Por Rubiela Valderrama Hoyos *
He observado, estupefacta, cómo las autoridades todas, la institucionalidad toda, la sociedad toda, se apresta con todas sus fuerzas, todos los instrumentos, los protocolos, herramientas colectivas e individuales y enseres posibles para enfrentar un virus microscópico, invisible, que no soporta ni 28 grados de temperatura, que no sobrevive más de cinco días y -per se – no mata a nadie, a menos que la persona tenga una enfermedad de base, esté muy débil o muy mal atendida.
Este bichito con corona, que no mata a nadie por sí mismo como ya dijimos, ha movido al mundo entero, lo puso patas para arriba, hasta las grandes potencias tomaron todas las medidas.
En Colombia y Bolívar /Cartagena igual: ha logrado activar todos los sistemas de emergencias, protocolos, se han realizado decenas de reuniones y ruedas de prensa, incluso se han limitado libertades fundamentales como la libre movilización e incluso información; por supuesto vemos aquí abuso de poder y aprovechamiento de la ocasión, (en la República de El Salvador decretaron hasta Estado de Conmoción Interior – Régimen de excepción por 30 días).
Qué suerte tiene ese bichito con corona que logró en 30 días mover el mundo a su antojo, lo que no hemos logrado las mujeres en miles de años de luchas y justos reclamos; poner a la sociedad en función de la igualdad y en el respeto pleno a nuestros derechos.
Según informe de las Naciones Unidas, América Latina es la segunda región más letal para las mujeres después de África, con una tasa de 1,6 por cada 100.000 habitantes.
El mismo reporte revela que 137 mujeres son asesinadas cada día en el mundo por un miembro de su familia. Y que dos de cada tres asesinatos de mujeres son cometidos por las parejas o familiares.
En lo corrido del presente año (2020), van cuatro feminicidios en el Departamento de Bolívar; todas eran mujeres jóvenes, sanas y llenas de vida, y aquí viene mi constante indignación: no he visto ni un solo pronunciamiento contundente de las autoridades, no se ha activado ningún protocolo de prevención y mucho menos un plan de acción para hacerle frente a esta verdadera pandemia que ataca solo a las mujeres, ¿ah, será esta la razón para que no se temen medidas? No he visto en redes sociales a la sociedad movida, ni medianamente consternada, ni pronunciándose a través de mensajes de WhatsApp o cualquier otro medio, contra los constantes violencias que sufre la mitad de la humanidad. Solo lo hacemos las feministas, las organizaciones de mujeres y uno que otro hombre sensible. Qué tristeza de sociedad que persigue a un virus invisible y no le importa encarar al violador que tienen al frente y que es de su mismo tamaño.
Cada ser humano que existe hoy en el planeta está tomando unas medidas personales para prevenir el coronavirus; eso está muy bien. Yo también las estoy tomando; pero les pregunto: ¿qué medidas personales están tomando, sí, tú, que estás leyendo estas líneas, para prevenir las violencias contra las mujeres y las niñas?. Espero que no sea solo lavarte las manos. Actúa, practica la igualdad, reclama la igualdad en derechos para las mujeres y las niñas, respeta y has que se respeten los derechos humanos de todas las mujeres, no toleres las violencias ni te hagas el de la vista gorda, indígnate, pronúnciate, exígele a las autoridades que también lo hagan.
Estoy convencida de que cuando alcancemos la igualdad entre mujeres y hombre en el mundo, y ojalá sea pronto, nunca más sobrevendrá un virus letal contra la humanidad.
* Rubiela Valderrama Hoyos. Feminista, Trabajadora Social, Magister en Estudios de Género, Área Mujer y Desarrollo
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