Por Carlos Ardila González *
Todo indica que el lingüista y literato Armando Córdoba Julio está a punto de batir uno de los varios récords que se han impuesto en el Corralito de Piedra, en materia administrativa, durante el gobierno de Let’s Save Cartagena.
Si el alcalde William Dau Chamat lo reintegra al cargo de secretario de Participación y Desarrollo Social, tal como ya anunció que lo hará tras conocer el fallo que revocó la moción de censura dispuesta por el Concejo en contra de Córdoba, y este acepta posesionarse otra vez, antes de finalizar el presente mes de julio el funcionario podría ser nuevamente censurado.
Así lo dejó claro el propio cabildo en la Resolución No. 091 del 16 de Julio de 2021, mediante la cual se revocó «la decisión de aprobar la proposición de moción de censura» en contra de Córdoba, «tal como lo indicó el Juzgado 18 Penal Municipal para Adolescentes«, y, además, «en cumplimiento del articulo 6.2 de la Sentencia del 12 de julio de 2021«, dispuso el reinicio del «trámite de la moción de censura, desde el momento en que debía realizarse la votación de la proposición, conforme lo considera el Despacho, para lo cual una vez el señor Armando Córdoba Julio sea reintegrado a su cargo, la Secretaría General del Concejo (…) lo citará a descargos y la Mesa Directiva fijará fecha para la votación, entre el tercero y décimo día posterior a esta diligencia» (hacer click).
Y así lo ratificó igualmente el presidente del Concejo, Wilson Toncel Ochoa, en diálogo con Revista Metro:
Entretanto, en declaraciones a El Universal, Armando Córdoba dijo estar «esperando las indicaciones para reintegrarme, pues el alcalde ha manifestado públicamente su interés de que regrese a la Administración«.
Por lo visto, en medio del drama (¿o tal vez tragicomedia?) que padece la ciudad por variopintas razones, el reintegro y posterior ratificación de la censura a Armando Córdoba sería -entonces – un mero sainete.
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Del DRAE
De acuerdo con el Diccionario de la Real Academia Española, dos de las acepciones de sainete son:
«Pieza dramática en un acto, de carácter popular y burlesco, que se representaba como intermedio o al final de una función».
Y: «Situación o acontecimiento grotescos o ridículos y a veces tragicómicos».
* Director de Revista Metro
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