
La Auditoría General de la República no encontró ninguna irregularidad por parte del contralor distrital de Cartagena, Freddys Quintero Morales, «en la exigencia de suspensión del cargo a la secretaria general de la Alcaldía» de la Ciudad Heroica, Diana Martínez Berrocal.
Por el contrario. Tras una auditoría exprés realizada por el ente que en virtud de la Ley controla a las Contralorías, se estableció que «no es procedente predicar arbitrariedad en la decisión de suspensión, pues la misma se encuentra adecuada a los fines de la norma que autoriza el ejercicio de dicha facultad, y guarda proporcionalidad con los hechos que le sirvieron de causa, al considerar que, al ser la Dirección de Talento Humano el área encargada de la suscripción del contrato de prestación de servicios y apoyo a la gestión (…) una dependencia de la Secretaría General, la persona que ejerce este cargo podría -como jefe inmediato – presuntamente afectar la investigación o eventualmente comprometer todavía más el patrimonio del Distrito«.
Así se lo hizo saber la auditora general, Alma Erazo Montenegro, al mandatario de los cartageneros, mediante oficio suscrito este jueves 17 de diciembre.
Sobre otra queja del alcalde: la celeridad con que -según él – adelanta la Contraloría el proceso por presuntas irregularidades en el marco de un contrato suscrito por la exprimera dama del Distrito, Cynthia Pérez Amador, por haberse excedido en el monto de los honorarios pactados, la Auditoría advirtió que el ente de control fiscal «de acuerdo a su labor misional, realizó un análisis detallado, sobre lo denunciado» por un ciudadano, y «recaudó material probatorio suficiente que le permitió generar de modo congruente a los hechos analizados, hallazgos con connotación: disciplinaria, penal y fiscal«.
«Se observó que la Contraloría obtiene conclusiones acordes a lo probado y garantizó el derecho de defensa de los involucrados, permitiéndoles ejercer adecuadamente el derecho de contradicción (…), sin que se observe extralimitación en sus funciones o violación de sus procedimientos, lo que le permitió ratificar sus posiciones iniciales, las cuales la Auditoría General no considera contrarias a los documentos soportes de la denuncia«.
«En cuanto a la denuncia del señor alcalde (…) por presuntas irregularidades en el nombramiento» de varios funcionarios de la Contraloría, como se indica en el oficio a Dau, la Auditoría detectó que, en el caso del actual director de Responsabilidad Fiscal, Acciones Judiciales y Jurisdicción Coactiva, algunos documentos que sustentan su experiencia solo fueron aportados al momento de ejercerse el derecho de contradicción, «lo que afectó el análisis y evaluación de los documentos soportes para el nombramiento y posesión» del funcionario, lo cual fue es una «inobservancia de la Resolución 08 de 2020, por la cual
se reglamenta la rendición de cuentas e informes a la Auditoría General de la República«, lo cual es -en efecto – una conducta sancionable a la luz de lo descrito «en el literal i) del artículo 81 del Decreto Ley 403 de 2020«.
En cuanto a la denuncia por posible violación al régimen de inhabilidades e incompatibilidades por parte de varios servidores públicos, ello «corresponde definirlo a la autoridad competente, en este caso a la Procuraduría (…), entidad a la que se le dio traslado el pasado 22 de octubre, se informa igualmente (leer ‘Auditoría exprés a la Contraloría Distrital de Cartagena‘).
Las quejas de Dau

Como se recordará, el alcalde de Cartagena, William Dau Chamat, fue quien -precisamente – motivó la práctica de una auditoría exprés al revelar, a través de un video, presuntos actos de corrupción en la Contraloría Distrital, particularmente por parte del contralor Freddys Quintero Morales.
En un video publicado en sus redes sociales, el burgomaestre acusó al contralor distrital de fraguar en su contra una “persecución política disfrazada de control fiscal“, ya que -según dijo – a pesar de innumerables denuncias interpuestas “solo existe el silencio cómplice de los órganos de control“, a los que sindicó de guardar silencio “porque todos ustedes comen del mismo plato que se llama corrupción, pero sí se han ensañado con el contrato de Cynthia Amador, una cosa que es una maricada en comparación con los miles y miles de millones de pesos que se roban“ (leer ‘Actuaciones del contralor son “una persecución política disfrazada de control fiscal”: Dau‘).
.
