural de Cartagena de Indias” y “comprende desde el túnel de Crespo hasta el espolón Iribarren en el barrio El Laguito, en el extremo sur de la costa de Bocagrande, a lo largo de la franja costera de la Av. Santander y la Carrera 1era de Bocagrande”.
Pues bien, luego de varios años de idas y venidas después de promulgada la Ley del Sitio, la plata apareció por parte de la Nación ($100 mil millones) y, en consecuencia, los recursos de contrapartida del Distrito de Cartagena ($60 mil millones) que constituyen el presupuesto inicial de la obra. https://proteccioncosteracartagena.co/presupuesto/
El macroproyecto tiene una importancia estratégica vital para la ciudad si se considera que diversos grupos científicos han determinado que “Desde 1950 el nivel del mar ha subido de manera constante en Cartagena. Hoy su tasa de ascenso es la segunda más alta de todo el Caribe, después de Haití, y es tres veces mayor que la de Panamá, su vecino geográfico y geológico. Cada año el nivel aumenta 7 milímetros (mm), de los cuales el cambio climático solo es responsable de 3,2 mm”.
Justo por esa razón, la ciudad NO puede equivocarse en la realización de estas obras.
Sin embargo, son muchas las inquietudes e irregularidades que han surgido en el proceso de contratación y que, a mi modo de ver, no han tenido la suficiente discusión en la opinión pública local, pese a la publicación de conceptos profesionales autorizados que más parecen voces pregonando en el desierto, pues suele suceder que cuando una obra de esta magnitud está ‘cuadrada’ y tiene financiación; inexorablemente debe ejecutarse, no importa si subsisten elementos que ponen en tela de juicio algunos aspectos técnicos y legales.
Es importante resaltar el interés mostrado por la vicepresidenta de la Nación, Marta Lucía Ramírez, en el proyecto, conforme lo ha conocido la opinión pública en Cartagena, y que se evidencia en declaraciones publicadas en el portal de la UNGRD: “En este sentido, la vicepresidente y canciller Marta Lucía Ramírez, quien ha sido la líder para sacar adelante este proyecto de mitigación al cambio climático, llegó hoy hasta la capital del Bolívar y sostuvo un encuentro con el alcalde de Cartagena William Dau, el director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo, Eduardo José González; la Procuraduría, el contratista y el interventor, y autoridades de La Heroica, para determinar las acciones que vendrán a partir de este momento para el proyecto”.
Por su parte, como era de esperarse, el doctor William Dau Chamat expresó a la prensa local “que el alcalde no firmará el contrato si el consorcio que se seleccione está constituido por empresas con investigaciones u observaciones de los entes de control” (leer ‘William Dau condiciona firma del contrato de protección costera‘).
Así las cosas, cualquier ciudadano desprevenido podría confiar en la realización cabal de un proyecto de la importancia de las obras de Protección Costera, considerando la presencia de la vicepresidenta y alcalde vigilando de cerca los detalles de la adjudicación y ejecución de la iniciativa.
Pese a lo anterior, las cosas parecen que no han salido del todo bien, considerando los hechos que se tratan en este escrito.
En esta nota solo haré referencia somera a algunos aspectos que, en mi humilde opinión de ciudadano común y silvestre, deben encender todas las alarmas en la ciudad.
PATRIMONIO EN RIESGO
El pasado 5 de diciembre Revista Metro recogió una denuncia que hicimos pública a través de un audio, en la cual reseñamos la grave advertencia que el director de Patrimonio del Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena -IPCC-, Alfonso Cabrera Cruz, presentó ante el Comité de Patrimonio del Distrito, entidad especializada encargada de asesorar al Gobierno Distrital en el manejo, administración y control de los bienes que forman parte del patrimonio histórico y cultural de la ciudad.
Las inquietantes observaciones expuestas por Cabrera Cruz ante el Comité de Patrimonio determinaban que las obras de la segunda fase del proyecto de Protección Costera afectarían “sin duda alguna”, anotó el funcionario textualmente, el conjunto de obras monumentales del Centro Histórico de Cartagena de Indias, declarado Patrimonio Universal de la Humanidad por la UNESCO; en especial «la Escollera o Dique de la Marina” que es una estructura del Siglo XVII de incuestionable valor arqueológico y patrimonial, ubicada bajo el mar, a un costado del cordón de muralla de la marina, justo a la altura de la curva de Santo Domingo, en la avenida Santander de esta ciudad (leer ‘«Jefe de Patrimonio del IPCC advirtió que obras de la Protección Costera afectarán el patrimonio material de la ciudad»‘).
El mencionado funcionario expuso además en su concepto que las posibles afectaciones podrán atribuirse al Estado en caso de no adoptarse las medidas del caso, y agregó, con un tono angustioso que se nota en la redacción del concepto, lo siguiente: “que quede claro, que es la NACIÓN con: la ANLA, MINCULTURA, ICANH, ALCALDIA DE CARTAGENA y otros múltiples entes, pues estarían arriesgando, el destino manifiesto del PATRIMONIO CULTURAL, si ellos, de su parte, quieren desconocer la pertinencia de estas observaciones y conceptos del comité técnico, deben entonces asumir esa responsabilidad”. (Ver facsímil del documento original).
Las recomendaciones hechas por el director de Patrimonio del IPCC fueron drásticas y consistieron en sugerir el retiro inmediato de la propuesta actual de las obras por inviables, patrimonial y ambientalmente. Asimismo, planteó que los diques a construir en la segunda fase del proyecto de protección costera se edificaran a la distancia legal mínima de 100 metros de la escollera real, entre otras medidas.
Vale anotar que el concepto técnico rendido por el director de Patrimonio del IPCC, quien funge como secretario técnico del Comité de Patrimonio del Distrito, con voz pero sin voto, no es obligatorio para los restantes miembros del comité.
A la fecha de la publicación de esa denuncia en el portal Revista Metro: 5 de diciembre de 2021, no habíamos tenido acceso a la decisión adoptada por el Comité Técnico de Patrimonio, luego de que este hubiese deliberado sobre el concepto del director de Patrimonio del IPCC, de manera que, considerando la gravedad y nivel especializado del asunto, formulé derecho de petición dirigido al Comité, con el fin de obtener copias de las actas en que se consignó la opinión definitiva de la referida instancia especializada.
Pues bien, en respuesta a mi derecho de petición nos fue remitida copia del oficio IPC-OFI-0003836-2021, de fecha 1º de diciembre de 2021, dirigido a la directora de Valorización Distrital, doctora María Isabel Lugo Pulecio, contentivo de “NOTIFICACIÓN CONCEPTO DE COMITÉ TÉCNICO DE PATRIMONIO PROYECTO DE PROTECCIÓN”.
El documento que atestigua las decisiones adoptadas por el Comité Técnico de Patrimonio del Distrito profundiza las dudas relativas a posibles irregularidades que se presentan en la implementación del Proyecto de Protección Costera y las posibles consecuencia que tales obras pueden causar al patrimonio monumental de la ciudad.
Lo primero que habría que resaltar es que se lee en el referido documento que la naturaleza o “categoría” de la intervención constituida por el proyecto de marras se define como “RESTAURACIÓN MONUMENTAL ZONA DE INFLUENCIA CENTRO HISTÓRICO ESCOLLERA DE LA MARINA”. Esto resulta ser de la mayor importancia si se considera que el artículo 11 de la Ley 1185 de 2008 que determina el “Régimen Especial de Protección de los bienes de interés cultural”, señala en uno de sus apartes que “La intervención de un bien de interés cultural del ámbito nacional deberá contar con la autorización del Ministerio de Cultura o el Archivo General de la Nación, según el caso. Para el patrimonio arqueológico, esta autorización compete al Instituto Colombiano de Antropología e Historia de conformidad con el Plan de Manejo Arqueológico”.
Pese a lo anterior, en el oficio IPC-OFI-0003836-2021, de fecha 1º de diciembre de 2021, dirigido a la directora de Valorización Distrital, María Isabel Lugo Pulecio, se hace constar que para los efectos del concepto que ha rendido el Comité de Patrimonio del Distrito NO se aportaron copias de ninguna resolución o documento legal, de lo que se desprende que no se allegó al Comité la documentación alusiva a la autorización que el Ministerio de Cultura debe expedir en casos como este, conforme a la preceptiva legal citada.
Ahora bien, el concepto describe la naturaleza del bien patrimonial que se encuentra en riesgo en los siguientes términos: “La Escollera de la Marina es una estructura de defensa sumergida que fue construida en el Siglo XVII por el Ing. Antonio De Arévalo con el fin de solucionar los problemas de afectaciones por inundaciones que padecía la ciudad de Cartagena por más de dos siglos. La escollera de la Marina garantizo para siempre la seguridad de la «muralla de la mar del Norte», librando a la ciudad del peligro de las inundaciones con que tantas veces la amenazaron los furiosos «nortes» ** tomado del libro Cartagena de Indias puerto y Plaza fuerte. Marco Dorta Pág. 251. Siendo así, “La Escollera de la marina” es un dique que aún hoy está funcionando y que hay que proteger. En esta planimetría la estructura está localizada aproximadamente a 100 metros de la muralla como se aprecia en las siguientes imágenes”. (Ver Oficio IPC-OFI-0003836-2021 de 1 de Noviembre de 2021).
Más adelante, entre otras consideraciones técnicas, el Comité sugiere que “Al hacer el ejercicio de ubicar los rompeolas a 80 mts de la muralla distancia (línea roja) se observa que la propuesta estaría encima de la escollera causándole afectación, por tanto la localización sugerida para los rompeolas debe ser mínimo a 200 mts (línea azul) de distancia del dique o monumento sumergido para preservar su área de influencia según lo establece el POT y el PEMP MURCA (PEMP de murallas y Castillo de San Felipe)”. (Ver Oficio IPC-OFI-0003836-2021 de 1 de Noviembre de 2021).
Más inquietante aún resulta la lectura del siguiente aparte del concepto del Comité: “La propuesta de los rompeolas deberá atender las recomendaciones del PEMP MURCA y del POT/Decreto 0977 de 2001, pág. 144, Articulo 415 que determina: “límites del Centro histórico y su área de Influencia” en donde determina que se deben respetar con respecto al paramento del respectivo monumento una línea imaginaria de 200 metros lineales del mismo, paramento este que no se estaría preservando ya que según la propuesta, las estructuras están ubicadas exactamente sobre la escollera causándole afectación directa. Por lo anterior, el comité indica que esta propuesta no ha dado solución al riesgo e impacto sobre el dique sumergido; por tanto, se considera que existe afectación directa a la Escollera de la Marina, (patrimonio arqueológico/defensa subacuático)”.
Y textualmente advirtieron los expertos: “La propuesta de protección Costera aún no ha cumplido la instancia distrital y una vez se cumpla deberá pasar por la revisión del Ministerio de Cultura”, documentos legales contentivos de autorizaciones que no se hicieron llegar al comité para efectos del concepto, según quedó visto arriba.
Y más adelante se advierte reiterativamente que “Con base en los anteriores análisis se considera que existe afectación directa a la Escollera de la Marina (patrimonio arqueológico/defensa subacuático) que fue construida hace 3 siglos por Antonio De Arévalo precisamente para mitigar el impacto del “Mar del Norte”, o desde el mar abierto sobre el frente de murallas y se además se considera que es posible se afecte el cordón murallas y sus zonas aledañas”.
Cabe destacar que el Comité consigna duras criticas a los conceptos rendidos por la Universidad del Norte en relación con la viabilidad patrimonial del proyecto de Protección Costera, el cual fue contratado por Valorización Distrital.
Finalmente se dejan consignados los interrogantes que se transcriben aquí: “INTERROGANTES: PROPUESTA EN LA ZONA DEL CENTRO HISTÓRICO. ¿PLAYAS O AMUEBLAMIENTO? ¿Cómo son las obras de protección marginal, existe modelación de la protección marginal? ¿qué altura ganarán los rompeolas propuestos? ¿generarán playas? ¿una zona de aguas más tranquilas? ¿qué mobiliario se propone? ¿hay adecuación del borde paralelo a la actual avenida? ¿Cómo es el mejoramiento del entorno? Solo se menciona el drenaje pluvial en la zona de Bocagrande, ¿cómo será el de la zona afectada en el centro? ¿El mangle nativo de qué especie es, creará una pared verde o permitirá ver la línea del horizonte? ¿Cómo es este manejo ambiental? ¿Cómo es la protección costera en el tramo sin playas? ¿Dónde se localiza la Re-vegetalizacion de mangle nativo 560 mts? (¿En playa 6?)?”.
Dada la gravedad de los hechos denunciados, un experto particular consultado por el suscrito manifestó: “Si con el caso del Edificio Acuarela está en peligro la declaratoria de patrimonio universal de la Unesco de la ciudad, con el caso de La Escollera Sumergida podemos despedirnos de ese título que nos ha dado a conocer en el mundo como un destino turístico”.
DINERO ARROJADO AL MAR
Han sido múltiples los cuestionamientos técnicos formulados al proyecto en cuanto a sus deficiencias relativas a la efectividad y eficiencia de la obras a la hora de proteger a la ciudad contra los fenómenos del Cambio Climático y la elevación de mareas que los científicos han previsto para los próximos años.
El portal ‘La Contratopedia Caribe’, al reseñar los reparos técnicos al proyecto, señaló: “una empresa neerlandesa, que inicialmente mostró interés en el proceso de contratación, desistió de enviar una cotización formal tras leer las condiciones (…). La razón es relativamente simple: luego de analizar, detenidamente, el proyecto desde sus aspectos técnicos, financieros y jurídicos llegamos a la conclusión de que el mismo no es viable, incluso para una empresa que como nosotros lleva tanto tiempo haciendo este tipo de obras”, dijo Jurgen Nieuwenhoven, gerente regional y representante en Colombia de Van Oord Dredging Contractors (leer ‘“El Proyecto de Protección Costera no es viable”: Jurgen Nieuwenhoven‘).
Por su parte la Procuraduría Ambiental, citada por el mismo portal, dejó consignado lo siguiente en cuanto a las falencias técnicas y tropiezos del proyecto: “en la primera respuesta entregada por la UNGRD se mencionó que los estudios fueron evaluados por otras universidades y entidades tales como la Universidad del Sur de la Florida, Sociedad de Ingenieros y Arquitectos de Bolívar, Centro de Investigaciones Oceanográficas e Hidrográficas del Caribe, y la Autoridad Marítima Nacional–DIMAR, pero además de esta afirmación, no se hizo entrega de los soportes de dichas evaluaciones externas”. El presidente de la Sociedad de Ingenieros y Arquitectos de Bolívar -SIAB – salió inmediatamente a aclarar que “el gremio nunca tuvo participación como supervisor o interventor del proyecto y mucho menos avaló el mismo. El hecho de que nuestro gremio hubiera servido como escenario para la socialización del mismo, en ningún momento nos hace responsables de las irregularidades que, en su estructuración, se cometieron”.
Con respecto a la participación de la Universidad del Sur de la Florida como “evaluador” de los diseños, causa curiosidad el hecho de que el informe de la SIC y la SIAB apunta como una falla que no había una justificación para que se hubiera propuesto el rompeolas enfrente de la ciudad amurallada, dado que el representante de la Universidad del Sur de la Florida (que participó en las mesas de trabajo) coincide más o menos con esta apreciación al haberse opuesto fervientemente a estas estructuras propuestas al considerarlas agresivas, por lo que sugirió que se reemplazaran por unas más amigables ambientalmente.
Pues bien, todos esos cuestionamientos parecen tener ratificación en el pronunciamiento oficial del Comité Técnico de Patrimonio del Distrito, que asesora y reporta al alcalde de la ciudad en materia de bienes de interés patrimonial, el cual, en respuesta al derecho de petición elevado por el autor de esta nota, remitió además copia del oficio IPC-OFI-0003817-2021 de 29 de noviembre de 2021, en el que se dejan consignadas otras observaciones, entre ellas las siguientes:
“4. En la propuesta Comité no detecta el beneficio que va a tener este sector de murallas con la construcción de estos tres espolones por lo que infiere que es una obra de conservación y creación de playas más que de defensa costera ya que no hay un estudio hidrodinámico que determine el comportamiento del oleaje con relación a los rompeolas en el área a intervenir y considera que el rompeolas solo defenderá de un impacto pero no mitigara el problema mayor que es la inundación que va a generar el cambio climático hacia el Centro Histórico 5. El efecto de la protección costera sería el de evitar que el oleaje del mar erosione la línea de costa sin embargo no existe una propuesta integral para la protección del Centro Histórico por el tema del cambio climático que impactara negativamente a la ciudad puesto que así sucedió con la propuesta de espolones a lo largo del fuerte de San José que no soluciono el impacto por inundación y hasta la fecha sigue inundado pese a la construcción de espolones en su frente de costa, por lo que comité opina que estos rompeolas no mitigaran el efecto de la inundación de este Centro Histórico ya que las leyes física no cambian y este terraplén es poroso por tanto no impedirá que el agua siga su curso y el nivel del mar este en aumento ya que la avenida Santander está a un nivel más bajo que el mar por tanto la inundación persistirá, razones por las que Comité opina que se debe construir una obra de ingeniería de protección costera que además de mitigar los efectos del cambio climático también logre recuperar área que se pudiera emplear para el uso público. 6. La propuesta no tuvo en cuenta la reserva del área de influencia de la Escollera de la marina mínima de 100 mts frente a BIC culturales ya que hay un patrimonio sumergido que hay que preservar. 7. No hay un estudio detallado con perfiles, cortes plantas que muestren cómo será el planteamiento de los Rompeolas vs la Escollera sumergida”. (ver Oficio IPC-OFI-0003817-2021 de 29 de noviembre de 2021).
En resumidas cuentas, un ciudadano lego como el suscrito entiende que del concepto del Comité Técnico de Patrimonio del Distrito se colige que este megaproyecto estratégico de la ciudad NO sirve para los fines que fue concebido. En otras palabras, simple y llanamente, estamos arrojando el dinero al mar.
Lo que uno se pregunta es que, frente a tan evidentes cuestionamientos, cómo es posible que funcionarios de tan alto nivel, como la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez y el alcalde William Dau, no se hayan percatado de los graves peligros que se ciernen sobre el patrimonio monumental y arqueológico de la ciudad y sobre los cuantiosos recursos públicos que se están invirtiendo en el proyecto de Protección Costera.
Para resolver estos interrogantes nos hemos propuesto seguir adelante con estas averiguaciones, pues consideramos que son necesarias mayores explicaciones, atendiendo la magnitud de las implicaciones y consecuencias que podrían tener la posibles irregularidades e incumplimientos de requisitos legales en la contratación del macroproyecto.
Finalmente, como mero cartagenero inquieto por los escándalos que se han producido en los últimos días (con la presidenta del Concejo de la ciudad involucrada en un narco-escándalo y un alcalde dándose golpes de pecho como mártir de la lucha contra la corrupción en la ciudad, pero recurriendo a un repertorio demagógico de vulgaridades contra las entidades de control, con el cual podría competir en cualquier arrabal, e incitando a la ciudadanía a tomar vías de hecho dependiendo de la naturaleza de las decisiones que puedan adoptar tales organismos), debo declarar que me reconforta el valor civil y el profesionalismo con que los miembros del Comité Técnico de Patrimonio del Distrito han asumido el cumplimiento de sus funciones y deberes. En mi caso, me devuelven la esperanza en la ciudad, “el deber de la esperanza, la verosímil esperanza” de que hablara Borges.
Pero esa esperanza choca con una dura realidad, y es que es casi imposible creer que ni la vicepresidenta ni el alcalde se hayan dado cuenta de todas estas irregularidades.
PD 1. El Comité Técnico de Patrimonio es presidido por el alcalde mayor de la ciudad o su delegado, en este caso el señor secretario de Planeación, que imagino tendrá al tanto al burgomaestre respecto de todas estas circunstancias. El interrogante que surge es por qué tanto silencio.
PD 2. A tantos cartageneros para quienes el Centro Histórico es una especie de territorio vedado y que hace tiempos no lo visitan, debe informárseles que el proyecto parece estar llevándose por delante el patrimonio monumental y arqueológico de la ciudad está en marcha, muy a pesar de las objeciones que se han narrado, tal y como se ve en este video amenizado por la emblemática melodía de Carlos Vives, ‘La Fantástica:
Esperamos poder ofrecer más información en el futuro próximo.
* Abogado y especialista en Derecho Administrativo y Maestría en Derecho con énfasis en Derecho Público.