En concepto de Fabio Castellanos Herrera, «el Distrito ha revictimizado a los compradores de buena fe. Antes de tomar una decisión tan drástica, tenía que tener toda la certeza científica de que el estudio era incuestionable técnicamente, y el dicho del ingeniero Jorge Rocha lo contradice».
«Además, el plan de reubicación debía ser integral y humanitario, y esto quiere decir que no solo hay atender los edificios en riesgos sino también los posibles efectos colaterales, y además haber garantizado previamente hogares en las mismas condiciones o muy parecidas a las que tenían las víctimas de su negligencia, falta de control y corrupción.
En segundo lugar debe llamar en garantías, cuando vengan las demandas de reparación directa, a los exalcaldes del Distrito y a los exfuncionarios de Control Urbano y/o a los alcaldes locales.
La medida tomada con la sola petición de la Fiscalía, amenazando con inmediatos desalojos, no fue la decisión más adecuada.
Si yo fuera alcalde, solo cuando tuviese un informe con todo el rigor científico tomaría una decisión, pero me prepararía para ello y ante todo buscaría que los responsables paguen fiscal, disciplinaria y económicamente su delitos y estafas.