Un enfermo terminal no puede ser pilar del crecimiento económico de la Región Caribe.
Costeños, estamos ante un gravísimo problema de consecuencias incalculables.
Electricaribe actualmente no es fuente de energía sino de dudas, de miedos, de incertidumbre.
¿Qué pensarán hoy los empleados de Electricaribe?, ¿qué estabilidad laboral tienen siendo empleados de una empresa intervenida?, ¿cómo puede Electricaribe entregar energía a buenos precios a los hogares y oficinas si no están en capacidad de comprar grandes paquetes de energía a 5 o 10 años que garanticen un suministro a buenos precios?
Creo que los costeños no hemos dimensionado la gravedad que implica tener una empresa como Electricaribe intervenida, es decir maniatada. Una empresa intervenida es una empresa paquidérmica, una empresa cortoplacista, una empresa en donde todos sus empleados dedican horas a buscar reubicación y a pensar qué sera de ellos en el corto plazo. Que alguien me explique cómo una empresa así puede mejorar, ser competitiva y mucho menos prestar un buen servicio.
Electricaribe es un enfermo terminal que no tiene claro cuándo será su entierro y, mientras, ni hace ni deja hacer. ¿Puede un enfermo terminal ser pilar para el desarrollo de una región?
Por muy bien intencionados que estén los funcionarios encargados de Electricaribe, por muy diligente que sea el nuevo gerente, es imposible sacarle una gota de jugo a ese limón. Cada día que respira es un logro, pero no podemos ni en el escenario más optimista pensar que será una empresa modelo que jalone el desarrollo entregando energía en la cantidad, con los precios, en la ubicación y con la confiablidad que necesitan los empresarios y usuarios en general.
No hay claridad en el cronograma; ¿cuándo la entierran?, ¿cuándo llega el reemplazo?, ¿qué pergaminos se le exigirá al reemplazo para que no lleguen empresas ‘a la medida’ que terminen de acabar con lo poco que se ha creado ?, ¿quién responde por las pérdidas que se generan por el limitado suministro de energía?
La industria en la costa tiene una camisa de fuerza que se llama ‘Suministro Limitado de Energía’. Energía hay y bastante, lo que no hay es cómo llevarla a cada uno de los usuarios en la cantidad, a los precios y con la confiabilidad que se espera. Las redes no solo son viejas y están en mal estado, también son obsoletas, es decir que arreglar lo actual no es suficiente, se deben cambiar por redes inteligentes de última generación.
¿Quién asumirá los costos de actualización de redes? ¿De dónde saldrán los recursos si el gobierno le ha dicho hasta el cansancio a los maestros y demás funcionarios que la olla está vacía? Por descarte la única fuente será el nuevo operador vía tarifa, y una tarifa más alta frenaría la industria en la costa. ¿Cuál es la solución y quién nos explica en detalle, como lo haría la cartilla de ‘Nacho Lee’, qué va a pasar?
De pronto estamos equivocados y nuestros miedos son infundados y exagerados, pero si es así les pido a los responsables que por favor informen. En lo personal estoy muy preocupado, para no decir en pánico, con respecto a la seguridad energética de la costa. Y, mientras, el tiempo pasa…
* Exviceministro de Infraestructura