Por Nury Esther Pérez Márquez *
Salud mental, palabras mágicas del momento, frecuentemente utilizadas por la necesidad que ha impactado y cambiado la dinámica de la época evolutiva de la contemporaneidad existencial del ser humano que, sin pensarlo ni planearlo se encuentra viviendo la ‘peste’ moderna con un toque de sublime potencial psíquico que navega entre lo mítico, lo imaginario y lo real.
Es así como aparece en escena aquel partícipe conocido como Covid-19, que se ha convertido en el controlador de la esencia real del sujeto como individuo, el protagonista de la existencia adscrita a la ideología del “ser y estar” de la humanidad y razón intrínseca de propósito en este plano terrenal evidenciable por medio de los sentidos, y naturaleza misma de aquella sensación del vivir y existir como tal, en cuanto a la demostración de la evidencia misma del ser llamado persona tener un nombre y una familia que lo identifica como parte del término común denominado existencia del homo sapiens en la historia de la humanidad.
Resulta interesante el hecho que ha generado una explosión de conjeturas, teorías, investigaciones y demás aspectos desde la ciencia y la academia acerca del caos desatado e imprevisto de la tan mencionada pandemia por Covid-19. Ha sido tan impactante que esa salud mental que antes era simplemente conocida como parte de un pensum académico de pregrado y posgrado en las escuelas de psicología ha recobrado una importancia antes no vista y experimentada por sujetos del común y corriente, en situaciones aparentemente normales, en un contexto aún no sacudido por la sugestión psicológica complementada con la paranoia de la muerte por Covid-19.
Lo anterior invita al análisis de los síntomas sujeto- individuo en el aquí y el ahora, no sin antes plantearse la hipótesis analítica de la necesidad de un caos psíquico en la salud mental como forma de supervivencia que lleva consigo un placer inconsciente del sentido de la muerte con el mensaje implícito de la reflexión del propósito subjetivo y olvidado en el que el ser humano reposa por la falta del terremoto pandémico que restaba vida sobre la vida y sentir sobre lo trascendental del valor de la vida en el mundo de aparente normalidad.
Bendito Covid-19 que ha despertado al sujeto del letargo mental y existencial que pudiendo ser la paranoia del momento se ha convertido en la oportunidad del ser sobre lo que ya no era por falta de reconocimiento de superioridad yoica del self, centrado en la costumbre cotidiana del estar enfocados en el afán de la aparente certeza humana que hoy demuestra su vulnerabilidad ante lo que ni aún pudiendo controlar motiva al valor de la vida desde la tan mencionada salud mental.
* Psicóloga, magíster en Desarrollo Humano en las Organizaciones, especialista en Psicología Clínica con énfasis en Salud Mental.
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