Por Carlos Ardila González *
Hoy, martes 30 de abril de 2019, se cumplen 20 años de la realización de la audiencia pública convocada por la Contraloría General de la República en el Centro de Convenciones Cartagena de Indias con el fin de instalar la Comisión de Auditores que debería llevar a cabo el Control Fiscal Excepcional solicitado por el Concejo del Distrito.
Ese día: viernes 30 de abril de 1999, fue «un día grande para la historia de Cartagena de Indias«, escribió meses después el escritor y periodista Óscar Collazos en su libro ‘Cartagena en la Olla Podrida‘, en el cual reseñó, con lujo de detalles, los escandalosos hechos de corrupción denunciados por varios dirigentes cívicos y decenas de ciudadanos del común durante la concurrida audiencia pública.
“Desde barrios y barriadas habían empezado a llegar grupos de humildes ciudadanos, líderes comunales y miembros de las incipientes Veedurías Ciudadanas que desde hacía unos pocos años hacían escrupuloso seguimiento a los actos irregulares o abiertamente delictivos de las administraciones distritales”, manifestó el destacado escritor, luego de lo cual destacó que “ese 30 de abril, Cartagena de Indias asistió al primer acto público de un proceso abierto por la ciudadanía a sus más altos dirigentes. Para nadie era un secreto que tres familias políticas, amarradas al palo del clientelismo, venían disputándose el botín de la ciudad, los puestos públicos, las contrataciones y un presupuesto irracionalmente dilapidado, como lo señalaría por esos días la conocida economista Carmenza Saldías, autora de un preocupante informe sobre la administración de la ciudad”.
Fueron más de ochenta denuncias, todas ellas documentadas y sustentadas por los ciudadanos denunciantes, de acuerdo con lo reconocido días después por Mery Luz Londoño García, la valerosa mujer que para la época ocupaba la Gerencia Regional de la Contraloría General de la República.
Además de Londoño García, jugaron un papel protagónico en el proceso fiscal que se abriría días después numerosos dirigentes cívicos, provenientes muchos de ellos de la Corporación Cívica de Líderes de Bolívar -Corcilibol, así como varios concejales, entre ellos el entonces presidente de la corporación, Nicolás Pareja Bermúdez, hoy director de El Universal, y Judith Pinedo Flórez, quien con el respaldo de la mayoría de los promotores del proceso sería electa años después alcaldesa de Cartagena. Y -además – el entonces director del Programa Presidencial para la Lucha contra la Corrupción, Bernard Gilchrist Bustamante, y -claro está – el entonces contralor General, Carlos Ossa Escobar.
Aportarían igualmente a la promoción del proceso varios directivos del Capítulo Kalamarí de la Cámara de Júnior, quienes esa misma tarde, luego de finalizada la audiencia, invitaron a algunos de los denunciantes y otros líderes comunitarios a una reunión «con el fin de coadyuvar a la buena marcha del proceso que arrancó con las denuncias instauradas de manera pública por varios valerosos ciudadanos, y en lo posible constituir un comité permanente para la vigilancia del control fiscal iniciado por Contraloría«, de acuerdo con lo que expresaba el oficio citatorio.
La reunión se llevó a cabo en el salón Domingo López Escauriaza de El Universal, y en ella participaron, además de los directivos de Corcilibol, diecinueve de los denunciantes, entre ellos Milciades Garcés, Jorge Piedrahita, Felipe Vergara, William Dau y Francisco Castillo; y el entonces Zar Anticorrupción, Bernard Gilchrist, quien, entusiasmado con el éxito de la convocatoria, se comprometió a brindar apoyo institucional a los procesos de veedurías que se gestaran en Cartagena.
Tres días después: el lunes 4 de mayo, el entonces alcalde Nicolás Curi Vergara, quien el día de la audiencia pública se encontraba fuera de la ciudad, aseguró que todo fue un montaje de la oposición, y señaló que los denunciantes «estaban resentidos porque no se les había podido atender con contratos y otras peticiones«. En declaraciones a la prensa local, el mandatario justificó que solo esté contratando con unas pocas firmas, ya que el gobierno se ejerce «con los amigos y no con los enemigos«.
Ese mismo lunes, en horas de la tarde, en reunión sostenida en la sede del Consejo Distrital de Juventudes, 54 líderes cívicos y comunitarios, convocados -otra vez – por las directivas de Corcilibol, constituyeron las bases de lo que pasó a ser la Red de Veedurías Ciudadanas Cartagena de Indias, de la cual hicieron parte conocidos dirigentes como Danilo Contreras Guzmán, Eduardo Ugarriza Fontalvo y Tomás Batista Lamadrid, entre muchos otros.
Lo que dice la historia
La historia dirá que, como consecuencia de la auditoría realizada, inicialmente fueron suspendidos de sus cargos y privados de su libertad el alcalde Nicolás Curi Vergara, el contralor Evaristo Ujueta Amador y el personero José David Ramírez Barakat. Dirá igualmente que la mayoría de los procesos abiertos por la Contraloría, la Procuraduría y la Fiscalía fueron archivados, prescritos o fallados a favor de los denunciados. Que varios de los denunciantes, entre ellos algunos periodistas, cambiaron de bando y terminaron convertidos en defensores de oficio ¡quién lo creyera! de los funcionarios sindicados. Y que aunque Curi renunció a su cargo en medio de un mayúsculo escándalo, retomó el poder años después por voluntad popular.
Pero también deberá decir que por uno de los casos investigados: celebración de contratos sin el lleno de los requisitos legales, Curi fue finalmente condenado. Que tras la audiencia, el ejercicio del control social se fortaleció y hoy es una potente herramienta de participación ciudadana, aunque tenga en la actualidad alarmantes desvíos por la presencia de decenas de seudoveedores en los escenarios públicos. Que cuando Nicolás Curi aspiró por tercera vez se produjo una enérgica reacción en su contra, traducida principalmente en una votación en blanco sin precedentes. Y que, cuando se enfrentaron por la Alcaldía de Cartagena Juan Carlos Gossaín, respaldado por Curi y sus aliados políticos, y Judith Pinedo, mostrada como símbolo de la lucha contra la corrupción, esta obtuvo la victoria.
Lo que aún la historia no ha dicho, porque se trata de un proceso que aún está en desarrollo, es qué consecuencias tuvieron realmente en la conciencia ciudadana los sucesos que iniciaron el 30 de abril de 1999, hoy hace 20 años, cuando ante un sector de la opinión pública todo era blanco o negro, sin ningún tipo de matiz: por un lado los políticos corruptos y por el otro los impolutos empresarios.
Pero -con seguridad – comenzará a decirlo, particularmente luego de que, tras nuevos escándalos de corrupción, entre ellos los sonados casos de los sobornos de Odebrecht y las defraudaciones de Reficar, se estableciera que no todo es blanco o negro; que hay matices; y que en todo caso lo del empresariado impoluto es un concepto que se debe revisar.
LEA: ‘Y HOY, ¿DÓNDE ESTÁN LOS PROTAGONISTAS?’
* Director de Revista Metro
Contexto:
Carmen lara
Hoy dia, 20 años despues, la mayoria de los que ejercen la veeduria ciudadana y algunos periodistas, atacan o exaltan depende del dinero que le pasen los politicos. O sea los que denunciaban hoy tienen precio.
La vigilancia y control que por mision ejercen las IAS, tambien esta permeada por las cuotas. Son pura bulla.
La justicia es tan debil que lo que mas se oye es investigacion cancelada por vencimiento de terminos. A proposito??
Una elite politica en todos los espacios territoriales, que hasta dueños absolutos de la verdad se creen y un pueblo que como borregos les sigue envuelto en un manto de odio y de fanatismo politico sin precedentes.
Una sociedad local sin norte, desesperanzada e indiferente que participa en la debacle que hoy se encuentra Cartagena y que la situa a nivel nacional con bajos indices en casi toda medicion . … que nos pasa?? Hasta cuando?? Que encuentra la gente joven y los niños que van naciendo en esta ciudad?? Desde nuestro pequeño entorno tu y yo que hacemos, que trasmitimos, que ejemplo damos para que esto empiece a cambiar??? Reflexionemos y reaccionemos…aun estamos a tiempo!!
Jackson Becerra
La lluvia se antes de ayer arrastró basura y matorrales que estaban en las caoños hacia la ciénaga de la virgen