Por Rubiela Valderrama Hoyos *
Lección No. 1. Les queda claro a los que todavía dudaban que el modelo capitalismo neoliberal, salvaje por demás, no sirve ni para los más ricos, pues en tiempos de pandemia el virus también los contagió y todo su gran dinero de nada les sirvió. A la clase media la acorraló, sus créditos bancarios extendió y aumentó. Y a los pobres, que casi siempre votan por los ricos en las elecciones, estremeció y esperemos que hayan aprendido la lección.
Lección No.2. En consonancia con la primera lección, el modelo capitalista, salvaje por demás, no garantiza seguridad social, es un negocio particular en manos de los políticos, que en tiempos de pandemia devela su verdadera razón de ser: robarse la plata de toda la nación.
Lección No. 3. Queda claro para todas y todos que los grandes capitales, acumulados en siglos de explotación laboral y de aprovechamiento de los recursos naturales (esos que son de todos) como las playas, las islas, por ejemplo, no te darán la mano en tiempos de crisis, pues serán los primeros en declararse en quiebra y cancelarte el miserable contrato de trabajo, por ejemplo los hoteles Las Américas y Capilla del Mar en Cartagena, sí, de propiedad de los Araújo, que tienen senador de la República y al cual muchos pobres le dan el voto.
Lección No. 4. En tiempos de pandemia se conoce mejor a nuestros dirigentes, alcaldes, gobernadores, senadores y presidentes. Ya vimos las estupideces de varios presidentes tanto en el norte y el centro como el sur (Trump, Amlo, Moreno y Bolsonaro). Pero además de negar la crisis por el virus, se aprovechan de la oportunidad para intentar invadir, como es su costumbre, a otras naciones para continuar el robo descarado de los recursos naturales e inyectar capital a la economía de mercado propia del capitalismo neoliberal, salvaje por demás.
Debo reconocer que hay dirigentes que lo están haciendo lo mejor posible, con errores como todo humano, pero otros a los que definitivamente les quedó grande el puesto o están mostrando lo que verdaderamente son.
Me llama mucho la atención que en Cartagena no haya plata suficiente para los mercaditos de la gente pero sí para publicidad, y no cualquier publicidad; debe ser en El Universal, sí, el periódico de los Araújo, los mismos de los hoteles Capilla del Mar y Las Américas. Sí, los del mismo senador que quiere manejar en un fondo privado la plata del estado para los pobres de Cartagena.
Si tenemos un alcalde al que todas y todos seguimos en redes sociales y se ha puesto la camiseta en esta crisis, no entendemos por qué no se utilizan esos mismos canales para la prevención del virus. De hecho, el 90% de los cartageneros/as leemos más el WhatsApp, Facebook y Twitter que El Universal. No tiene sentido, entonces, entregar $59 millones a El Universal, es decir a los Araújo, pudiéndose usar para los mercaditos.
Es verdaderamente increíble: mientras la Alcaldía pide limosna, es decir un teletón, para los mercaditos de la gente, entrega contratos millonarios para publicidad.
Lección No. 5. La solidaridad y la sororidad, desde la Mesa del Movimiento Social de Mujeres y otros ciudadanos libres, realizamos una colecta -una vaquita – con la cual se han entregado hasta la fecha más 300 mercados a mujeres y familias que viven del trabajo informal, así como a un pequeño grupo de mujeres trans trabajadoras sexuales. Esta acción fue acompañada por el Programa de Emergencia Social Pedro Romero -PES, y hemos visto también esfuerzos de este tipo por parte de la Secretaría de Participación Ciudadana y la Escuela de Gobierno, aun sin contar con recursos financieros y sin estar dentro de sus competencias.
En general, la ciudad no ha colapsado gracias a la solidaridad de muchas personas, pequeñas, medianas y grandes empresas que de manera individual y en pequeños colectivos han aportado a paliar la crisis, pues de los 500 mil mercados ofrecidos por la Alcaldía hasta el día de hoy no han entregado ni 10 mil.
Entendemos la grave situación que vivimos, pero no comprendemos las contradicciones de la Administración distrital.
* Rubiela Valderrama Hoyos. Feminista, Trabajadora Social, Magister en Estudios de Género, Área Mujer y Desarrollo