Por Iván Sanes Pérez *
Cuna de la democracia, referente temporal y atemporal de los ideales que pretenden bajarse del cielo utópico a la realidad material; génesis de la Filosofía Occidental, ¡Oh excelsa Atenas! Su plaza central se engalanaba cuando el sabio Sócrates abría su boca para que sofistas y falsos maestros cerraran la suya ante la grandeza de su método cuyo arte de ‘parir ideas’ poseía una sublime base social: la revolución educativa. Su método representó amenaza para los poderosos soberbios que se autoproclamaban dueños de la verdad, llevándolos a acusar al maestro de “pervertir a la juventud revolucionando la educación” haciendo que lo condenaran a muerte.
El eco del Plan Maestro de Sócrates lleva casi 24 siglos resonando en cada rincón: la educación debe ser prioridad. Cartagena, nuestra Polis, ha trazado un Plan Maestro de Educación para los próximos 16 años, Plan que intentará ser la hoja de ruta a seguir hasta el 2033. Para ejecutarlo se hace necesario un acuerdo por la educación, un acuerdo que cambie la forma de ejecutar las políticas públicas de esta heroica Polis Caribe, un acuerdo en el que la educación sea el punto en que converja todo esfuerzo de la comunidad, el gobierno, la empresa privada y, por supuesto, la familia.
Sócrates hizo converger los objetivos de la gran Polis en el neurálgico punto educativo, convirtiéndose esa Atenas en el gran ejemplo a seguir. Esa, precisamente esa, es la convergencia que imagino en la estructura administrativa de la heroica Polis: una Secretaría del Interior ejecutando proyectos encaminados a fortalecer la convivencia escolar, a prevenir el delito al interior de la escuela, redundando así en la disminución del bullyng, del consumo de drogas y de las peleas y desarticulando las pandillas… Un DATT que priorice la debida señalización de los alrededores inmediatos de los centros educativos, mostrándole así a los futuros conductores la necesidad de la cultura vial… Una Secretaría de Infraestructura construyendo más aulas, pavimentando los alrededores de los colegios para que en tiempos de lluvia, los niños no tengan que llevar los zapatos en sus manos… un IPCC fomentando desde el aula la real y más autóctona cultura de la heroica polis… Un fondo de desarrollo local que fortalezca la infraestructura educativa oficial; la escuela también hace parte de la Localidad… Un Distriseguridad ejecutando proyectos tecnológicos que propendan por la convivencia pacífica escolar de esta Polis fantástica… Una Escuela de Gobierno que fortalezca el gobierno escolar, que forme a los padres de familia, que fortalezca a la familia como núcleo social… Una Secretaría de Participación y Desarrollo Social que al interior de las instituciones fomente puntos de encuentro comunitarios, incluyendo así a los barrios en el divino elemento de la educación… Un IDER que mejore la infraestructura y la implementación deportiva de las escuelas, creando la conciencia también ateniense de “cuerpo sano, mente sana”… Un DADIS que promueva hábitos y estilos de vida saludable en cada aula… Una Universidad que incentive el servicio comunitario a sus futuros humanistas elaborando y desarrollando proyectos educativos encaminados a disminuir la deserción escolar, los embarazos prematuros, fortalecer la calidad educativa… Un Sena acompañando permanentemente el proceso de la Media Técnica… Una empresa privada que priorice en las escuelas su responsabilidad social… Una comunidad vigilante del proceso formativo… Una familia comprometida con la formación de sus hijos… Una Secretaría de Educación integradora.
La utopía es posible: Sócrates lo demostró. ¡Oh, mi Polis Heroica, converjamos en la educación y como águilas raudales firmemos el acuerdo por la educación!
* Abogado e ingeniero de sistemas
Twitter: @IvanSanes