Por Raúl Guerrero Durango *
El candidato presidencial doctor Gustavo Adolfo Petro Urrego se encuentra revolucionando las redes sociales y medios de comunicación difundiendo, según él, su innovador paquete económico, en especial en lo que tiene que ver con la tenencia de la tierra y el modelo productivo colombiano.
Dice el candidato Petro una verdad de Perogrullo: “Hay que democratizar la propiedad de la tierra (…)” “Hay que acabar con el latifundio improductivo y el modelo feudal infértil que ha imperado en Colombia durante décadas (…)”, etc., etc.
Ahora bien, es innegable que dichas frases suenan bien, caen bien, son atractivas y gustan, excepto, creería yo, a los grandes terratenientes del país y latifundistas, grandes señores feudales que miran la propuesta con susto, con horror, y la interpretan como una medida confiscatoria de la propiedad. Toda una revolución socialista. Pero como en política y economía lo importante no es solo el qué sino también el cómo, en mi concepto esta propuesta no trasciende a lo realizable y se estanca en lo demagógico, en lo populista y en lo que llama votos. Miremos:
Su modelo consiste en subir el techo del impuesto predial a la tierra improductiva para que el terrateniente se ahogue sufragando ese alto costo impositivo, lo que lo obligaría a vender a bajo precio su propiedad, supuestamente a un campesino pobre, sin tierra, tal vez a duras penas minifundista, o en su defecto, el Estado lo compra obligadamente, lo que es, en plata blanca, una expropiación por vía administrativa forzada y disfrazada, a la que habría que analizar su apego a la Constitución y a la Ley. Aduce también que eso no es modelo venezolano, es norteamericano, siendo que en el país del norte no se ven ese tipo de confiscaciones forzadas como las que sueña en su delirio socialista.
Sin embargo, esa propuesta, para ser realizable tendría que contar con condiciones que en Colombia hoy no existen y que en otras latitudes sí. Primero, un ciudadano rural colombiano que aspira a producir tierra carece de los mínimos necesarios para su manutención diaria, lo que implica que no ostenta recursos para adquirir una propiedad rural de gran o mediana extensión, por muy bajo que sea el precio, y ni tanto que no genere lesión enorme. Además, los subsidios y préstamos del Estado no son suficientes.
Con todo, el mayor problema no se genera allí, el mayor problema estaría en la competitividad. Esto se explica en un principio básico y fundamental de la economía, y es que si los beneficios generados por una inversión no son aprovechados por quien la produce, o dichos beneficios son mucho menores, entonces los incentivos para invertir desaparecen. Por ejemplo, un campesino adquiriente de la tierra tendrá necesariamente que ponerla a producir, so pena de verse destinatario de un fuerte gravamen que le obligue a vender, lo que nos mete en un círculo vicioso. No obstante, para alcanzar la rentabilidad esperada por el trabajo de la tierra, para él implica realizar una alta inversión, en especial por los costos del transporte en una geografía colombiana precaria en vías, así como en infraestructura, insumos, materia prima, mano de obra, y tecnología. En contraste, grandes extensiones de tierra son aprovechadas ilegalmente por sembradores de coca que invierten poco y ganan mucho con el negocio. Por tanto, si aplicamos la regla del costo beneficio, no hay forma para que la tierra produzca a gran escala, lo que implicaría que dichos campesinos, al ser racionales y maximizadores, se desplacen a actividades ilegales como las ya indicadas.
Mucho más grave, además, sería el peligro de que el Estado expropie tierra improductiva sin una tradición histórica de respeto y preservación de los bienes públicos. No es absurdo inferir, por experiencia comprobable, que las tierras serán objeto de ocupación por quienes tienen por negocio los narcocultivos, en especial grupos armados y crimen organizado que hoy hostigan los campos colombianos.
El señor Petro, al que le gusta decir ‘verdades’, tiene que recordarle a su cautivo electorado (que no es mayoría) que entre otras su propuesta no es nueva ni de su cosecha, puesto que la Ley 200 de 1936, llamada por unos la Reforma Agraria pero originalmente bautizada como el Régimen de Tierras, hizo parte de un paquete de reformas planteadas por el segundo gobierno liberal de la época, apodado ‘la Revolución en Marcha’ por su presidente, Alfonso López Pumarejo, donde se establecieron condiciones de aprovechamiento de la tierra y su expropiación, así como un régimen protector del campesino en contra del latifundista. Ni qué decir del artículo 58 de la Constitución Política de 1991 que le otorga a la propiedad privada una función social y ecológica. Él lo que tiene que decir es que para que ese viejo modelo productivo sea realizable se deben brindar condiciones institucionales y socioeconómicas que en Estados Unidos se dan pero aquí no.
Resulta pues, que el problema económico no viene a ser de quién tiene la tierra sino de quién la pone a producir en favor del desarrollo. En realidad para Petro, como buen rebelde, el problema es la tenencia de la tierra y no la renta y riqueza que esta produzca, y eso radicaliza, siembra el odio y agrieta más el conflicto social. Muy conveniente en campaña electoral izquierdista.
En ese orden de ideas, el modelo de una tierra productiva y la democratización de la propiedad no es patente petrista; es un modelo diseñado por los economistas clásicos, aplicable en el Estado Social de Derecho. También es un propósito institucional y un deseo ciudadano en general. Empero, para lograrlo, hay que resolver temas como el de la competitividad, el diseño de una política pública con subsidios y transferencia de tecnología, incentivos para la inversión, el ahorro, el trabajo y el emprendimiento.
Todo lo demás es demagogia y, por tanto, un engaño. De aplicarlo sin resolver problemas estructurales, a la postre generará más ruina y desigualdad, aspectos de los que el señor Petro se dice la panacea.
* Abogado, Especialista en Derecho Administrativo y Magister en Derecho Económico; docente universitario y exprocurador Regional de Bolívar.
Lina Rosa Latorre García
Apreciado doctor Raúl: clarísima su exposición… Sabor a historia, realidad, pedagogía, lenguaje transparente y sencillo pero erudito y reposado. Gracias a usted como autor y al señor Antonio Guihur, un señor barranquillero, a quien no conozco personalmente, pero sí por sus comunicaciones y comentarios pertinentes, profundos y útiles. Multiplicaré este análisis exacto. GRATÍSIMO SALUDO.
luis zuñiga Herazo
Si es un verdad de perogrullo que debe hacerse una reforma agraria, que hay concentración de la propiedad de tierra, pero no creo que Petro considere que esto es algo innovador, sino una realidad a la que todos los gobiernos han eludido, el asunto el asunto es que se propone precisamente agenciar las medida necesarias para que pueda haber una democratización de la propiedad de la tierra. Creo que el señor Raúl se equivoca al mezclar su análisis con descalificaciones, como que tiene una minoría de seguidores o es una propuesta populista, y los lugares comunes que ya escuchamos de ciertos sectores comprometidos con otras campañas electorales
Gabriel Arrieta
Cordial saludo doctor Raúl, me place que se intente efectuar análisis desapasionados y con algún rigor técnico; pero en pro de ello, me permito hacer las siguientes precisiones:
1) Petro le ha dado el crédito al señor López en su propuesta de reforma agraria, afirmando que está inspirada en ella.
2) Si bien a leído la propuesta de pero, no lo hace con la profundidad debida, ya que el dice esta reforma ha de ser gradual, porque como usted lo afirma y el también; reconoce lo incipiente de nuestro aparato productivo, producto de una infraestructura casi inexistente; por lo que el plantea exactamente lo que usted también esta diciendo, de que se deben crear las condiciones socioeconómicas e institucionales que posibiliten una verdadera cadena productiva y de comercialización con los apoyos financieros y tecnológicos.
3) Programas de formación capacitación y de transferencia tecnológicas, para estimular la innovación, el emprendimiento ,etc.
4) El M-19 de donde proviene Petro no pertenecía a esa línea Estalinista que tanto asustó en décadas pasadas era e una guerrilla que nace por el robo de las elecciones a Rojas Pinilla osea que esa guerrilla era de tendencias socialdemocrata y hasta cierto punto liberal.
Las reformas que esta planteando Gustavo Petro siguen teniendo ese corte y el problema es que se mira con desconfianza y no le dan el beneficio de la duda y el principio de la buena fe consagrado en la constitución.
Milson Ipaz
Totalmente de acuerdo con sus precisiones. Raul Guerrero hace un análisis sesgado de la propuesta de Petro, pretende que sea visto como objetivo pero no lo es. A quienes con profundidad hemos leido las propuestas de Petro sabemos que este señor le está dando una interpretacion amañada.
Johan
En una transformación económica siempre hay fases, qué pasa si una vez las tierras estén «democratizadas» el sector privado en forma de clúster empieza, junto con procesos de innovación, a invertir el dinero, equipo y vías que se necesitan para hacer la tierra realmente productiva, (el tema del clúster es algo utópico en varios frentes, pero recuerde que en la industria de la tecnología digital ha funcionado muy bien, con todo y corrupción, ¿por qué no en el Agro?) ¿qué pasa si aumento los indices de formación a campesinos?, y ¿si empiezo a dejar de depender tanto del carbón y del maléfico petroleo (por mencionar algunos)?. Claramente usted ha estudiado bien la historia, pero su artículo no propone nada, sólo critica con un tono altivo y dramático, aedmás no he escuchado a Petro afirmar que es él el creador de tan «fabulosa propuesta», no es demagogia, es política, y cada candidato la usa a su modo, y ni que decir de la ultraderecha y derecha, donde a partir de estrategias sensacionalistas han tenido cautivado a medio país votante. Siempre que leo cosas de este estilo, hago la pregunta abierta, ¿cuál piensa usted que es la mejor manera de seguir adelante? ¿cree usted que la economía Colombiana está bien? ¿qué marco o ideología económica debería seguir Colombia? criticar es fácil, eso se lo dejo a personas que son ignorantes, pero sería interesante que alguien con un nivel de estudios superior, no sólo critique sino que brinde soluciones, que ilumine caminos del pensamiento, que artícule procesos, ojala con métodos que no dañen nuestra biodiversidad y que no tengan impacto ambiental…
Chriss
Jajaja y para pesares suyos y de muchos más, si son mayoría sus seguidores… Petro será presidente y los grandes terratenientes y robatierras serán expropiados, como debió haber sido desde hace mucho tiempo!
D Q D
Es muy fácil pensar en expropiar lo de los demás sin mirar lo de uno, eso son políticas de pan para hoy y hambre para mañana. Él lo que tiene es odio contra los que han trabajado y conseguido con el sudor de su frente lo que tienen, lo que hay que hacer es trabajar y conseguir lo que cada uno puede. No estoy de acuerdo con enseñar la gente a miserable y a atenida a que otros trabajen y los demás vivan bien.
Simon Hidalgo
El análisis aduce que Petro se quedará en socializar la tierra improductiva, y que hasta ahí es el alcance de su propuesta que suena más como una falacia tendenciosa de quien menciona tal posibilidad, nada sorpresiva, pues el mismo tono del artículo desvela un fastidio hacia el objeto en cuestión, Petro. Esto y para todo aquel que pretenda ser ecuánime, le imprime ceguera a su crítica en ves de claridad. Incorporar dosis de emotividad enturbia en sí el análisis, lo convierte en fanatismo y resta credibilidad.
Es obvio que la propuesta es hasta ahora eso. Como quien promete construir vías 4G sin entrar en más detalles. Según su insinuación, todas las propuestas de los candidatos presidenciales es mera demagogia ya que ninguno señala con precisión tecnicismos que deben considerarse a su debido tiempo, donde sin entrar en minucias, a duras penas les alcanza el tiempo a todos ellos, para mencionar la generalidad de sus propuestas. Para expresar que clase de candidatos son.
Si de eso se trata, esperamos redacte su mordaz crítica a Lleras, ya que este no ha definido cómo hará el metro elevado de Bogotá, que a la fecha, no tiene ningún estudio de ingeniería presentado, y aún así, dicho candidato lo promete. Como lo menciona, negar una verdad de Perogrullo, como omitir que un candidato no hará minuciosos análisis de sus propuestas por obvias razones, deja ver que el trasfondo de su análisis es tendencioso y carente de objetividad, al omitir varios elementos que claramente hacen parte de la ecuación.
Camilo
Buenas tardes Sr. Raúl Guerrero, no me interesa contradecir ni apoyar su artículo pero si quiero hacer algunas preguntas, 1) que tan viable es que Petro ponga en marcha está política? Lo puede hacer por decreto o necesariamente tiene que pasar por el congreso? 2) la idea que el propone de aumentar el predial a tierras no productivas es constitucional?
Es de aclarar que es muy difícil que Petro en una eventual presidencia tenga mayoría en el congreso, por otro lado cuál será la definición de este señor de tierra improductiva, recordemos que Colombia tiene suelos áridos, tierras que se inundan en invierno y se secan en verano, hay muchas reservas naturales y zonas de cuencas hidrográficas que no se pueden tocar, además de propietarios muy vivos que pueden meter una vaca en una hectárea y justificar técnicamente que están utilizando la tierra en pro de la producción.
Harold Rivas
Buenas tardes señor Raúl Guerrero Durango, como profesional especializado sabe más que cualquiera de política pero no le enseñaron en la Universidad a usar las referencias bibliográficas porque hay varias cosas que usted se inventa y además le falta leer la propuesta completa, señor Raúl con todo respeto como docente le debería dar pena escribir un análisis basado en falacias.
sanpachero
Luego de leer el artículo nos queda un interrogante y es cual es la intención del mismo, frente a lo cual considero que esta es desdibujar una candidatura de un hombre de la izquierda democrática que ha tomado fuerza porque la gente ha visto en él a un hombre honesto, que ha encarcelado a muchos corruptos y parapolíticos, que gobernó Bogotá como nadie lo había hecho, dándole cabida a quienes siempre estuvieron fuera de los intereses y de la visión de desarrollo de quienes gobernaron durante siglos esa ciudad.
Los colombianos luego del proceso de paz han entendido que oto país más inclusivo, democrático, sin discriminaciones, sin marginados, sin miserables si es posible.
En efecto, tal y como aquí se ha manifestado la propuesta de entregar tierras a los campesinos no es de Petro, de hecho este pasado 20 en Cartagena reconocía que es de los años treinta y que la idea de convertir a los campesinos en granjeros es una propuesta del capitalismo que han materializado los gringos.
Sería bueno que el señor Guerrero hubiera reconocido que propuestas como esta es viable en la medida en que no sucedan cosas como las de Agro Ingreso Seguro cuyos recursos fueron a para a los bolsillos de los más ricos terratenientes, o una reforma agraria a sangre y fuego o comprándoles a las viudas a precios de huevo, y que los productos del trabajo campesino se moverá por la vías 4G que con billones de pesos dijo Vargas Lleras que haría para el país.
Finalmente es una verdad de pero-grullo que en Colombia hay que hacer una reforma agraria como lo proppone Petro, pero, ¿como podremos llamarle el hecho real de que históricamente hay una hiperconcentración de la tierra en pocas manos y de que se sabe que se hace necesario democrátizarla dándole la oportunidad a los campesinos de convertirse en propietarios y productivos y de que a pesar de esto no pasa nada?¿sería bueno que se sepa cuanto creció la concentración de la tierra durante los gobiernos de Pastrana y Uribe en detrimento de los campesinos muchos de ellos parceleros que las perdieron por efectos del conflicto armado.
Veo el afán de mostrar a Petro como un socialista con la idea de expropiar a los terratenientes, con intensiones de generar odios y divisiones, pregunto ¿esos odios y esas divisiones las ha generado Petro?