Por Rubiela Valderrama Hoyos *
Observando de cerca, vemos como pasan los días de cuarentena y el gobierno distrital se ve abrumado (a gatas) por la no entrega eficiente y eficaz de las ayudas humanitarias a las más de 268 mil personas en pobreza, más 35 mil en extrema pobreza en la ciudad de Cartagena. Hace falta además de un plan de acción bien elaborado y equipos de trabajo en cada sector o barrio de la ciudad.
Y es allí donde yo me pregunto: ¿acaso no existen desde hace décadas unas organizaciones barriales legalmente constituidas, con toda su información, con asesorías y procesos de formación permanentes por parte del Distrito, llamadas Juntas de Acción Comunal – JAC?
Estas organizaciones barriales, que además tienen unas asociaciones a nivel de las localidades y una federación a nivel distrital, son elegidas por los vecinos de cada barrio, la mayoría de las familias los conocen y votaron por ellos en su elección, y estos a su vez, conocen a la mayoría de los habitantes de su barrio, se supone que son sus representantes, por algo los eligieron; así sea por amistad, familiaridad, vecindad o cualquier otra razón, pero fueron elegidos por ellos mismos. Pues bien, creo que es hora de que el gobierno distrital les asigne una responsabilidad a las JAC ante el apremio de la crisis. No hay capacidad demostrada para la entrega rápida, oportuna y eficiente de la ayuda humanitaria; cada día nuevos barrios se alzan en protesta y con razón, y la respuesta institucional no puede seguir siendo «tengan paciencia, no tenemos mercados» o «ellos no se van a morir de hambre, pues todo el tiempo han pasado hambre«, porque desgraciadamente esas son las respuestas que hemos escuchado por audios y mensajes públicos.
Así mismo no podemos seguir viendo a muy pocos funcionarios del gobierno con la camiseta puesta enfrentando la situación en la calle, incluso, con el bulto de comida en la cabeza (así sea con orgullo y humildad). Por favor esto no se vale, esta es una responsabilidad de todo un gobierno, pero además así sea de manera excepcional, deben apoyarse en las organizaciones de la comunidad, y digo que deben ser las JAC.
Sé que muchos piensan que son politiqueras, como algunas me han dicho, que son malandrinas como dicen otros, pues bien, creo que hay de todo en la viña del señor, pero es hora de ponerlas a prueba, que realicen la entrega de los alimentos a sus comunidades y que el equipo del Distrito solo lleve el camión con los mercados y realice la verificación, siendo la Junta en pleno la responsable de la entrega oportuna y eficaz del mercado a cada casa de su propio barrio, de sus vecinos, que la propia comunidad sea la principal veedora de su eficiente trabajo.
Obviamente habrá una planeación, un listado de familias por barrios, un acta que debe firmar la junta del barrio donde respondan por todo lo entregado, o un mecanismo más expedito, pero ante la crisis es mejor buscar aliados que nos permitan llegar más rápido, de una manera incluyente y en perspectiva de mejorar el proceso de entrega.
Se requiere al mismo tiempo una excelente planeación de la procura, la logística y línea de abastecimiento, no deben faltar los mercados empacados un solo día ni gente entregando en cada barrio de manera permamente, tal como esté planificado.
Señor alcalde William Dau y gabinete distrital, el autoelogio no cabe en este momento, es hora de ser eficientes en las compras, pues ya están los recursos ($8.500 millones) y para la entrega de los mercados debemos creer y dar oportunidad a los demás, crear el mecanismo para que las JAC y los Consejos Comunitarios en lo rural, apoyen en la entrega de los alimentos; sabemos de sobra que siempre habrá quien se queje, porque eso es parte de la condición humana, pero ahora en momentos cruciales debemos actuar unidos o nos fregamos todos. Y no se trata solo de que ellos (JAC y Consejos Comunitarios) acompañen, la idea es que se responsabilicen de la entrega y así ser mas oportunos, pues faltan muchos barrios y cientos de familias a las que todavía no ha llegado ni la primera ayuda.
El mensaje es que se mejore la velocidad de todo el proceso ya que los mercados tenían duración para 15 días aproximadamente, por lo cual ya deberíamos estar terminando la segunda entrega, y preparándonos para la tercera, pues la cuarentena se extendió hasta el 11 de mayo y el hambre apremia.
* Rubiela Valderrama Hoyos. Feminista, Trabajadora Social, Magister en Estudios de Género, Área Mujer y Desarrollo