Por Marcela Márquez *
El mes de marzo llegó a su fin, pero no la innegable realidad de ser mujer. Mientras el pasado 8 de marzo en cada rincón de Colombia las mujeres eran inundadas de felicitaciones, cumplidos y detalles, en otros países como España fue un día histórico en el que cientos de mujeres se levantaron a protestar en pro de la exigibilidad de sus derechos.
Quizás en Colombia las mujeres sí saben reconocer la situación de desventaja y vulnerabilidad en la que se encuentran -salarios por debajo de los que reciben los hombres en el mismo cargo y nivel de responsabilidades; mayor índice de maltrato, abusos y feminicidios por parte de compañeros sentimentales; menores oportunidades de reintegración a la vida laboral al procrear; entre otros factores que lo demuestran – pero a pesar de ello muy pocas se deciden a manifestar por vías civiles su inconformismo. Sin embargo, eso no quiere decir que el resto no esté luchando por una transformación: todo lo contrario.
Muchas mujeres han comenzado una lucha diferente. Se trata de una lucha silenciosa, digna, consistente. Como si cada una de sus protagonistas imitara, sin saberlo, el estilo cauteloso pero contundente de las más nobles almas que han impactado la historia del mundo. Ellas se han cubierto con un poderoso escudo de resiliencia; se han rociado un perfume imperceptible de esperanza.
En este texto abordaremos el caso de cinco de esas mujeres, poderosas, que trascienden los discursos y se concentran en la acción, y sus tres emprendimientos en distintos sectores de la economía. Conoceremos cómo a través de su resiliencia, sumada a sus armas académicas, intelectuales y sociales, han conseguido subsanar muchas brechas.
Zelectto
El primer caso de emprendimiento que abordaremos es una iniciativa única en la costa caribe y el país. Se trata de Zelectto, la primera plataforma web de teletrabajo, cuyo objetivo final es promocionar el talento (freelancers y empresas) colombiano ante las empresas del mundo.
Nina Ovalle, socia y cofundadora de Zelectto, explica que esta empresa nació como respuesta a la necesidad que tienen muchas mujeres de cumplir con su rol dentro de sus familias pero a la vez desarrollarse profesionalmente y alcanzar sus metas personales, sin que un área interfiera u obstaculice a las otras. Pero lastimosamente no todas las mujeres desean correr alguna clase de riesgo. “Invité a todas las esposas de los amigos de mi esposo para que nos reuniéramos y pensáramos en ideas de negocios porque sabía que todas querían ser independientes. Todas trabajábamos en empresas, somos empleadas; pero de seis que invité, solo asistimos dos: Claudia Sales y yo. Esa primera reunión fue un fracaso”.
La exigencia familiar de una mujer es abrumadora. La carga del sostenimiento emocional y social de un núcleo familiar recae, tradicionalmente, sobre el lado femenino. Pero, de igual forma, las exigencias del mundo contemporáneo, que son las exigencias externas a dicho núcleo familiar, también colocan otro peso sobre la mujer: el peso de ser una profesional exitosa; y generalmente en países como Colombia, para lograr uno de estos dos objetivos, la mayoría de las mujeres debe renunciar a conseguir el otro. Para la mujer colombiana, es casi imposible lograr ambos.
“Días después nos reunimos nuevamente Claudia y yo e íbamos con la idea de montar una consultora; ella daría consultorías de marketing y yo de ventas y recursos humanos, en fin, dictar charlas, porque eso es lo que sabemos hacer, hemos trabajado antes en eso y nos gusta mucho. Nos fuimos con esa idea y resulta que cuando empezamos a hablar, Claudia me propuso: ‘¿Por qué mejor no contactamos a los consultores y buscamos también a las empresas que los requieran?’, así que allí lo estudiamos, miramos posibilidades, y de ahí nació Zelectto. Saltaron nuevas ideas, nos empapamos en Economía Colaborativa y empezamos a conocer esta revolución del Sharing Economy”.
Luego de decidirse por este proyecto y de prepararse en el tema, decidieron comenzar. “Lo vimos supremamente sencillo”, narra Ovalle. Pero todo no fue tan sencillo como consideraron. Transcurrió todo un año en el que, por causa de haber contratado erróneamente a una persona que no tenía los conocimientos en el área de desarrollo web y por ello aletargó los procesos y produjo un escape de recursos financieros, no lograron dar inicio a la plataforma web.
Al ver que la fecha límite se acercaba, Ovalle y Sales decidieron entonces empezar sin la plataforma; ellas mismas serían la plataforma. Utilizaron tres redes sociales: Facebook, Instagram y Twitter, y en menos del mismo tiempo que habían ‘perdido’ recuperaron en utilidades la totalidad de lo que habían invertido. Posteriormente subcontrataron a alguien que sí tenía la preparación y la experticia y desarrollaron la plataforma que es con la que hoy cuentan. Es el producto que tienen hoy, donde cada persona freelancer y cada empresa puede encontrar un flujo completo; las empresas pueden conseguir el freelancer y además contratarlo y calificarlo.
Zelectto es una respuesta a esa necesidad que existe de mostrar a los posibles colaboradores aquellos proyectos independientes que requieren de sus servicios, y realizar la contratación de una manera sencilla y rápida pero sobre todo confiable. Adicionalmente, proveyendo la facilidad de que cada uno de los freelancers tenga la potestad de promocionar los servicios que ofrece y al ser seleccionado contar con ventajas únicas, como manejar su tiempo.
Trensas
Nuestro siguiente emprendimiento destacado es una empresa de consultoría en comunicación organizacional con tres frentes de trabajo: 1. Entrenamientos. 2. Eventos con propósito. Y 3. Comunicación organizacional outsorcing.
Según narra María Andrea Romero, socia y cofundadora de Trensas, esta nació del fracaso. “Trensas nace del fracaso. Yo como profesional inicié con emprendimiento: cuando cursaba décimo semestre del pregrado, inicié una primera empresa que estaba orientada al tema de ventas; luego de estar trabajando cerca de un año y medio la empresa fracasó por diferentes circunstancias”, dijo. Sin embargo, a pesar de ello, gracias a la experticia adquirida en la conformación de una empresa y debido a que ese suceso coincidió en el tiempo con el requerimiento de grado de una materia del posgrado que cursaba con su socia, María Andrea Corrales, decidieron aventurarse nuevamente, esta vez en el área de la comunicación organizacional.
Lo primero que llama la atención es la ortografía de su nombre. Pero contrario a las populares estrategias de marketing que algunos utilizan adrede para llamar la atención, las mismas fundadoras aclaran el porqué de escribir Trensas con S y no con Z. «Nos llamamos Trensas con S, y no con Z; porque somos una S.A.S. y por ley estas deben incluir su figura jurídica en el logo o en la identidad corporativa, en una parte visual. Entonces, de manera estratégica, elegimos cambiar la Z por la S para integrar la S.A.S.«, explica María Andrea Romero, socia y cofundadora.
“Además, nos llamamos Trensas», agregó, «porque las organizaciones tienen tres hilos claves; número uno, los procesos que definen su naturaleza; dos, el talento humano que le da vida a esos procesos; y tres, los públicos objetivos que son aquellas personas con las que deben interactuar. Entonces, ¿cómo se logra conectar? ¿cómo cobra vida la organización? Cuando estos tres hilos se conectan e integran entre sí y esto lo hacen a través de la comunicación. Y nuestra razón de ser es conectar a las organizaciones, para que sean unidas, conectadas y apasionadas a través de la gestión de comunicaciones”.
Para lograr este objetivo, Trensas tiene los tres frentes de trabajo o servicios que mencionamos al inicio, que son, en primer lugar, los entrenamientos, cuyo objetivo es el desarrollo de competencias y habilidades de todos los equipos de trabajo a través de diferentes actividades, como lo son talleres, conferencias, team building y planes de formación. Esta área está enfocada en la educación como herramienta para transformar y generar una cultura organizacional. En segundo lugar el servicio de los eventos con propósito y tiene que ver con la generación de experiencias que forjen valor para los diferentes públicos objetivos de la empresa. Se trata de idear eventos que realmente logren conectar y unir a los trabajadores de una empresa. Y la tercera línea de trabajo de Trensas es el servicio de consultoría, que está centrado en comunicaciones outsourcing para las empresas que no tienen contemplado o presupuestado contratar de manera fija o permanente a un comunicador social.
La Mugslería
El tercer caso de emprendimiento es La Mugslería. En palabras de Sandra Pérez, su fundadora, es una empresa en la que “el producto estrella, son los Mugs, en muchas formas y colores , de allí nació el nombre ‘La Mugsleria’; también ofrecemos camisetas, gorras, almohadas, alcancías, cuadernos devocionales, biblias, globos, kits, canastas de regalo y demás artículos personalizados mediante la técnica de sublimación y vinilos textil y decorativo, innovando en el servicio de comercialización de manera virtual, con el fin de reducir costos y a su vez mantener la eficiencia del servicio”.
Pérez es una mujer cabeza de hogar que tuvo que decidir dejar su empleo de tiempo completo al encontrarse con la realidad de que este la estaba separando de lo que más amaba: su hijo. Así como Sandra, día a día muchas mujeres deben decidir entre realizarse profesionalmente y conseguir el sustento de sus hogares, o estar presentes en sus familias y dedicarles tiempo de calidad; porque ser madres y ser empleadas de tiempo completo es un binomio que muy escasas veces compagina.
La Mugslería es el sueño de una profesional apasionada por el arte y las manualidades y, según su propietaria, responde a un propósito mayor, de índole espiritual. “Soy Administradora Industrial, egresada de la Universidad de Cartagena, me desempeñé como docente en el área de gestión empresarial y gestión de proyectos productivos en el Sena, a partir de esa experiencia comprendí que el emprendimiento es una herramienta clave en el desarrollo de nuestro país, y no solo a nivel económico, también a nivel personal. Desde niña, me han gustado las manualidades y todas las actividades relacionadas con el arte, pero solo cuando inicié una relación íntima con Dios, nació la idea de combinar mi profesión y mis gustos para crear un taller de artículos personalizados; estos tiene un propósito claro de inspirar y reflejar la esencia de Dios: un Dios creativo, original y detallista”, relata Pérez con una sonrisa en su rostro.
Sin embargo, el camino que le condujo a su fundación y el que ha atravesado no ha sido un camino fácil. Desde el comienzo, cuando debió tomar el riesgo de dejar un empleo que le otorgaba cierta seguridad económica pero le obligaba a realizar constantes viajes y a estar separada de su hijo, supo que debía establecer sus propias prioridades y definir por sí misma el rumbo que se trazaría. Sin más apoyo que el de su madre, y sin más experiencia que la que cualquier profesional empleada podría tener, Sandra se aventuró a iniciar su propio emprendimiento.
“Como mujer, emprender en nuestro país, no es fácil. El principal obstáculo es nuestra cultura que nos ha enseñado a ‘buscar oportunidades’ y no a crearlas. Este es un camino donde cada día trae su afán, iniciar y dedicarte tiempo completo a un proyecto de empresa propia; al comienzo no es rentable económicamente, y eso hace que muchas personas teman hacerlo, sin embargo cada día existen más personas dispuestas a correr el riesgo a cambio de alcanzar una realización profesional, ligada a un equilibrio familiar y personal”, puntualiza.
Así concluimos estos tres emprendimientos y las historias de cinco mujeres resilientes que hacen honor al género desde el saber y la cotidianidad. El propósito final de estas líneas y estos breves recuentos empresariales es que muchas otras mujeres sean empoderadas. Que puedan re-conocerse en estas. Que desde sus saberes y habilidades especiales pueden sacudirse de las imposiciones sociales, liberarse de las opresiones cualesquiera que sean y continuar dignificando con hechos concretos esta lucha diaria por la equidad que no es más que una lucha pensada y concebida desde el amor.
* Emprendedora