Por Carlos Almanza Agámez *
En Nueva York, el pasado 16 de julio, los miembros del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas -ONU – reiteraron su apoyo pleno y unánime al proceso de paz en Colombia, y reafirmaron su compromiso de trabajar en estrecha colaboración con Colombia para apoyar la implementación integral de “todos los aspectos del Acuerdo Final de Paz, incluyendo la reforma rural, la participación política inclusiva, las perspectivas étnicas, las disposiciones de género y la lucha contra las drogas ilícitas (…)”.
Fue también el llamado y una de las 40 recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos -CIDH, adscrita a la Organización de Estados Americanos -OEA, dirigidas al Estado Colombiano, luego de la visita de trabajo realizada por esta entre el 8 y 10 de junio de 2021, a partir de reconocer que “las manifestaciones que comenzaron el 28 de abril se vinculan con reivindicaciones estructurales e históricas de la sociedad colombiana, que a su vez están consignadas en la Constitución Política de 1991 y los Acuerdos de Paz de 2016”.
Estoy convencido de que gran parte del actual estallido social que hoy vive Colombia se debe a la percepción creciente –derivada del discurso público – de la poca implementación del Acuerdo de Paz, y a la difícil y compleja construcción de una paz territorial, que en Cartagena y Bolívar tienen unas instancias que requieren todo el apoyo de la sociedad civil y la ciudadanía en general, como son los Consejos Regionales de Paz, creados junto al Consejo y al Comité Nacional de Paz por la Ley 434 de 1998, y que hoy, gracias al Acuerdo de Paz y al Decreto Ley 885 de 2017, se transforman en Consejos Territoriales de Paz, Reconciliación y Convivencia.
Precisamente, en la capital de Bolívar, el Acuerdo No. 0024 del 30 de diciembre de 2019 del Concejo Distrital creó el Consejo de Paz, Reconciliación, Convivencia y Derechos Humanos en Cartagena, el cual que tiene la virtud de constituirse en una instancia funcional de coordinación y cooperación entre la institucionalidad y la sociedad civil, para asegurar la construcción de paz en el territorio.
Así se concibió desde su discusión y aprobación en el Concejo Distrital, y con ese ideal ha venido sesionando desde su instalación en el 2020, en medio de las dificultades y limitaciones propias de la actual pandemia, y gracias al esfuerzo de quienes, desde la Secretaría del Interior y Convivencia Ciudadana y desde algunos sectores activos de la ciudad, han puesto el empeño en que el Consejo cumpla su rol constitucional.
Para finales de este mes de julio (2021) está convocada la cuarta sesión ordinaria del Consejo Distrital de Paz, y este llamado afectuoso es a que todos los representantes de la institucionalidad que señala el referido Acuerdo Distrital, junto con los 22 delegados o miembros de la Sociedad Civil: iglesias o confesiones religiosas, organizaciones sindicales, gremios y empresarios, pescadores y campesinos, indígenas, comunidades afrodescendientes, negras, raizales y palanqueras, organizaciones de mujeres, de LGBTI, de población con discapacidad, de plataformas juveniles, movimientos estudiantiles, Juntas de Acción Comunal, del Consejo Territorial de Planeación, periodistas de medios masivos, así como de medios populares y/o comunitarios; organizaciones ambientales, del sector cultural, de la población víctima del conflicto, desmovilizados y reincorporados, del partido de los Comunes y, por supuesto, de las Instituciones de Educación Superior -IES – de la ciudad, cumplamos el deber moral, constitucional y legal de seguir sumando esfuerzos y recursos en aras de la Paz, la reconciliación, la convivencia, la promoción y el respeto a los Derechos Humanos en nuestros territorio.
Y ello es posible, constituyendo este escenario del Consejo Distrital de Paz en el punto de convergencia y comunicación de todos los demás comités que existen en el Distrito, mesas, instancias y mecanismos de participación en asuntos de paz, y de no estigmatización, que permita, además, convocar y transmitir al Gobierno Nacional y a la comunidad internacional las propuestas, necesidades, expectativas y preocupaciones en materia de construcción de paz territorial desde Cartagena, sus corregimientos y zonas insulares, siempre sobre la base del diálogo y la cooperación.
La Paz territorial es el camino, y hay que seguir apostando por ella.
* Profesional del Derecho. docente universitario, miembro delegado (e) en representación de las IES, en el Comité Permanente del Consejo de Paz, Reconciliación, Convivencia y Derechos Humanos de Cartagena de Indias.
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