“Encantado, yo soy Ronald Reagan, presidente de los Estados Unidos. Usted no necesita presentarse porque todo el mundo sabe quién es Pelé” (frase del expresidente de Estados Unidos durante una de las primeras visitas que Pelé hizo a la Casa Blanca
Por Juan Camilo Ardila Durante *

En una era en la que no había televisión a color ni mucho menos celulares, un futbolista brasileño conquistó al mundo entre las décadas de los 50 y 70 gracias a los relatos de quienes tenían el privilegio de verlo en una cancha. Ver a Pelé, supongo yo, era como tener a Superman frente a ti o ganarse la lotería en un domingo cualquiera. El debate sobre quién es el mejor futbolista de la historia lo sostienen con sólidos argumentos Maradona y Messi, pero donde no hay debate alguno es en el escenario en el que hablamos del más grande de todos tiempos. Ese partido no se puede disputar porque ‘O Rei’ simplemente no tiene rival.
Y es que es muy simple: Pelé es para el fútbol lo que Muhammad Ali es para el boxeo o Michael Jordan es para el baloncesto. Son los íconos por los que hoy esos deportes son bestialmente universales, especialmente el fútbol, en el que Edson Arantes do Nascimento se convirtió unánimemente en su primera gran estrella. “Antes de Pelé el fútbol era solo un deporte”, decía con sabiduría Neymar en la publicación que hizo en redes sociales para despedirse del ‘Rei do Futebol’.
Y no solo fue por su imponente potencia, velocidad endiablada, definiciones llenas de estética o remates cargados de veneno tanto con la derecha como con la zurda. Es que Pelé en un mismo día era capaz de ganarte un campeonato anotando tres goles, salir vivo de las terribles patadas de los rivales que buscaban frenarlo, darse una ducha después de la victoria y luego venderte una gaseosa en un comercial.
Además, Pelé es el más grande porque hacía hace 60 años las jugadas y goles que hoy les vemos hacer a las estrellas de la actualidad.
Y sumado a eso, Pelé se convirtió también en el rey del marketing sin tener Instagram ni Facebook. Con puro carisma el genio brasileño mezclaba sus exhibiciones en el campo con sus romances con el mundo de la televisión, la publicidad y el cine. Sí, Pelé fue hasta estrella en Hollywood gracias a su participación en la película ‘Escape a la victoria’, dirigida por John Huston y protagonizada por estrellas de mucho renombre como Michael Caine, Sylvester Stallone y Max von Sydow.
De Edson a Pelé
Pero ahora rebobinemos este cassette y hablemos un poco sobre la vida del Rey.
Edson Arantes do Nascimento nació en Tres Corazones, en el estado de Minas Gerais, el 23 de octubre de 1940. «Llegué a pasar hambre”, contaba años después aquel niño ya convertido en adulto, refiriéndose a aquella época.
Lo llamaron Edson «como al científico de la lámpara«, Thomas Alva Edison.
El apodo de Pelé llegaría mucho tiempo después, a raíz de una mala pronunciación que él mismo reconoce que tenía cuando se refería a un portero del Vasco de Gama que además fue el guardameta de Brasil en el histórico Mundial de 1950.
«Yo hablaba siempre de Bilé. Era mi ídolo. Con mi acento mineiro, cada vez que decía su nombre sonaba parecido a ‘Pelé’. Por eso desde entonces, desde aquella época en la que yo estaba en la escuela, mis amigos comenzaron a llamarme Pelé«, dijo una vez.
La promesa a su papá luego del Maracanazo

El idilio de Pelé con los Mundiales comenzó mucho antes que en el mítico año 1958. Sucedió ocho años atrás, exactamente el 16 de julio de 1950, cuando era un niño de tan solo 9 años. Dondinho, su padre, lloró desconsoladamente en la aldea donde vivían cuando escuchó por la transmisión radial que la selección de Brasil, que necesitaba tan solo un empate ante Uruguay para conquistar su primera Copa del Mundo, había perdido el partido 1-2.
Dondinho, como seguramente la mayoría de brasileños, sufrió con mucho dolor el famoso Maracanazo, la peor tragedia futbolística en la historia de Brasil. Edson ese día vio llorar por primera vez a su papá, un insólito hecho que lo conmocionó y que produjo que aquel pequeño le hiciera a su papai una promesa especial:
«No llores, papá, que yo haré a Brasil campeón del mundo«, dijo Edson, que en ese momento se ganaba unos centavos lustrando zapatos. Su papá lo abrazó con ternura y paró de llorar, seguramente sin siquiera suponer que las palabras de consolación de su niño eran en realidad el spoiler más feliz en la historia del fútbol.
Claro, ganar un Mundial, y más después de esa durísima derrota, parecía una quimera.
Pero antes de que se produjera lo inevitable Pelé tenía que batir precozmente varios récords: a los 15 años logró su primer gol en primera con su amado Santos. Un año después, con 16, Pelé ya era ídolo nacional.
En 1957, el muchacho ya era titular del Santos y fue el goleador del Campeonato Paulista. Vicente Ítalo Feola, el entrenador de Brasil, no podía dejar de convocar para el Mundial de Suecia a ese niño que ya era todo un prodigio. Mário Zagallo explicó que los más veteranos del equipo se sorprendieron enormemente cuando llegaron a la concentración y vieron al pelao del Santos entre los convocados: “Yo, Nilton Santos, Garrincha, Vavá o Didi no le conocíamos. No tenía ni idea de quién era. Pero rápidamente él nos enseñó a todos por qué estaba ahí”.
Y con tan solo 17 años Pelé también sorprende al planeta entero y consigue lo más importante para él: cumplirle la promesa a su padre. Y no solo es que hubiese sido clave para su selección, sino es que con su corta edad fue la figura absoluta del equipo. Contra Francia, en semifinales, anota tres goles. Y en la final conquista, además del título, la inmortalidad.

Pelé, que en ese torneo se convirtió en el jugador más joven en anotar en un Mundial (récord que aún sigue siendo suyo), brilló en la final que le ganaron al local, Suecia, 5 a 2. Si tú, que estás leyendo esta nota recuerdas alguna imagen del Mundial del 58, sabes que no puede ser otra que la obra de arte que Pelé se inventa cuando en el área pequeña de Suecia el astro brasileño baja el balón con el pecho para luego hacer el más maravilloso de los sombreros a un defensa y definir con maestría sin siquiera permitir que la pelota rozara el césped. El niño se convierte en mito con ese gol antológico que seguramente sea el más hermoso de los que se han anotado alguna vez en una final mundialista.
Pelé hace feliz a su padre y a una enorme nación futbolera que aún no había logrado lo que más quería. Ese título histórico en Suecia 1958 es el primero y único hasta ahora de una selección no europea en aquel continente. Además, Pelé sigue siendo a día de hoy el jugador más joven en anotar en una final del mundo y en ser campeón del torneo más importante de todos.
Pero Pelé, ya siendo el ídolo absoluto de Brasil con el título del Mundial, no había terminado su adolescencia. Y a los 18 años prestó el servicio militar.

En el Mundial de Chile 1962, Pelé juega la fase de grupos pero se lesiona gravemente ante Checoslovaquia. El equipo, pese a su ausencia, conquista su segundo mundial con el liderazgo del otro megacrack de aquella selección, un tal Garrincha. Pelé obtiene así su segundo mundial.
De la debacle en Inglaterra 1966 a construir la mejor selección de la historia en México 1970
Pelé y Garrincha como las figuras en la delantera y jóvenes promesas como Gérson, Tostão y Jairzinho. Y sumado a ellos, el regreso del entrenador de 1958, Vicente Feola, a los banquillos. ¿Qué podía salir mal para Brasil en la conquista de su tercer mundial? Todo.
Tras una mala preparación en la que hubo una larga gira por todo el país, Brasil sumó apenas un triunfo en el Mundial del 1966. En el primer partido, ante Bulgaria, la ‘canarinha’ vence 2 a 0 y ese juego sería el último en que estuvieran juntos Pele y Garrincha. Pelé se lesionó y no pudo estar ante Hungría en el segundo partido mundialista y Brasil cayó derrotada 3 a 1. La figura brasileña alcanzó a recuperarse a tiempo de su lesión para jugar ante la Portugal de Eusebio en un partido que iba a ser decisivo.
Si queremos hablar sobre cómo era el fútbol de antes, deberíamos revivir las imágenes de este partido. Por culpa de la connivencia del árbitro, Pelé fue víctima de una cacería de los defensas portugueses, quienes lograron el objetivo: sacar de la cancha a la gran figura de Brasil. Portugal ganó 3 a 1 y la selección brasileña, sorprendentemente, quedó eliminada en la fase de grupos. A día de hoy sigue siendo la última vez que Brasil cae tan temprano en un Mundial.
Pelé estaba hundido anímicamente y expresó que su etapa con la selección había terminado. Transcurrieron tres años en el desierto para la entonces dos veces campeonas del mundo. Sin embargo, la Confederación Brasileña de Fútbol el 4 de febrero de 1969 anuncia una decisión radical: contratar al carismático periodista João Saldanha para que dirigiera la selección.
Fue entonces cuando nació un equipo plagado de jugadores con muchísimo talento. Comandados por Pelé, se sumaron Carlos Alberto Torres, Gérson, Jairzinho, Tostão y Rivellino. La Brasil de Saldanha ganó los seis partidos de la clasificación para el Mundial del 70, con un promedio de casi cuatro goles por partido (marcó 23 tantos). Sin embargo, dos meses antes de que iniciara el torneo, Saldanha deja la selección por su vinculación con el Partido Comunista y su postura crítica contra el régimen militar que tenía su país en aquella época.
Pese a ese golpe que produjo la salida del entrenador, la federación rápidamente nombró al ‘Lobo’ Zagallo, ahora entrenador, para que dirigiera al equipo en el mundial. Con inteligencia el nuevo seleccionar decidió tocar poco lo que estaba funcionando y vaya si acertó: Pelé, a sus 29 años, junto a sus compañeros se exhibieron partido tras partido, anotando 19 goles en seis partidos y produciendo algunos de los goles y jugadas más hermosas en la historia de los mundiales, como aquella extraordinaria combinación entre todos los jugadores, con un pase final y sin mirar de ‘O Rei’ para la anotación de Carlos Alberto en el cuarto gol de Brasil en la final ante Italia.
En México todos hablaban sobre Pelé y la gente quería disfrutar del primer mundial que iba a retransmitir imágenes a color. El superhéroe estaba en tierras aztecas y podían verlo quizás por última vez allí. Quien estaba trabajando, dejaba de hacerlo y quien estaba estudiando, vaya si habrá tiempo para hacerlo luego. Ver a Pelé para los mexicanos se convertía en algo sagrado. Además, el astro brasileño tenía entre ceja y ceja despedirse a lo grande del que iba a ser su último mundial.
“Pelé estaba muy decidido a levantar por tercera vez la Copa Jules Rimet. Era como si supiera que este era su destino. Parecía un niño esperando la Navidad”, contaba Mário Américo, masajista de la selección brasileña.

La ‘Brasil de los dieces’, que combinaba el talento por la izquierda de Rivelino, por la derecha de Gerson, por el centro de Tostao, con el aporte goleador de Jairzinho, sumando además la inteligencia, el liderazgo y el talento único de Pelé, que se movía por donde le diese la real gana, hizo historia ganando su tricampeonato mundial y, sobre todo, dejando el recuerdo feliz de haber tenido a un equipo maravilloso y seguramente irrepetible.
Pelé se alzó hacia el cielo, convirtiéndose en el primer jugador -y único hasta ahora – en ganar tres mundiales.
¿Quién va a poder destronar al Rey si ganar un Mundial puede costar una vida entera (díganselo a Messi) y este hombre ganó tres?
Y otro elemento extraordinario del mito Pelé y que enmarca a la perfección su grandeza, es que incluso los goles que no fueron son historia del fútbol. Como aquel disparo detrás de la mitad de cancha ante Checoslovaquia que no entró por milímetros…
…O el cabezazo en el partido contra Inglaterra que nos regaló una de las paradas más espectaculares de la historia, por parte de Gordon Banks.
…O el regate maravilloso al portero uruguayo Mazurkiewicz, que terminó en un remate que no entró por un verdadero milagro.
Una carrera inmejorable, un luchador formidable

A Pelé le bastaba con sus tres mundiales para lograr el puesto que tiene en el Olimpo de los más grandes deportistas de la historia. Pero él quiso más y por eso ganó 10 campeonatos paulistas, 6 ligas brasileñas, 2 Copa Libertadores y 2 Intercontinentales con Santos.
En Estados Unidos ganó una NASL y el título liguero de aquel momento.
Pelé, según los datos oficiales, anotó 1.283 goles en 1.367 encuentros, entre oficiales y amistosos, durante sus 21 años como futbolista profesional.
Así celebró su gol número 1.000.
Tras anunciar su retiro en 1975, Pelé se fue a Estados Unidos para jugar en el Cosmos. El 1 de octubre de 1977 a los 36 años, Pelé se despidió definitivamente del fútbol ante 75 mil espectadores en Nueva York.
Recibió innumerables distinciones, incluyendo el trofeo a Mejor Deportista del Siglo XX por parte de la revista L’Équipe y el Comité Olímpico Internacional (COI).
Pelé tuvo además tal preponderancia en el planeta que llegó a parar una guerra: en 1967 estalló el conflicto entre Nigeria y Biafra, una región que luchó por la independencia.
Dos años después, en 1969 el Santos de Pelé visitó el país para jugar 2 amistosos. Acordaron un alto el fuego para disfrutar al Rey.
«Durante 72 horas, el fútbol fue más importante que la guerra«.
Pelé se nos fue ayer físicamente, a sus 82 años y siendo maltratado injustamente por un cáncer de colon. Por fin ya está descansando el cuerpo de un hombre que ya hace muchos años conquistó la eternidad.
Ahora nos queda disfrutar de sus historias, de sus jugadas y goles rescatados en imágenes y de explicarle a las nuevas generaciones lo más importante de todo:
El fútbol es lo que es hoy gracias en buena parte a Pelé. No se puede entender a este deporte tan maravilloso sin la enorme contribución de quien es y será por siempre el más grande de todos.
Pelé produjo la transición de un deporte parcialmente seguido en muchas partes del mundo a ser el más amado y practicado en todo el planeta.
Mientras Maradona y Messi hacían las jugadas que soñamos con hacer cuando éramos pequeños, Pelé hacía lo que ni siquiera pudiésemos imaginar.
Pelé fue el fútbol en sí mismo, recuerdo enamorado de quienes lo vieron jugar y de quienes, aún no viéndolo en directo, sentimos que se nos ha ido una parte importante de nuestras vidas.
Quedan sus historias, sus leyendas, sus goles y jugadas. Y queda la pelota, esa que él hizo brillar como nadie.

Antología de frases sobre Pelé
- “La perfección no existe, pero Pelé estuvo más cerca de ella”. (Zito)
- “Pelé es una de las pocas superestrellas que contradijo mi tesis. En lugar de 15 minutos de fama, tendrá 15 siglos”. Andy Warhol, artista estadounidense creador del Pop Art
- “En la mente de muchos jugadores no pasa nada cuando se hace un movimiento. Un largometraje pasa por la cabeza de Pelé». (Nilton Santos)
- “Pelé es la figura suprema del fútbol. Como Garbo y Picasso, solo necesita un nombre”. (Daily Express, periódico londinense)
- “Pelé entró al campo con cuerpo, genio, alma y corazón. Desequilibró el mundo”. (Gylmar)
- “Pelé nunca será superado, porque es imposible tener algo mejor que la perfección. Lo tenía todo: físico, habilidad, control del balón, velocidad, potencia, espíritu, inteligencia, instinto, ingenio…” (Sunday Mirror, Londres)
- “Pelé no es rey por herencia. Su reinado no es uno de fuerza o leyes. No fue elegido ni designado, sino reconocido como el Monarca de esta democracia ideal y universal que es el fútbol”. (revista France Football)
- “¿Cuál es la diferencia entre Pelé y yo? Es simple. Yo era un experto y él era un genio”. (Leónidas da Silva)
- “En el momento en que la pelota cae en los pies de Pelé, el fútbol se convierte en poesía”. (Pier Paolo Pasolini, cineasta italiano)
- “Puedo ser un nuevo Di Stéfano, pero no puedo ser un nuevo Pelé. Él es el único que empuja los límites de la lógica”. (Johan Cruyff)
- “Después del quinto gol, quería aplaudirlo”. (Sigge Parling, defensa sueco encargado de marcar a Pelé en la final del Mundial de 1958)
- “Pensé: ‘Está hecho de carne y hueso, como yo’. Estaba equivocado.» (Tarciso Burnigch, defensa italiano que marcó a Pelé en la final del Mundial de 1970)
- “El mejor jugador de fútbol del mundo fue Di Stéfano. Me niego a catalogar a Pelé como jugador. Él está por encima de todo”. (Ferenc Puskas, leyenda húngara)
- “Subimos juntos, fuera de tiempo, a cabecear un balón. Yo era más alto y tenía más impulso. Cuando bajé al suelo, miré hacia arriba, perplejo. Pelé seguía ahí, arriba, cabeceando el balón. Se sentía como si pudiera permanecer en el aire todo el tiempo que quisiera”. (Fachetti, defensa italiano en la Copa México 1970)
- “Sentí miedo, un miedo terrible cuando vi esos ojos. Parecían los ojos de un animal salvaje, ojos que escupen fuego”. (Overath, jugador alemán en las Copas del Mundo de 1966 a 1974)
- “Maradona solo será un nuevo Pelé cuando gane tres mundiales y marque más de mil goles”. (César Luis Menotti, entrenador campeón mundial de Argentina en 1978)
- “Lo difícil, lo extraordinario, no es hacer mil goles como Pelé. Es marcar un gol como Pelé”. (Carlos Drummond de Andrade, poeta brasileño)
- “En algunos países la gente quería tocarlo, en otros querían besarlo. En otros, incluso besaron el suelo que pisaba. (Clodoaldo)
- “Llegué con la esperanza de detener a un gran jugador, pero me fui convencido de que me había atropellado alguien que no nació en el mismo planeta que nosotros”. (Costa Pereira, portero del Benfica, sobre la derrota por 5-2 ante el Santos en la final del Mundial de Clubes de 1962)
- “Cuando vi jugar a Pelé tuve la sensación de que debía colgar las botas”. (Just Fontaine, el jugador que más goles ha hecho en una sola edición de la Copa del Mundo con 13 goles anotados en Suecia 1958)
- “A veces tengo la sensación de que el fútbol se inventó para ver a este fantástico jugador”. (Sir Bobby Charlton, mítico jugador inglés)
- “Pelé jugó al fútbol durante 22 años y durante ese tiempo hizo más para promover la amistad y la hermandad mundial que cualquier otro embajador”. (JB Pinheiro, Embajador de Brasil ante las Naciones Unidas)
- “Fuerza y belleza. Velocidad y precisión. La elasticidad y firmeza en el gesto que podría tener un bailarín.” (Oldemário Touguinho, periodista deportivo)
- “Pelé es un jugador especial, con él comenzó una nueva era en el fútbol”. (José Luis Garci, cineasta español)
- “Pele es un mito. Todo jugador que ama el fútbol tiene que aprender sobre él”. (Zvonimir Boban, exjugador croata)
- “Comparar a Pelé con cualquier jugador es imposible. Pelé es Pelé. Está en un nivel completamente diferente”. (Rivelino, campeón del mundo en México 70)
- “Pele es omnipresente. Es la referencia de Brasil. Donde quiera que esté en el mundo, cuando ven que soy brasileño, dicen: ¡Pelé!”. (Antônio Carlos de Almeida Braga, banquero brasileño)
- “¿Cómo se escribe Pelé? DIOS.» (The Sunday Times, periódico inglés)
* Director de Metro Joven y editor de Revista Metro