La empresa agrícola Corteva, con el apoyo de Colectivo Traso y la Corporación Universitaria Rafael Núñez, le otorgaron un diplomado a 33 madres comunitarias que forman parte de los hogares comunitarios del Bienestar Familiar en el corregimiento de Pasacaballos. Las agentes educativas realizan el diplomado ‘Neurodesarrollo, aprendizajes y procesos educativos en la primera infancia’ en beneficio de 416 niños y niñas de 0 a 5 años.
El proceso formativo, que va hasta octubre de este año, consta de 10 módulos y actividades de acompañamiento virtual que es ofrecido por un grupo de 13 voluntarios de Corteva radicados en Colombia y México, quienes destinan parte de su tiempo a realizar mentorías a las agentes educativas para facilitar la apropiación de las herramientas digitales. Además, comparten saberes y experiencias en diferentes disciplinas del conocimiento a lo largo del proyecto.
Son más de 35 años los que lleva Margoth Gómez Mendoza trabajando por la primera infancia desde su rol como madre comunitaria del Hogar Comunitario ‘Mi Kiosko’, ubicado en la Unidad Comunera de Gobierno Rural de Pasacaballos, en Cartagena.
Durante su amplia trayectoria, esta mujer de 57 años edad ha demostrado su pasión por contribuir al crecimiento de los más pequeños de la comunidad, superando los retos en el camino. “Mi experiencia con los niños ha sido excepcional. A través de esta hermosa labor he visto cómo la educación inicial permite su desarrollo, preparándolos para la vida y cambiando su futuro”, comenta Margoth, quien forma parte de las 33 agentes educativas beneficiarias del proyecto de ‘Empoderamiento de mujeres’.
Dubis Ahumedo Bello, madre comunitaria del Hogar infantil ‘Rayitos de luz, quien también participa de esta iniciativa, destaca la labor de los voluntarios en el marco de este proyecto: “El trabajo de los voluntarios ha sido excelente, nos han acompañado y han estado prestos para apoyarnos en todo lo que necesitamos. Nos llena de mucha alegría, porque tenemos ahí al lado a nuestros mentores para asesorarnos y guiarnos, eso nos impulsa mucho y motiva. Gracias Traso y Corteva por esta gran oportunidad que ha llegado en el momento más oportuno a nuestros Hogares”.
Por su parte, Giselle Cervantes, responsable de Asuntos con las Comunidades de Corteva Agriscience en Colombia, señala que “para la Compañía es muy importante construir con y para las comunidades, es por esto que de la mano de Traso estamos generando procesos de mejoras continuas para estas madres comunitarias, fortaleciendo sus capacidades pedagógicas. De otro lado, el programa de voluntariado cobra una especial relevancia porque ponemos a disposición de las personas que lo necesitan todo nuestro talento y habilidades. Además, la experiencia es de doble vía ya que los colaboradores también podrán fortalecer competencias y habilidades tanto en el aspecto personal como laboral”.
Richard González, voluntario Corteva basado en México, expresa que “esta ha sido una experiencia muy enriquecedora. Hemos superando dificultadores como la distancia gracias a la tecnología, a través de la cual he realizado acompañamiento a las agentes educativas en cada una de las sesiones para obtener más contenido y poder ayudarlas mejor. La docente que dicta las sesiones ha sido increíble y estoy seguro que las participantes aprenderán tanto como lo estoy haciendo yo”.
Finalmente, para garantizar la participación y conectividad de las agentes educativas, se entregaron kits tecnológicos y planes de datos.