Por Moraima Salom Villalba
Con este verso, el estudiante Gustavo Sands cerró el Recital del Hambre, una iniciativa que tuvo lugar, de manera simultánea, en cinco ciudades de América Latina. En Cartagena de Indias, el bar Quiebra Canto acogió el debut de los y las poetas: Gina Gulfo, César Espinosa, Amaury Ligardo, Mónica Laguna, Yara, Jesús Lemus, Augusto Rodríguez Giraldo y Jaime Sarabia.
Sol Atenea, Sol Taina, Sol Anahi y Sol Asgard, cuatro hermanas artistas, presentaron un performance poético y hablaron de la energía cósmica de la poesía. A través de la historia la poética ha transmitido verdades que vienen de una memoria remota del Universo. El nacimiento de la poesía fue un acontecimiento básicamente espiritual. Esa noche el contacto con la energía se sintió en múltiples manifestaciones para impulsar el cambio personal y colectivo.
La idea surgió el 2 de julio del año 2016, cuando se reunieron seis artistas en el Teatro ‘Presagio’ de Cali y aunque no hubo público se recitaron para ellos mismos. Esta es la segunda convocatoria y se hizo por Facebook el 3 de septiembre. Las caleñas Cindy Muñoz (fotógrafa) y Ada Luz Ortiz (poeta) fueron las promotoras del proyecto.
El propósito, según Muñoz es «abrir estos espacios, una vez por mes, a través de una Red poética, para identificarnos como artistas, aprender a escucharnos y hacer realidad los sueños desde la unión».
Con las primeras lecturas llegó el magnetismo de la palabra y emergieron las y los poetas universitarios (as) creando un ambiente óptimo para el desarrollo de la jornada rica en variedad y complejidad. Había una espontaneidad extraña en el corazón de estos (as) jóvenes cada vez más inteligentes y sensibles.
La red tiene sentido como totalidad. Cada evento en cada ciudad se mueve bajo la influencia de un inmenso sentir. Una poesía hecha por todos y todas. La juventud toma el tiempo necesario para escucharse entre sí, para explorar posibilidades inéditas, para entender la poesía como una cuestión de supervivencia, para recuperar la esperanza y situarse en una historia que es la suya porque la aspiración más antigua de la poesía es un mundo con justicia social.
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