Revista Metro es, como se ha dicho, un «portal noticioso, de opinión y de análisis político comprometido con la información veraz y oportuna de las movidas del poder en Cartagena y Bolívar», pero sobre todo (como se advierte desde la publicación de su primera nota, su primer editorial, su primer análisis, la primera columna de su director), una herramienta para propiciar el ejercicio de un responsable y riguroso control social.
Consecuente con ello, en vísperas de las distintas elecciones populares este medio ha enfatizado en los antecedentes de los candidatos; en sus posiciones sobre trascendentales temas (no lo que dicen que piensan sobre estos sino la forma como han actuado ante ellos, que suele ser diferente); en los más visibles financistas de sus campañas y -claro – está, en los que respaldan sus candidaturas.
Contrario a lo que consideran algunos otros medios, nosotros sí creemos que se vota por un individuo pero también por quienes lo acompañan en sus aspiraciones; por un candidato pero igualmente por el partido o movimiento que lo avala; por el dirigente que postuló su nombre pero asimismo por los empresarios y dirigentes políticos que los respaldan, ya sea frontalmente o detrás de bambalinas. Por ello, nuestro esfuerzo periodístico se ha encaminado no solo a mostrar el perfil de los aspirantes sino -además – los hechos más relevantes de su entorno.
Por los temas que muestran nuestras notas, editoriales, análisis y las columnas del director (las columnas de los habituales colaboradores no, ya que, como se apreciará, ellos tienen plena libertad para opinar sobre los candidatos de sus preferencias) podrá inferirse que tomamos partido por una u otra opción, y así ha sido, en realidad. Y en varias oportunidades lo hemos manifestado de manera expresa.
Pero en el caso de la campaña que hoy termina no lo hemos considerado necesario. La razón: nuestros lectores son testigos de la forma cómo, desde esta tribuna, hemos sido acérrimos críticos de quienes han protagonizado visibles hechos de corrupción, y es claro que no hemos ahorrado esfuerzos en mostrar a qué candidatos apoyan.
En el ámbito nacional, ya se ha visto que la inmensa mayoría de los llamados ‘tinieblos’ o políticos cuestionados, muchos de ellos condenados, están de frente con Iván Duque, y aunque varios líderes uribistas han salido a explicar que lo hacen sin la aceptación expresa del candidato uribista, lo cierto es que se trata de apoyos públicos que no han sido rechazados de igual manera (leer ‘Los cuestionados que respaldan a Duque para segunda (la mayoría sin su aval)‘).
Y en el campo local el caso es igualmente claro: dejando a un lado a la dirigencia política local y a un sector del empresariado, a las que muchos señalan por su papel protagónico en sonados casos de corrupción pero aún los jueces no han dicho la última palabra, el hecho es que en la Ciudad Heroica la foto es dramática. Con una única excepción: la de un exconcejal destituido e inhabilitado por 18 años por un delito contra la Administración Pública, todos los restantes dirigentes políticos de Cartagena y Bolívar condenados por la Justicia -por paramilitarismo o corrupción – respaldan decididamente al candidato Duque, y así se lo hemos mostrado a nuestros lectores.
Por ello, reiteramos, hemos creído innecesario señalar de forma expresa si preferimos en la Presidencia de la República a Iván Duque y sus aliados o a Gustavo Petro y los suyos. Y aunque la coherencia no es propiamente la virtud de la que más se ha hecho gala en los últimos años, en nuestro caso mostrar simpatías por el candidato de parapolíticos y corruptos sí que hubiera sido un camino asfaltado y sin tráfico hacia el total descrédito.
Eso sí, respetamos, pero sobre todo comprendemos, claro que comprendemos, la posición a algunos medios de comunicación que, de forma explícita, han decidido cantar sus votos, aún aquellos que, como El Tiempo (de propiedad del hombre más rico del país, Luis Carlos Sarmiento Angulo) canta su voto por Duque a pesar de manifestar que «nuestro apoyo al proceso de paz con las Farc se mantiene firme y que cualquier intento de dar marcha atrás al reloj de la historia y el espíritu de los acuerdos suscritos será considerado un error garrafal».
O como El Universal (cuyos dueños, entre otros, son el excanciller conservador Fernando Araújo Perdomo y el senador uribista Fernando Araújo Rumié), que también respalda a Duque a pesar de reconocer que «la corrupción es uno de los problemas más graves del país» y que «la mayor parte de la política, o mejor, politiquería, tiene como objetivo repartirse el presupuesto como si fuese un botín, desde el nacional hasta el de los municipios, con pocas excepciones».
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