
Por Carlos Ardila González *
Las variopintas reacciones suscitadas en Cartagena por la moción de censura instaurada por el Concejo en contra del secretario de Planeación del Distrito, Guillermo Ávila Barragán, así como por la decisión del alcalde William Dau Chamat de prescindir de los servicios del secretario de Hacienda, Dewin Pérez Fuentes, pusieron sobre el tapete -una vez más – diversas inquietudes.
Lo primero es que los dos funcionarios censurados (el primero por la corporación edilicia, con base en el Artículo 313 de la Constitución Política de Colombia, que faculta a los cabildos a «proponer moción de censura respecto de los Secretarios del Despacho del Alcalde por asuntos relacionados con funciones propias del cargo«; y el segundo por el burgomaestre, amparado en el Artículo 315, que establece que entre las atribuciones de los alcaldes está «nombrar y remover a los funcionarios bajo su dependencia«), no son los únicos miembros del gobierno distrital que han renunciado, o han sido renunciados, en lo que va de 2020.
En total, son ya 17 funcionarios del primer nivel los que han abandonado la Administración de ‘Salvemos Juntos a Cartagena‘. Unos como resultado de sendas denuncias ciudadanas por haberse posesionado, o haber suscrito contrato, al parecer sin el debido cumplimiento de los requisitos de Ley. Otros alegando «estrictas razones personales«, o buscando mejores rumbos. Y el resto, la gran mayoría, por voluntad del alcalde, quien por confianza, con razón o sin ella, con su muy particular estilo, optó por censurarlos. Y ello, como habrá de recordarse, en medio de ruidos -algunos de ellos escándalos – que sin embargo no produjeron las mismas reacciones que la salida de Ávila Barragán y Pérez Fuentes.
Curiosamente, en los casos en los cuales hay imputación de cargos: los de la exzarina anticorrupción Lidy Ramírez Palencia y la exprimera dama Cynthia Pérez Amador, el alcalde William Dau -inicialmente – tomó partido por sus entonces colaboradoras cercanas. De hecho, en ambos casos alegó que las denuncias en contra de de las servidoras públicas «no son más que una clara persecución política» (leer ‘‘Tropiezo’ de Lidy Ramírez, ¿con consecuencias políticas o administrativas?‘).
Curiosamente también, a pesar de la inopinada salida de la Administración distrital de funcionarios de amplios reconocimientos personales y profesionales, ninguno de ellos fue objeto de manifestaciones de apoyo como las recibidas por el secretario de Planeación (leer ‘Gremios y otros actores locales cierran filas en torno de funcionario censurado‘).
Como habrá de recordarse, del equipo de colaboradores más cercanos a Dau han salido, por diferentes razones, además de Guillermo Ávila, Dewin Pérez, Lidy Ramírez y Cynthia Pérez, el jefe de Control Interno de Edurbe Héctor Consuegra Salinas, el director del Dadis Álvaro Fortich Revollo, el asesor de Despacho Iván Rodríguez de Ávila, la gerente de Ciudad Mónica Fadul Rosa, la jefa de Talento Humano Martha Carvajal Herrera, el subdirector del Dadis Pedro Lora González, el director financiero del Dadis Carlos Castro Muñoz, el jefe de Comunicaciones Tadeo Martínez Méndez, el gerente de Transcaribe Humberto Ripoll Durango, la directora financiera de Presupuesto Nohora Orozco Vega, el secretario de Infraestructura Gonzalo Jácome Peñaranda y el presidente ejecutivo de la Corporación de Turismo Írvin Pérez Muñoz.
Y contando…
Dos funcionarios más saldrían de la Administración distrital en los próximos días, de acuerdo con fuentes estrictamente confidenciales.
Uno es el director del Departamento de Valorización, Javier Moreno Galvis, quien está a días de pensionarse y solo está a la espera de su oficialización por parte de Colpensiones.
El otro es el secretario del Interior, David Múnera Cavadía, quien -según se dice – aspirará a la Cámara de Representantes en las próximas elecciones, para lo cual, con el fin de no inhabilitarse, deberá renunciar a su cargo antes del próximo 13 de enero.
* Director de Revista Metro
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