
Luego de que el Gobierno de Estados Unidos, por intermedio de su embajada en Colombia, advirtiera a sus conciudadanos que si piensan visitar Cartagena debían adoptar severas medidas de precaución, teniendo en cuenta los altos índices de inseguridad que sufre La Heroica, el alcalde William Dau Chamatt hizo un llamado a la tranquilidad y la calma ya que, según dijo, lo que han dicho «los gringos es que hay inseguridad, y eso es irrefutable, pero no dicen: ‘no viajen a Cartagena (…); lo que dicen es lo que diría cualquier buen padre de familia a sus hijos que se van de paseo: ‘¡oye, no te metas en los antros!, ¡no te metas donde hay violencia! (…), un turista no tiene por qué ir a meterse a un barrio tenebroso«.
Tras las declaraciones del burgomaestre, las reacciones en las redes sociales no se hicieron esperar.
Uno de los primeros cibernautas que se mostró indignado por lo que calificó como una «estigmatización» del mandatario fue el comunicador social Juan Diego Perdomo Alaba, quien le recordó a Dau Chamatt que en Cartagena «la mayoría de sus habitantes son de estratos 1, 2 y 3, ubicados en esos ‘barrios tenebrosos‘«, y que de los casi 110 mil votos que obtuvo el alcalde en 2019 «más del 80% provienen de esos ‘barrios tenebrosos’ que usted prometió sacar de la pobreza, pero que, en cambio, fiel a su estirpe clasista, vive estigmatizando para congraciarse con el gobierno que decide su estatus migratorio, porque, por lo visto, usted es más gringo que cartagenero«.
Según Perdomo Alaba, «este alcalde malagradecido debería ser declarado persona no grata. En vez de ofrecer soluciones de intervención frente a los problemas de inseguridad y volcar toda la oferta Distrital a esas comunidades a las que califica irresponsablemente de ‘tenebrosas’, estigmatiza a una ciudadanía que le ha tenido muchísima consideración. Mal hecho«.
De acuerdo con Humberto de Jesús Orozco, otro comunicador y, además, gestor público y miembro del Polo Democrático Alternativo, «lo realmente tenebroso es lo que viven los cartageneros en la mayoría de los barrios de la ciudad«, donde «la policía solo sirve para perseguir motos y el secretario de Interior de vacaciones desde el 2 de enero de 2020«.
Para el representante de los estudiantes ante el Consejo Superior de la Universidad Tecnológica de Bolívar, Marlon Márquez Guardo, «una alcaldía racista y clasista es la que tiene Cartagena; qué desastre de administración«.
«Últimamente prefiero evitar el Centro Histórico durante la noche. A esas horas, ese es un Barrio Tenebroso«, publicó por su parte el investigador y docente universitario Camilo Rey Sinning.
Más allá de la mera indignación
Algunos, como la sicóloga y lideresa social Claudia Ayola Escallón, además de expresar su contrariedad por la estigmatización de Dau, se atrevieron -incluso – a contar hechos que, de acuerdo con los comentarios suscitados, deberían llamar la atención del Ministerio Público.
«Barrio tenebroso el barrio donde yo vivo. Se llama Manga«, publicó Ayala Escallón. Y agregó: «en la marcha de 2019 fui testigo de cómo la gente del barrio planeaba en un chat esperar a los marchantes con palos y botellas. En el chat había presencia de la policía. También vi cómo en el mismo chat circulaban fotografías de personas que transitaban en barrio y le exigían a la policía que los sacara de ‘la isla‘ por sospecha y que les obligara a identificarse. Si una persona iba caminando por el parque Lácides Segovia o por la bahía y se les antojaba ‘extraño‘ les echaban a los tombos. La policía era complaciente. Los criterios, creo, obedecían a clase y raza. Si parecías pobre y negro era suficiente razón para que te consideraran un peligro. Racismo y clasismo. En el mismo chat vi circular la fotografía de uno de mis amigos más queridos, al que reseñaron como una persona peligrosa porque hizo una publicación en la que cuestionaba que las marchas no pudieran hacerse en ciertos barrios. Me salí del chat lentamente cuando llegó la Navidad, haciéndome la pendeja. Debo decir que, como en todo barrio tenebroso, en Manga también hay gente buena«.


