Reitero el llamado que hice en mayo pasado a que trabajemos juntos POR CARTAGENA y le pido al señor Gobernador que acompañe a nuestra ciudad en esta etapa, con el mismo compromiso como lo hizo en la pasada oportunidad. ¡Encontré y estoy seguro que encontraré al mismo gran coequipero!
Hago un llamado también al Honorable Concejo a que me vuelvan a ayudar en este encargo. A que con patriotismo y sentido cívico trabajemos unidos.
A la Bancada y a los gremios a que rodeemos a Cartagena como lo hicieron hace dos meses. Quedamos nuevamente en una situación que requiere del concurso de todos.
A los medios de comunicación a que busquemos darle un nuevo aire a la ciudad, con optimismo y sentido de pertenencia.
Sigo convencido que la ciudad no necesita más alcaldes, lo que necesita es una ciudadanía activa que pueda acompañar el rumbo trazado. Ese es el llamado a mis conciudadanos. Tenemos que salir de este balde de cangrejos que nos está ahogando.
Todos hablan de los inmensos costos de oportunidad que la ciudad ha tenido que asumir por la falla de nuestras instituciones políticas en temas como productividad industrial, inversión, turismo, empleo, comercio, en fin.
Sin embargo, no hablamos en la cotidianidad de quienes más sufren con esta institucionalidad que se desmorona; los más vulnerables de Cartagena, las clases menos favorecidas son las que llevan del bulto.
Esos cartageneros que buscan que su alcalde les ayude a resolver la desigualdad social histórica acumulada de la que es presa la ciudad. Cartageneros como la señora Rosa del barrio Boston quien dirige una casa para la tercera edad, y a quien la corrupción hasta la hizo perder un ojo.
Esos cartageneros, quienes acuden a las urnas esclavizados aún por la compra de votos e ilusionados por un futuro que si bien podría ser mejor nunca llega.
8 alcaldes en 5 años es una cifra escandalosa bajo cualquier óptica.
¿Cómo explicarle a Colombia y al mundo que la joya del país sea rehén de la ambición de sus gobernantes? ¿Cómo explicárnoslo a nosotros mismos?
¿Y mientras tanto que hacemos los cartageneros?
Mientras tanto, nos hemos dejado enfrascar en peleas absurdas de clases, que hoy nada aportan a nuestro desarrollo. Nos han querido re-victimizar, invocando la horrible memoria de la inquisición, de la esclavitud, de la división. Pero, en una ciudad donde la mayoría de la población es pobre, no hay nadie que se pueda denominar rico.
Es una ciudad que es víctima de ella misma y donde la división y el racismo tienen que dejar de existir si queremos sobrevivir. Así es, es cuestión de supervivencia dejar a un lado esos fragmentos históricos absurdos. Si no lo hacemos estamos condenados a ser un espejismo, un show que montamos, escondiendo pesares detrás de kilos de maquillaje corrido.
Los privilegios se han llevado lo mejor de nosotros. Privilegios ganados no por el sudor de la frente sino por el amiguismo que todo lo encubre, todo lo corroe, porque lo único que frena la ambición humana es la propia ambición. En otras palabras, no tenemos vergüenza ni reproche social entre nosotros. Nos da igual que nuestro amigo sea ladrón porque permite que disfrutemos de lo robado.
Es hora de sincerarnos, es hora de admitir que tocamos fondo y que hay que reaccionar.
Dure el tiempo que dure este encargo necesitamos tomar decisiones de fondo #PORCARTAGENA y continuar aquellas cosas que se estaban haciendo bien y que nos permitirían tener una mejor ciudad.
Como lo mencioné en mi discurso de salida, POR CARTAGENA debemos:
Fortalecer la Secretaría de Planeación para terminar los procesos de PEMP, POT y para hacer frente a los desafíos de Control Urbano.
POR CARTAGENA debemos:
Revisar lo aprobado en materia de Protección Costera y avanzar en los diálogos con el Gobierno Nacional para la compleción del mismo. También en el proyecto de valorización para el Centro Histórico y Bocagrande y la culminación de las negociaciones con DNP y Procuraduría para el tema de la protección de Tierrabomba.
POR CARTAGENA debemos:
Combatir la inseguridad. Esta no puede seguir siendo el pan de cada día. Tenemos que trabajar con la Policía para que efectivamente los uniformados estén donde se necesitan. La gente está cansada y el Alcalde no puede ser indolente ante este tipo de situaciones.
POR CARTAGENA debemos:
En materia de turismo crear una institución capaz de enfrentar los retos que le impone el nuevo turismo, del cual se puede beneficiar TODA LA POBLACIÓN. Retomaremos el diálogo para la creación de una autoridad distrital de turismo.
Y por último lo más importante. POR CARTAGENA debemos:
Revisar la política de lucha contra la pobreza. Trabajaremos de la mano con el DPS para concentrar energía y esfuerzos en la población más necesitada de nuestra ciudad. Si bien el Gobierno del Presidente Santos ha sido el que más le ha invertido a la ciudad, las administraciones locales han distado mucho de poder alcanzar victorias considerables.
Y como siempre he dicho que el desorden es el mejor amigo de los corruptos, buscaremos crear un sistema de transparencia en la información para que la ciudad cuente con una Urna de Cristal para todos sus procesos. No podemos seguir estando en nivel de corrupción alto según transparencia internacional y no hacer nada al respecto.
POR CARTAGENA debemos trazar un rumbo más ordenado. Con mejor administración de lo público.
Dicho esto, he pedido acompañamiento a los entes de control nacionales para que nos ayuden en este difícil momento que atravesamos. Así lo he pedido también a la Alta Consejería para las Regiones y muy especialmente al Ministerio de Educación después de revisar las cifras de Cartagena Como Vamos 2016.
A Manolo como siempre he dicho, queremos que le vaya bien en su defensa. La ciudad necesita a su Alcalde electo por voto popular. El gobierno de Primero La Gente tiene una legitimidad ganada en las urnas y esperamos que como ciudad sigamos aprendiendo de todo esto que ha pasado.
No podremos hacer todo lo que queremos, pero sí intentaremos que la esperanza de tener una mejor ciudad de la que heredamos nunca se apague. Cartagena está llamada a ser la ciudad más importante de nuestro país y debemos trabajar todos juntos por ese propósito.
Yo creo en Cartagena y que trabajar POR CARTAGENA bien vale todos los pesares. No será fácil, pero lo podemos hacer.
Es momento de avanzar, con paso firme y esperanzador hacia el futuro. De buscar una ciudad donde lo que han sido privilegios de pocos sean los derechos de todos.
Espero que el Dios todopoderoso me dé la sabiduría para ser un buen Alcalde y espero contar con la ayuda de todos los cartageneros.
Es momento que los cartageneros soñemos con un mejor mañana y que trabajemos POR CARTAGENA.