
Por Marlon Márquez Guardo *
Esta vez no sería necesaria otra pugna de poder dentro de Cambio Radical para saber quién manda y quién pone los votos en el partido de cara a las próximas elecciones presidenciales, pues la persona que más suena en esa baraja camaleónica es Alejandro Char, el carismático exalcalde de Barranquilla, la Miami de Colombia para quienes vanaglorian la gestión del clan en la ciudad.
Aún sin tener una confirmación formal por parte de los Char de esta candidatura, aunque sus ultimas apariciones con Enrique Peñalosa y Federico Gutiérrez son pruebas disientes de sus intereses, la maquinaria electoral de Cambio Radical está lista para su nueva cara tras la derrota del líder natural en las presidenciales de 2018, Germán Vargas Lleras.
Solo falta que los líderes del partido monten vallas publicitarias por toda la arenosa que digan “Char, diga que sí” en honor a su tocayo Alejandro Gaviria quien también era una de las opciones favoritas del centro. Digo “también” porque los medios están vendiendo su fórmula como otra opción moderada dentro de la baraja de alternativos, pero: ¿alternativos a qué? ¿Char una opción moderada? Son preguntas que quizás no dejan dormir a muchos, pero de que Char sea un posible candidato favorito del centro (democrático), lo es.
Claro que hemos visto su capacidad de gestión y de dar alternativas para el país; entre estas, algunas de las que ha propuesto últimamente son: la ministra de las TIC, la procuradora general, el presidente del Senado, entre otros personajes alternativos al cambio que el país necesita. Esto nos deja en evidencia que Alejandro es una persona que sabe hacer lo que tiene que hacer para armar coaliciones y unir al país, pues, ¿cuál otra opción sería mejor que la de aquel que trabaja mano a mano con sus amigos cercanos?
El compañerismo de Char ha demostrado que no necesita de la aprobación de ningún exvicepresidente para aspirar a algo más grande que el ego que engorda las filas de Cambio Radical, pues sabemos que la estructura de ese partido no está sujeta a posturas ideológicas sino que la única relación leal que cuenta aquí es la que tienen con el dinero y con el poder. Todo vale siempre y cuando las ganancias sean mayores a las pérdidas. Una visión muy descentralizada la que este señor propone, ¿ven? Char es la figura alternativa que necesita nuestros país; por fin alguien que se atreve a exaltar la descentralización del poder y darle importancia a las regiones.
Al fin alguien que quiere trabajar de la mano con las familias colombianas: los Gerlein, los Acuña, los Cotes, los Zabaraín, entre muchas otras que día a día se desviven por impactar su territorio, y qué mejor forma de trabajar en equipo que desde un partido que sobrevive cada cuatro años de las alianzas de cada una de estas familias para llegar a los escaños de poder público.
Para que Char pueda llegar a la Presidencia necesita que estas alianzas cooperen con él y puedan movilizar el capital electoral suficiente para aunar fuerzas en las regiones donde cada una tiene presencia.
Este es el gran reto que tiene nuestro carismático candidato al solio de Bolívar: desafiar las estructuras familiares del Partido y conseguir la financiación necesaria para su campaña, aunque esto último no es problema para nuestro alcalde favorito, pues sabemos que su compañerismo le ha servido para recaudar amigos valiosos en el sector empresarial y, además, que su buena relación con su familia le ha dado un vasto imperio financiero con el Grupo Empresarial Olímpica y el banco Serfinanza.
Esta vez no sería necesaria otra pugna de poder dentro de Cambio Radical para saber que Char es tu papá y los demás valen…
* Estudiante de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Tecnológica de Bolívar
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