Por Germán Danilo Hernández *
El más reciente estudio que determina el Índice de Competitividad Turística Regional de Colombia -Ictrc – desarrollado por el Centro de Pensamiento Turístico de Colombia, integrado por la Asociación Hotelera y Turística de Colombia – Cotelco – y la Fundación Universitaria Cafam, ubicó al departamento de Bolívar en el segundo lugar, después de Bogotá, lo que motivó el reconocimiento especial del gobierno nacional, en cabeza del presidente de la República, Iván Duque.
Si bien Cartagena, ocupó el primer lugar en la categoría de ciudades, ya estamos acostumbrados a su posicionamiento como primer destino turístico del país. Aunque ello genera igualmente congratulaciones, en esta oportunidad me referiré al reconocimiento departamental, por considerar que es de gran trascendencia, especialmente por las condiciones y circunstancias en que se logra.
Es de todos conocidos que antes de la creación del Instituto de Cultura y Turismo de Bolívar-Icultur – el panorama para esos dos sectores era más que sombrío, a pesar de las grandes potencialidades que ofrece el territorio. El surgimiento de festivales y la priorización de algunos municipios para su promoción como destinos turísticos, entre otras acciones, han sido desde entonces la exitosa estrategia de proyección de Bolívar.
No obstante, tal estrategia, como lo reseñé en mi pasada columna referente a la controversia limítrofe con el Atlántico por el dominio del Volcán del Totumo, se cumple en medio de precarias condiciones, por la ausencia de políticas públicas sólidas y la falta absoluta de recursos institucionales.
En 2016, cuando el Ictrc no hacía distinción entre el departamento y el distrito, Bolívar ocupó también, por arrastre, el segundo lugar; al repetir esa ubicación por mérito propio, se enaltece mucho más el trabajo que con empeño creatividad y recursividad, realiza el equipo humano de Icultur, en cabeza de su directora Lucy Espinosa y de la directora técnica de turismo, Paola López.
Si a ello se suma que en la categoría de municipios, Mompox, que nunca aparecía, alcanzó el cuarto lugar en el ranking, se deduce que las cosas van bien y podrían mejorar.
Por tratarse de un reconocimiento institucional, el mérito también corresponde al gobernador Dumek Turbay; no obstante, el logro alcanzado debería generar para él y para quien sea su sucesor (a) una reflexión sobre lo que este territorio podría conquistar en materia de desarrollo turístico con una adecuada inyección de recursos económicos y la implementación de serias y confiables políticas públicas de promoción.
El territorio bolivarense es rico en atractivos históricos, culturales, arquitectónicos y naturales, que van mucho más allá de un destino de sol y playa. Su adecuada conservación, sostenimiento y proyección debe entenderse como una inversión para su desarrollo y el bienestar de sus habitantes, no como un lastre para el gobierno seccional.
* Periodista, columnista, docente universitario y asesor de comunicaciones.