
Luego de que el pasado 14 de marzo el alcalde de Cartagena, William Dau Chamat, declarara ‘persona no grata’ a la gerente de la Asociación Nacional de Empresarios -Andi – seccional Bolívar, Vivian Eljaiek Juan, y le ordenara «a toda la administración abstenerse de todo contacto con la señora Eljaiek«, (leer ‘El alcalde William Dau declara ‘persona non grata’ a la dirigente gremial Vivian Eljaiek‘), el debate sobre la conveniencia, la legalidad y la inconstitucionalidad del veto, la proscripción y la pretendida sanción moral proferida por el mandatario contra la dirigente gremial no se hizo esperar.
Sobre la legalidad y la inconstitucionalidad de la decisión del burgomaestre, el director de Revista Metro, Carlos Ardila González, señaló que, de acuerdo con el concepto de abogados y varios analistas, es claro que ninguna autoridad administrativa puede negar la prestación de los servicios a su cargo a ningún ciudadano, ni puede decretar vetos de ningún tipo, ni tiene la competencia para imponer -o pretender imponer – sanciones morales de ninguna naturaleza. (leer ‘Declarar un gobernante ‘persona no grata’ a un gobernado, ¿un acto ilegal?‘).
Y como, al parecer, en este caso se habría presentado -por lo menos – una extralimitación de funciones, lo que se espera es que los entes de control, de oficio, abran las correspondientes investigaciones y sienten un precedente sobre el tema.
«Ante un hecho como este, que por sus repercusiones afecta a toda la comunidad y no a un actor en particular, la Procuraduría, como representante del Ministerio Público, debería actuar de oficio y no esperar que los directamente afectados, en este caso los directivos de la Andi, interpongan las correspondientes acciones«, señaló el director encargado de la veeduría ‘El Ojo que Grita’, Ulises de Arco Medina.
Y sobre la conveniencia, la oportunidad y la pertinencia de dicha medida, la mayoría de los comentarios apuntan a que con ella se causó un enorme daño no solo a las directivas de la Andi sino -además – se envió un peligroso mensaje a toda la ciudadanía: si los voceros del gremio más importante del país pueden ser tratados como los trató el alcalde; y si las ‘cabezas‘ de dos reconocidos dirigentes como Vivian Eljaiek y Bruce Mac Máster Rojas (el presidente nacional del gremio) pueden ser ‘pedidas‘ por Dau Chamat, y este insiste en que les deben ser concedidas en ‘bandeja de plata’, ¿qué se espera para el común de los mortales?
«Un terrible mensaje»: Pablo Abitbol
En concepto del politólogo, investigador y docente universitario Pablo Abitbol Piñeiro, «los gobernantes deben ser ejemplares en la promoción de y el respeto a, no solo de las leyes, sino también de las normas cívicas de la cultura ciudadana y la construcción de paz. Que el alcalde de Cartagena diga en público que pidió ‘la cabeza’ de y que declara ‘no grata’ a una persona – cualquier persona, cualquier ciudadano o ciudadana – deja un terrible mensaje, contrario a la ética comunicativa, la cultura deliberativa y el camino de reconciliación que urge construir en Colombia«.
«Como toda realidad social, la política se construye dentro del lenguaje«, recalcó Abitbol; «si queremos superar la violencia, la corrupción y la exclusión que han dejado tras de sí las casas políticas que han mal gobernado en Cartagena y Bolívar, es esencial que quienes dicen representar el cambio también le den transparencia, profundidad ética y un tono de conciliación a sus actos de habla«.
«Muestra un talante poco democrático»: Orlando Higuera
«Considero que la declaratoria de persona no grata por parte del alcalde a la gerente regional de la Andi muestra un talante poco democrático de su parte«, señaló por su parte el también politólogo y docente universitario, Orlando Higuera Torres.
De acuerdo con el exvocero regional de la Misión de Observación Electoral, William Dau, «en su experiencia como veedor debería tener en cuenta que la oposición, el control social y la crítica son elementos fundamentales que tiene la ciudadanía para hacerle ver a la administración que no está de acuerdo con su accionar. Y esta crítica debe ser recibida por el alcalde, independientemente si la hace una persona en un barrio, un profesor universitario como yo, o una dirigente gremial como Vivían Eljaiek. Y no por eso debe ir ‘pidiendo la cabeza’ de unos u otros como lo mencionó en su rueda de prensa«.
El daño está hecho
Inicialmente, el alcalde acusó a Eljaiek de haber incidido para que más de 300 uniformados del Esmad estuvieran listos para ingresar a la ciudad con el fin de aplacar las protestas ciudadanas contra los peajes. Más tarde, sin embargo, en declaraciones a El Universal, el mandatario admitió «que no tiene prueba de ello«; que fue algo que le dijeron; pero -dijo – hubo «muchas coincidencias«.
No obstante, a pesar de la posterior aclaración de Dau, el daño ya está hecho: quienes respaldan el veto a las directivas de la Andi lo hacen en rechazo a un hecho que la vocera de la Andi niega y que el alcalde admite que no le consta.
Ante lo dicho inicialmente por el mandatario, el director de Cedetrabajo en Cartagena, Leonardo Jiménez Molinello, declaró al diario local que «esa situación» -las de las protestas ciudadanas – «no se podía resolver como al parecer lo proponía la Andi, con la utilización de 300 efectivos» -del Esmad – «que habrían gestionado frente al Gobierno Nacional«. Y el presidente de la Confederación General del Trabajo en Bolívar, Antonio Cantillo Bustillo, también a El Universal, expresó que «la primera autoridad del Distrito es William Dau» y, por ello, los gremios «no pueden pasar por encima de la primera autoridad«.
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