Por Luis Enrique Rubiano Quitián *
No puedes hacer una revolución para tener la democracia. Debes tener la democracia para hacer una revolución. Gilbert Keith Chesterton
Existe un debate permanente en los momentos actuales en torno a la reflexión: ¿y después de la democracia qué?, en el entendido de que la democracia es el paradigma construido por muchas centurias y que después de la postguerra se vería entre el grueso de países como el mejor sistema de gobierno y el único que garantiza gobernanza. Sí, estamos pensando cuál podría ser el modelo que reemplace a la democracia en momentos en que aún pensamos si verdaderamente el mundo cuenta con países realmente democráticos (advirtiendo de que no se habla aquí del concepto de democracia perfecta sino de democracia real), lo que debería llevarnos a reflexionar si debemos, podemos y estamos a tiempo de salvar la democracia como el gobierno de las mayorías o de la soberanía popular.
El problema de la democracia se aprecia mayormente en la manipulación de las masas por parte de algunas élites de poder que logran castrar la soberanía popular o desviarla hacia propósitos de beneficio particular, lo que desvirtúa la esencia misional de un Estado democrático. Igualmente, y de alguna manera ligado a esto, la democracia se oxida o corroe con la ideologización que lleva a seccionar, dispersar y a desarticular a la población o sociedad civil, planteándole a ésta que tiene que ser parte de un juego de izquierdas o derechas, de ricos y pobres, de vulnerables y protegidos, de minorías y mayorías, en fin.
De otra parte, si bien el modelo democrático ha ido casi que aparejado históricamente al capitalismo, el capitalismo, como dijera Varoufakis (economista greco-australiano, académico, exdiputado del Consejo de los Helenos), no genera automática o milagrosamente democracia. Ya Singapur y China demostraron que puede haber un capitalismo muy próspero sin que exista políticamente democracia si bien su sistema político pueda en un futuro no tal lejano llegar a ser de corte liberal.
Más que un modelo capitalista, lo que una democracia requiere para ser auténtica es que en la sociedad donde impere, la clase pudiente invierta en lo que aquella necesita y que se invierta en tecnología verde más que en el sector irreal de la economía. Pues es por decirlo de alguna manera curioso que habiendo mucho dinero en las bolsas de valores y en bancos,existanmuchas deudas en las naciones, hay derroche de dinero ocioso, dinero que debería ser aplicado a desarrollar capital humano y tecnología ambientalmente amigable.
Es importante para la democracia y la gobernanza que el pueblo tenga capacidad real de incidir en los juicios políticos y la toma de decisiones públicas yendo más allá de la mera libertad de expresión.
De otra parte, cabe advertir que no es sana una democracia que separa la esfera económica de la esfera política; la economía no puede ser terreno vedado para la democracia pues la riqueza de las naciones ha de ser elemento de prosperidad y de equidad y las decisiones sobre la economía deben surgir de alguna mediación colectiva que enlace los planes de desarrollo económico con el ejercicio del poder que parte de la soberanía popular. Si la democracia ya hace parte del estilo gerencial de las empresas, ¿por qué la gestión económica del país no hace parte del quehacer de la participación social comunitaria?
En este orden de ideas, antes que la economía se apodere de la política, ¿no es mejor que al revés la política se apodere de la economía? Claro está y entiéndase bien que no se trata de establecer un Estado centralmente planificado, totalitario o un capitalismo de estado, se trata de democratizar un estado donde ambas esferas sean siamesas y sinérgicas, sin que haya dominio de una sobre otra pero entendiendo que la política del Estado está al servicio del Pueblo que hace uso de la economía.
La primacía del pueblo sobre el Estado y de éste sobre las pretensiones de la libre economía en representación de aquel, implicaría en una verdadera democracia que las empresas sean de propiedad de quienes las trabajan (ojo, no del Estado); esa es la propuesta específica. Para que ello se dé, también el capital del trabajador habría de ser movible entre empresas, que los ingresos de capitalse den a partir de las utilidades compartidas con el trabajador.
Y es que las naciones avanzan social, equitativa y económicamente invirtiendo en fondos comunes de carácter solidario que es lo que ni la eurozona con todas sus buenas intenciones (formales) ha podido lograr; esto en el grupo de naciones que la conforman.
¿Esto es posible? Claro que sí.
¿Seguiría siendo el Estado democrático bajo este modelo? Claro que sí.
¿Y después de la democracia qué? En las décadas inmediatas a nivel global no se prevé un cambio del paradigma de la democracia por otro sistema político; sin embargo a partir de la crisis de la democracia en medio de una sociedad global más informada, crítica y demandante, se espera que ésta se acerque más a una verdadera democracia participativa y equitativa en los términos que arriba se mencionó. De hecho nuestra democracia ya se ha venido acompasando con los postulados del Postcapitalismo que preveía en los 90’s el gurú de la administración Peter Drucker y mucho más recientemente el periodista Paul Mason, caracterizada por:
Una relación con la naturaleza de respeto y no de explotación.
Privilegiar el valor de uso sobre el valor de cambio, lo que implicaría que los productos y los servicios tendrían que ser desarrollados en función de las necesidades y no del provecho.
La democratización de la sociedad, no solamente en el ámbito político, sino en todas las relaciones sociales colectivas.
La multiculturalidad o dicho de otra manera, la posibilidad de que todos los saberes, filosofías y religiones coadyuven a la construcción social colectiva. Aquí los saberes tradicionales recuperan importancia.
Una nueva organización de la sociedad y de la economía, basada en el conocimiento.
Fortalecimiento de los megaestados, los acuerdos regionales y la transnacionalización cultural, económica, política y de la defensa de los derechos humanos y del medio ambiente.
Quizás una alternativa a la democracia sin tener que retroceder a formas autocráticas o totalitarias, está en la holocracia.La holocracia(que significa “poder de la totalidad”) ha sido comparada con la sociocracia, sistema de gobierno propuesto en la segunda mitad del siglo XX. La sociocracia inspiró en especial el desarrollo de la estructura de círculo y los procesos de gobierno contemplados dentro de Holacracy.
El énfasis de La holocracia está en la gobernabilidad interactiva, los procesos adaptativos y la autoorganización; se inspira en principios del desarrollo ágil de software y el proceso de manufactura esbelta por lo que se ha aplicado más a la Empresa que al Estado. Es por demás compatible en gran medida con la Teoría de los Participantes (Stakeholdertheory) en atención a que las estructuras directivas permiten que múltiples partes interesadas tengan representación en el gobierno de una organización y para que múltiples instituciones con intereses compartidos puedan estar vinculadas a nivel de gobierno.
Holocracia es un sistema social en el que la autoridad está distribuida a través de una serie de equipos auto-organizados en vez de jerarquizados. En la holocracia la toma de decisiones se generaal interior de estos grupos o entre un conjunto de ellos, no mediante consenso sino a partir de la ausencia de disenso
Es un sistema socio-político propio de la holoeconomía, fundamentado en el gobierno mundial y la separación de los 4 poderes: ejecutivo, judicial, legislativo y evolutivo. El poder evolutivo dirigido por la superintelligentsiade los sadvipras (excelentes líderes) controla y supervisa la evolución de los otros tres para evitar la explotación.En el capitalismo el ciudadano es educado en el principio de placer egoísta y en correr tras unailusión de riqueza, prestigio y materialismo, en tanto que en la holocracia será educado en sama samajtattva(o principio de igualdad social)y buscará la verdadera felicidad, la Absoluta
Socioholismo es entonces un sistema mixto (propiedad pública-cooperativa y privada) de producción para el consumo:Holoeconomía: economía global;Psicoeconomía: economía para la autorrealización; Holocracia: sistema político de la holoeconomía y la Sociedad Global. Así mismo, la democracia económica se basará en una estructura tripartita: pequeña empresa privada, cooperativas y grandes empresas multinacionales públicas, con límites a la acumulación de ganancias.
En consecuencia, la holocraciaconllevaría a un gobierno mundial, una moneda global, un código penal mundial, una Federación Global, ejército global y un parlamento mundial con dos cámaras, que sustituirían a la ONU.
¿Qué le queda a la democracia? Supervivir como real democracia en tanto esté plenamente listo su sistema de relevo.
Una referencia de un modelo holocrático sería El Socialismo comunitario Humanistico,que llamaríamos socioholismo comunitario humanístico, dibujado por el gran Ensayista Erich From en obras como La revolución de la Esperanza (1968). oPsicoanálisis de la sociedad contemporánea (1995), el ideólogo de los hippies y el autor del ensayo longseller más famoso del mundo El arte de amar.
El sistema dará opción a que seas millonario, tienen que haber incentivo, porque si no ocurre lo que pasó con el comunismo, pero el lucro enfermizo exagerado de las grandes multinacionales debe ser constreñido y limitado, porque si no la tierra se convierte en la dictadura de las multinacionales. Y la Banca. La acumulación de riqueza privada estará limitada. Una mejor distribución de la riqueza y los recursos permitirá la eliminación de impuestos.
¿Te has preguntado por qué los políticos no son lo que solían ser, por qué los gobiernos parecen incapaces de resolver problemas reales? El economista Yanis Varoufakis, exministro de Finanzas de Grecia, dice que es porque se puede estar en la política actual, pero no en el poder, porque el poder real pertenece a los que controlan la economía. Cree que los megaricos y las corporaciones están canibalizando la esfera política, provocando crisis financiera que los gobiernos no pueden resolver. En esta charla nos habla de su sueño de un mundo en el que el capital y la mano de obra ya no luchen unos contra otros, «y sea a la vez liberal, marxista y keynesiano».
* Administrador Público. MBA. Máster en Dirección Estratégica, Planificación y Control de la Gestión. Doctor en Ciencia Política