Es simple: un cirujano no debería emprender la operación del paciente si no cuenta con la instrumentación adecuada y el paciente no se deja operar si no confía en el galeno.
La Empresa de Desarrollo Urbano de Bolívar S.A. -Edurbe, la entidad a la que el alcalde Manuel Vicente Duque piensa encargar la primera fase del Plan Maestro de Drenajes Pluviales, está sometida, en la práctica, a una especie de capiti diminutio por cuenta de su accidentada historia reciente. Hace menos de un lustro el doctor Óscar Brieva Rodríguez, a la sazón gerente de la entidad, dió a conocer a la opinión pública un informe impactante respecto de la situación de la empresa. El informe de 2012 señalaba textualmente: “…actualmente Edurbe tiene en ejecución 52 obras y 26 que no se han iniciado, pero los recursos para culminarlas no se encuentran disponibles en las cuentas de la entidad, muy a pesar de que se giró el 99% de los mismos”.
Ya en 2015, Ramón David Expósito, quien fungía como gerente en ese año, publicaba un documento no menos alarmante. En el informe dado a conocer por Funcicar se lee: “Situación de Edurbe. Grave problema con impacto negativo en la credibilidad institucional. Más de 150 obras inconclusas y paralizadas sin recursos disponibles a pesar de que el Distrito giro el 100% de los dineros”.
Y hoy, en pleno 2016, no se sabe aún de la suerte de esos recursos públicos.
Las cifras son escandalosas y muy a pesar que los concejales de la época, muchos de los cuales aún permanecen en la corporación, se agitaron reclamando inclusive la liquidación de la entidad, no ha sido posible siquiera una tímida reingeniería de Edurbe. Qué vaina, cierto.
Pese a lo anterior, con gran enjundia el actual gerente de Edurbe, Alfredo Bula Dumar, declara a la prensa: “Aquí no se han robado nada”. La candidez es una virtud deseable pero poco recomendable en un servidor público, pues las consecuencias pueden ser graves para el funcionario y peores para el erario. El doctor Bula argumenta que la eventual ejecución de algunas obras prioritarias del Plan Maestro de Drenajes Pluviales se verificará por “patrimonios autónomos” (?) para significar que cada peso se destinará a proyectos pre establecidos, sin que haya lugar a la unidad de caja que en el pasado se convirtió en revoltura usual de recursos ajenos por parte de la entidad. Agrega que esta es la garantía que los cartageneros necesitan para que reine la tranquilidad.
El asunto es que una entidad carente de recursos financieros y que intenta devolver al Distrito la plata que dilapidó con bienes inmuebles, carece por esta misma razón de capacidad administrativa, de contratación, vigilancia y control para asumir un reto vital para la ciudad.
Es normal que un alcalde repase los instrumentos con que cuenta para dar solución a los problemas, pero me arriesgaría a sugerir al alcalde que no transite por esa trocha pues puede resultar más peligrosa que “la papayita” para alcanzar la cima de la Popa, nuestro cerro tutelar.
Entre tanto, la reestructuración administrativa del Distrito de Cartagena es un tema postergado que no se encuentra hoy en la agenda pública, como debería ser, en tiempos del cambio climático.
* Abogado especialista en Derecho Administrativo y candidato a Maestría en Derecho con énfasis en Derecho Público.
María Chiquillo Meléndez
La familia Comunal, tenemos conocimiento de cómo nuestros ancestros, con mucho sacrificio sostuvieron y retroalimentarnos el sostenimiento y mantenimiento a pico, pala, escombro, aserrín e incluso el mismo fangon de la ciénaga. Lo utilizaban para el relleno. Que hoy día ha permitido el poblamiento en forma infrahumana de sus habitantes. Comparto la idea que todos los comunales conocedores de este flagelo confornemos un grupo maxivo, para salvar la ciénaga de la Virgen y sus habitantes