
Definitivamente, en Cartagena cada día hay más razones para estar preocupados. La inseguridad ha llegado a tal extremo en la Ciudad Heroica que ya ni las estaciones del Sistema Masivo Integrado de Transporte Masivo -SITM – de Cartagena, Transcaribe, particularmente sus taquillas de recaudo, se salvan de las acciones de los delincuentes.
Y podría argumentarse que se trata de una situación normal, ya que -como se sabe – en todos los barrios se presentan robos, atracos, fleteos, en fin. No es de extrañar -entonces – que en las paraderos de Transcaribe los delincuentes también hagas de las suyas.
Pero lo que ocurre dichos lugares, donde el Gobierno Nacional y el operador del recaudo realizaron inversiones por más de $13 mil millones y $12 mil millones, respectivamente, para un total de $25 mi millones, tiene una causa adicional.
De acuerdo con fuentes estrictamente confidenciales, por iniciativa del alcalde William Dau Chamat la Junta Directiva del SITM realizó a mediados de este año un recorte en los gastos de funcionamiento, lo que ocasionó que desde hace aproximadamente dos meses la gerencia de Transcaribe no disponga de recursos para contratar la vigilancia de ninguna de las estaciones.
Por ello, desde las 8 y media de la noche, cuando pasa el último busetón o articulado del día, hasta las 6 de la mañana del día siguiente, cuando arranca el servicio, dentro de las 17 estaciones del sistema -sin nadie que las vigile – puede ocurrir de todo.
Y, en efecto, ha ocurrido. De acuerdo con lo que se ha podido establecer, varios de los paraderos a lo largo de la troncal se han convertido en las noches en unas verdaderas ‘cuevas de ladrones’ y, además, en sitios donde fácilmente pueden cometerse otros delitos.
Revista Metro conoció que el consorcio operador del recaudo, la firma Colcard S.A., denunció el pasado martes 29 de diciembre ante la Fiscalía que, aprovechando la falta de vigilancia, un individuo rompió con una piedra los vidrios de la taquilla de recaudo de la estación Las Delicias, ocasionó cuantiosos daños a los equipos y hurtó cerca de $15 millones y varios artefactos eléctricos, entre ellos un abanico, como se observa en un video que se aportó a la denuncia.
Un día después de dicho robo, en similares circunstancias fue saqueada la taquilla de la estación El Líbano, donde también causaron daños a los equipos y se robaron el dinero recaudado.
De acuerdo con fuentes consultadas por este portal, dentro de las 21 taquillas de recaudo existentes en las 17 estaciones hay plantas eléctricas, abanicos, acondicionadores de aire, cámaras, artefactos para procesamiento de datos, suiches de fibra óptica y diversos mobiliarios que podrían ser hurtados en cualquier instante si la Administración insiste en no disponer de vigilancia nocturna.
«Pero hay otro hecho que, extrañamente, ni la nueva gerente ni el señor alcalde han tenido en cuenta«, manifestó un funcionario de Transcaribe que pidió reserva de su nombre, «y es que, por la disminución del número de vigilantes también durante el día, se viene produciendo una gran evasión, es decir, numerosas personas entran al sistema sin pagar, lo cual ocasiona cuantiosas pérdidas«.
«Y a eso agréguele que la mayoría de las puertas de vidrio, que como usted sabe son rodadizas, abren solo cuando un bus o un articulado se detiene a su lado, se encuentran trabadas, abiertas, por falta de mantenimiento, lo cual facilita el ingreso sin pagar«, señaló igualmente.
«Yo creo, y lo digo con respeto, que los recursos que creen que ahorran por un lado lo están perdiendo, y con creces, por el otro«, agregó la fuente; «por ahí escuché que van a pedirle a la Policía que preste el servicio de vigilancia, es decir, le quieren quitar agentes a los barrios para ponerlos a cuidar las estaciones, y no creo que eso convenga ni que sea de buen recibo por parte de la ciudadanía, teniendo en cuenta la inseguridad que reina en toda la ciudad».
.

