

Ayer, 16 de junio, el reconocido abogado Javier Doria Arrieta, en una columna publicada en Revista Metro y otros medios virtuales, refiriéndose a la crisis que por distintas causas padece Cartagena, «una ciudad que parece rendida por la indiferencia, la falta de solidaridad y la ausencia casi total de gestión por parte de su dirigencia política«, como dijo, propuso «celebrar un pacto heroico, suscrito por todas sus fuerzas vivas: ciudadanos del común, comerciantes, deportistas, políticos, académicos, artistas, activistas, líderes todos; que seamos capaces de generar un cambio de mentalidad en la población y de comprometer a los gobiernos nacional y local en la ejecución de los proyectos que la ciudad necesita urgentemente» (leer columna ‘Pacto heroico‘).
Cuatro días antes, el pasado 10 de junio, el concejal David Caballero Rodríguez, también en una columna, pero en El Universal, refiriéndose -igualmente – a los múltiples problemas que por las más disímiles razones aquejan a Cartagena, manifestó que todos los ciudadanos, sobre todo los dirigentes locales, «deberemos dar los pasos requeridos para que de manera colectiva, con todos los estamentos posibles, podamos analizar, proponer e impulsar las soluciones a los mismos«.

De acuerdo con el cabildante, se impone «la participación de todas las fuerzas vivas, ya que las limitaciones de recursos que padece el Distrito nos obligan a sus dirigentes a ser ingeniosos y a poder sacar provecho de todas sus potencialidades«, y para ello -agregó – «debemos esforzarnos por recuperar la confianza perdida, a partir de lo cual se impone que se amplíen los espacios participativos. Y, en este punto, estamos convencidos de que los medios de comunicación deberán cumplir un importante papel» (leer ‘Cartagena requiere que todos aportemos‘).
Pero David Caballero y Javier Doria no han sido los únicos dirigentes locales que, ante la galopante crisis, han propuesto una deliberación colectiva en busca de restaurar el cada más resquebrajado tejido social.
Al igual que en el resto del país, donde los bloqueos llevados a cabo en el marco de las jornadas de protesta realizadas impusieron el llamado diálogo social, en Cartagena, cuyos padecimientos tienen causas relacionadas -además – con la palmaria falta de gestión del Ejecutivo local, otros actores han propuesto un conversatorio similar.
El pasado 18 de mayo, el Consejo Gremial de Bolívar -CGB, mediante un comunicado de prensa, informó a la prensa local que «con el ánimo de ofrecer un espacio que facilite el diálogo social y la construcción de acuerdos, propuestas y acciones que nos permitan afrontar de manera colectiva los efectos sociales de la pandemia, la coyuntura política y la necesaria reactivación económica en Cartagena y Bolívar«, un grupo de dirigentes locales se comprometieron a impulsar la «creación de un espacio promotor del diálogo social» en la ciudad (leer ‘Se abre paso a un proceso de ‘diálogo social’ en Cartagena‘).
Y más recientemente, el pasado 4 de junio, varias organizaciones sociales y políticas, entre ellos los colectivos ‘Juventud Rebelde’ y ‘Movámonos por la Vida’; el Consejo Laboral Afrocolombiano; el Frente Social y Político Paz, Democracia y Soberanía; el capítulo local del Nodo Nacional de Mujeres de la Colombia Humana; la Red de Empoderamiento y la Mesa del Movimiento Social de Mujeres de Cartagena y Bolívar, en clara referencia a la propuesta del CGB, se mostraron a favor de «toda iniciativa que facilite un diálogo entre los diversos actores sociales, políticos, económicos y sindicales y otras organizaciones de la ciudad y la región«, pero consideraron que «la mesa debe contar con todas las ‘patas’ que le den estabilidad y solvencia», por lo cual «el alcalde, el gobernador, los concejales, los diputados, los ediles y los congresistas, personalmente, deben hacer parte de esta convocatoria«.
Mediante un comunicado, voceros de varios colectivos advirtieron -asimismo – que la agenda del diálogo que se desarrolle «debe edificarse colectivamente y contener todos los temas postergados que tienen impacto en el malestar social de la hora actual, empezando con una discusión seria acerca de la estructura tributaria del Distrito y el Departamento, pues los requerimientos sociales ameritan mayores recursos y de la solidaridad que requiere un sistema fiscal progresivo, en gran medida burlado por exenciones y privilegios que no se compadecen del hambre y la miseria de tantos conciudadanos» (leer ‘Comunicado de Prensa de Organizaciones Sociales‘).

