El domingo 7 de mayo de 2017, pasada la 1 de la madrugada, el bar de salsa ‘Donde Fidel‘, localizado frente a la Plaza Pareja, donde también instala mesas y sillas, fue sellado por ocho días por disposición de la Policía Metropolitana de Cartagena.
La drástica medida se tomó, de acuerdo con lo informado por las autoridades distritales, porque los administradores del establecimiento habían violado el Código Nacional de Policía y de Conviviencia Ciudadana. Según se indicó en el sello colocado sobre una de las puertas del local, se habría transgredido el artículo 93 de la Ley 1801 del 29 de agosto de 2016 que en su numeral 3 habla sobre la generación de ruidos o sonidos que afectan la tranquilidad de las personas o su entorno.
En aquella ocasión, el propietario del reconocido bar, Fidel Leottau, apeló la decisión policial ante la Inspección de Policía del Centro Histórico, y dentro de los términos de Ley la inspectora Sandra Pimienta Barón resolvió a favor del comerciante el respectivo recurso.
De acuerdo con la funcionaria, la orden de sellamiento decretada por la Policía fue exagerada, ya que durante los 32 años que tiene de estar funcionando el famoso bar jamás había incumplido ninguna norma de convivencia y, de acuerdo con lo que se pudo establecer, siempre mantuvo su documentación en regla.
En consecuencia, por orden de la inspectora, desde el jueves 11 de mayo el bar de salsa, que es visitado permanentemente no solo por cartageneros raizales sino por turistas de todas las latitudes y, en numerosas ocasiones, por personajes de la farándula y la política nacional e internacional, volvió a abrir sus puertas.
En esa oportunidad, aunque se escucharon voces de rechazo a la acción policial, particularmente por parte de grupos de activistas universitarios, en general se consideró que el acatamiento de la Ley debe estar por encima de cualquier otro tipo de consideración. Además, el comportamiento de Leottau, limitándose a hacer uso de las herramientas que la misma Ley le brindaba, y la posterior determinación de la inspectora de Policíao, terminaron por convertir el hecho en un buen ejemplo de resolución de conflictos.
Ahora, el pasado sábado 3 de noviembre, en un operativo similar al de hace 18 meses, pero en el cual, además de integrantes de la Policía Metropolitana, participaron funcionarios de la Secretaría del Interior, de la Oficina de Espacio Público y Movilidad Urbana y del Establecimiento Público Ambiental –EPA – de Cartagena, nuevamente se ordenó el cierre del bar ‘Donde Fidel’.
La razón fue la misma que en mayo del 2017: al realizar las mediciones correspondientes, el EPA encontró que el volumen de los aparatos de sonido sobrepasaba con creces el máximo de decibeles permitido, y la sanción es la contemplada en la Ley para este tipo de contravenciones.
De acuerdo con lo conversado con el director del EPA, Álvaro Vargas Martínez, en cumplimiento de sus objetivos misionales, «nuestros técnicos, con uno de nuestros sonómetros y atendiendo el correspondiente protocolo, hicieron siete mediciones a 1.5 metros de la puerta principal del establecimiento, durante siete minutos, una medición cada minuto, y en todas se evidenció que el número de decibles emitidos estaban muy por encima del máximo permitido, que es de 55 decibeles. El promedio de las mediciones fue de 79,3 decibeles«.
El funcionario aclaró que el EPA «solo ordena la suspensión de las emisiones sonoras; ya que el sellamiento del lugar le corresponde a la Policía«. Y sobre la sanción que se imponga, manifestó que «tenemos tres días hábiles para tomarla«.
Y sobre la supuesta injerencia de la Procuraduría en la toma de decisiones de las autoridades locales, Vargas Martínez recordó que «decisiones similares a las de este sábado las hemos venido tomando siempre, en cumplimiento del Decreto 948 de 1995. Fíjese que a mediados de año, para ser más exacto el 29 de julio, sin que mediara ninguna advertencia por parte de ente de control alguno, cerramos por las mismas razones cinco establecimientos: ‘Dolce Vita‘, ‘Alquímico‘, ‘Tu Candela‘, ‘La Jugada‘ y el mismo bar ‘Donde Fidel'».
El rechazo al cierre de ‘Donde Fidel’
En esta ocasión la decisión de las autoridades causó un enérgico rechazo, particularmente entre varios periodistas y comunicadores locales que consideran que fue una medida impuesta por la Procuraduría General de la Nación, ya que esta, por intermedio del procurador provincial de Cartagena, Guidobaldo Flórez Restrepo, en el marco de una acción preventiva, había conminado a la Alcaldía distrital a «establecer de manera inmediata procesos y procedimientos» para determinar las responsabilidades «respecto a las irregularidades que se han evidenciado» en el diligenciamiento de permisos y licencias para el funcionamiento de varios «establecimientos comerciales nocturnos«, entre entre ellos el bar ‘Donde Fidel’ (leer ‘Acción Preventiva de la Procuraduría‘).
Incluso, a través de las redes sociales, varios conocidos periodistas y comunicadores han convocado a un plantón para rechazar lo que califican como una «intervención inaceptable» del Ministerio Público.
Por su parte, el periodista Ernesto Taborda Herrera, reportero de El Universal», publicó en su cuenta en Facebook: ‘Cartagena, la ciudad coptada por el centralismo‘ (SIC), lo que generó un cúmulo de comentarios en uno y otro sentido. «Preocupante Ernesto. Seguramente se debe a que los gobernantes locales lo han hecho muy bien«, comentó Tadeo Martínez Méndez, excorresponsal para la Región Caribe de la revista Semana y actual asesor en Comunicaciones de la Procuraduría. «Exacto, se debe a que lo han hecho muy mal, pero tampoco podemos aceptarlo ni estar de acuerdo. Eso no es algo nuevo, pero desde hace seis años Cartagena es la mona del paseo«, respondió Taborda al comentario de Martínez. Y este, tras advertir que «para eso son los órganos de control; para intervenir cuando los gobiernos lo hacen mal», lamentó que haya «despertado más malestar el cierre temporal de Fidel que la mala atención en el hospital Universitario o el robo continuado de la ESE, o las obras públicas inconclusas, o el boleteo en impuestos (…)«.
Y el columnista y comunicador social Juan Diego Perdomo Alaba, también en su cuenta en Facebook, manifestó: «Somos buenos pa’ exigir derechos pero flojos pa’ cumplir deberes. La cultura de la legalidad no exime a lo popular«.
Contexto:
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