Por Anthony Sampayo Molina *
Paralelo a una época de avances tecnológicos que hace menos de un siglo estaban reservados para películas de ciencia ficción, y en la que a los cartageneros se nos inflaba el pecho al conocerse la noticia que nos informaba que una hija de esta ciudad participa en la vacuna de la farmacéutica Pfizer en contra del virus responsable de la pandemia más grande que ha sufrido la humanidad; precisamente a otro coterráneo, de repente, en una explosión de genialidad, una gran idea le emerge de su mente claramente evolucionada y digna del siglo XXI. Se le ocurre recubrir jabones con chocolate para hacerlos parecer paletas, y dárselas a probar a personas de la tercera edad en condición de calle, haciéndose pasar por un joven emprendedor que promociona un nuevo producto.
Sí. Y no solo tuvo esa brillante idea y la puso en práctica, sino que, como hace todo gran científico y personaje influyente en la historia, luego de semejantes proezas, procede a difundirla masivamente para que sea conocida por la humanidad, a quien en realidad pertenecen esas grandes muestras de crecimiento intelectual.
Se le ve orgulloso; no puede creer sus capacidades; se nota que se vanagloria a sí mismo; y los miles de likes, que son el equivalente moderno a la de entrega de un diploma por un gran logro, le afianzan aún más su idea.
Al analizar el video llego a algunas conclusiones. Primero, hay seres humanos hermosos; nuestra ciudad está llena de gente buena, y son esos señores que, al morder una barra de jabón, simulan ante la cámara estar disfrutando del producto, únicamente para no desmotivar al supuesto joven emprendedor, a pesar del horrible momento por el que estaban pasando, y se atreven a darle consejos y palabras de aliento por su iniciativa, son un ejemplo para el resto de la humanidad. Esa bondad puede ser la clave para todos nuestro males.
Segundo. Hay gente demasiado estúpida en este mundo, y contrario a las bochornosas travesuras que de niños se hacían anteriormente, en donde, al identificarlas como tal, se procuraba hacer todo lo posible para no quedar en evidencia, hoy en día la gracia es difundirlas. Es decir: hoy ser un imbécil paga.
Tercero. Es claro que la humanidad pasa por un momento difícil, uno donde el talento, la inteligencia y el estudio compiten en desventaja con la ridiculez que solo requiere antivalores y mediocridad para ser más rentable, y con un mínimo esfuerzo.
Es muy difícil controlar lo que circula por el internet, pero en momentos donde lo que genera rentabilidad es la actividad que origine una publicación, al margen de la calidad y el contenido, resulta elemental inferir que no contribuir con dicha actividad con simplemente no compartir, no dar like o dejar de seguir, puede ser una herramienta que, si se utiliza en masa, puede hacer la diferencia.
Es difícil y es frustrante; sobre todo porque difundir dichos contenidos, así sea para cuestionarlos, genera beneficios para sus creadores, al igual que lo hace un “dislike” o un comentario en forma de insulto; y lo peor es que ellos lo saben, incluso cuentan con eso. Es algo que se ha vuelto tan popular que incluso se han creado portales donde su fuerte es hacer el ridículo y crear polémica a como dé lugar. Por ello hay que actuar con inteligencia y centrarse en lo que en realidad los afecta: una inactividad y reporte del contenido.
* Abogado Especialista en Derecho Penal y Criminología
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LMM
Esto debe estar tipificado en alguna parte como conducta punible.
Una de las medidas debería ser mo permitirle usar las redes sociales y que la comunidad no acceda y menos, de like a sus publicaciones.
Ese video demuestra que son malas personas.
Wadih harb
Antony muy facil hablar y criticar al q no conocemos investiga un poco del tema de estos muchachos,sabias q las personas q consumieron el helado estaban conciente de lo q hacian y q se les dio dinero por la filmacion? Mira el video completo y despues saca conclusiones