Según cifras que comienzan a conocerse, para el sector turístico la reciente temporada no ha sido la mejor de los últimos años.
De acuerdo con un reciente informe elaborado por el Sistema de Información Turística de Cartagena de Indias -SITCAR, entre el 20 de diciembre de 2016 y el 10 de enero de 2017 la ocupación hotelera fue del 77% en promedio, lo que significa que hubo un decrecimiento de 4 puntos porcentuales respecto al mismo período anterior, cuando fue de 81%.
Otro ítem que se tiene en cuenta para analizar el comportamiento del turismo en Cartagena es el número de viajes a las Islas del Rosario partiendo del Muelle La Bodeguita, los cuales decrecieron en esta oportunidad en un 26%.
No obstante esas cifras, por contraste, el SITCAR señala que por vía aérea y a través de la terminal de transportes ingresaron a la ciudad 228.654 viajeros, un 4.72% más que en la temporada anterior, cuando llegaron 218.341 visitantes.
Para la presidenta de la Corporación de Turismo Cartagena de Indias, Zully Salazar Fuentes, «Si bien la ciudad se vio abarrotada de turistas, el crecimiento en el número de éstos frente a otras temporadas fue modesto, y además como lo han reportado empresarios y gremios, hubo menos ventas en centros comerciales, menos ventas en restaurantes y, en general, menos gasto por parte de los visitantes, lo que es atribuible en buena medida a la expectativa frente a la reforma tributaria, y a la desaceleración de la economía de que hablan los expertos».
Por ello, la funcionaria exhortó a los actores involucrados directa o indirectamente con la llamada industria sin chimeneas a «preservar la gallina de los huevos de oro», y los invitó a todos, principalmente a autoridades y operadores turísticos, a reflexionar sobre si Cartagena de Indias no estaría siendo víctima de su propio éxito.
En criterio de la zarina del turismo local, Cartagena, para conservar su lugar de honor en el turismo del mundo y el primero en Colombia, «debe avanzar con rapidez en su agenda público – privada, de cara a cumplir las expectativas de los visitantes y a hacer que el turismo conviva de manera armónica con la ciudad, de manera que se garantice la sostenibilidad de la industria local de viajes y turismo».
Para Salazar Fuentes, las cifras del SITCAR muestran que la capital de Bolívar sigue siendo un polo de atracción de viajeros nacionales e internacionales, pero el balance advierte que «hay aún mucho por hacer en torno a la competitividad turística».
«La informalidad fue quizá el mayor lunar de la temporada», aseguró Salazar, para quien es claro que hay que seguir combatiendo «el abuso en los precios de algunos bienes y servicios».
En concepto de la presidenta de la Corporación de Turismo Cartagena de Indias, los empresarios informales siguen compitiendo de manera desleal con los formales «que sí generan empleo y pagan impuestos».
Se trata, dijo, de un fenómeno que hay que entender, ya que la venta de algunos bienes o servicios, como el alojamiento, permite que numerosas familias generen ingresos temporales, pero a la larga estos hechos «perjudican el destino y a todos los cartageneros».
Para la funcionaria, podría pensarse «en ayudar a la formalización de una buena parte de los informales, creando galerías de comidas típicas, como en otras partes del mundo, donde turistas y cartageneros encuentren los sabores locales, pero sin que haya invasión del espacio público».
De acuerdo con Zully Salazar, gracias al esfuerzo de las autoridades locales y el liderazgo y compromiso del alcalde Manolo Duque Vásquez, en Cartagena se ejecutaron cabalmente los planes de contingencia diseñados, y se trabajó sin descanso durante la temporada, pero pese a ello Cartagena fue víctima de su propio éxito.
«Desde ya, por instrucción del alcalde, redoblaremos el trabajo que se viene desarrollando en las instancias de la Alcaldía y junto con el sector privado, en temas como movilidad, sitios de parqueo, aseo, seguridad en las playas y espacio público, entre otros, para mejorar nuestra capacidad de respuesta y meter en cintura a los infractores, sean estos propios o turistas», aseguró.
Para Salazar, durante la temporada fue importante la labor desarrollada por el gerente del Centro Histórico, Luis Ricardo Dunoyer, ya que se logró atacar de manera más eficaz problemas como el ruido y las basuras».
Otro hecho a destacar de la temporada como positivo fue, para la presidenta de Corpoturismo, «la gran cantidad de cartageneros que salieron con sus familias a disfrutar los diversos atractivos».
No obstante, insistió, todos deben recordar que «así como llegan, los turistas también se van», por lo cual «todos debemos trabajar para que el turismo en la ciudad siga siendo una industria floreciente que produce, nada menos, que el 33% de los empleos formales en la ciudad».
«Si no nos ponemos todos la camiseta de la industria de viajes y turismo, y la cuidamos como una joya, los esfuerzos conjuntos para poner a disposición de los cartageneros y los turistas atractivos como el Pesebre más Grande del Mundo, y la espectacular iluminación navideña», entre otros, «no serán suficientes».
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